¡Arrancan!
Miguel González Ibarra
09 de Enero de 2017
Inició el proceso para nombrar nuevo gobernador, diputados y alcaldías, todos, por un período de cuatro años.
El Consejo Electoral, árbitro de la contienda, así lo determinó en sesión plenaria celebrada en sus instalaciones, el sábado pasado, estando presente, la representación de todas las fuerzas políticas de Nayarit.
Es la oportunidad para iniciar una ruta que transforme las estructuras económicas y productivas de nuestra entidad. De lo que se trata, es de garantizar alimentos a todos los seres humanos que aquí vivimos, en virtud de que, trescientos mil, del millón y medio que somos, más o menos, no cuentan con dinero suficiente para comprar la comida que se requiere y les permita sobrevivir.
De lo que se trata, por añadidura, es enseñar a los casi cien mil nayaritas que no conocen el alfabeto y, así, continuar, ascendiendo en el conocimiento de las grandes masas, para ¿por qué no?, un día no lejano, alcancemos el sueño de la humanidad al adquirir, todos, el nivel de doctorado, tal cual es, o debe ser, la meta de las sociedades modernas ubicadas en todos los puntos geográficos del planeta, dónde se localiza nuestro Nayarit.
Un objetivo por lograr en esta batalla por el poder político, es avanzar en resolver la cesantía existente en estas tierras, toda vez que, los gobiernos priistas, han sido incapaces de garantizar el derecho al empleo de todos y cada uno de los que aquí vivimos, para lo cual, se requiere un modelo completamente diferente al que se ha aplicado, el cual, no puede ser otro, más que el ya señalado en la Constitución nacional y que es el mismo que se aplica en aquellos países donde el desempleo se reduce y todas las personas tienen acceso al derecho al trabajo, una garantía escrita en nuestra Carta Magna y que costó un millón de muertos en la Revolución Mexicana, que puntualiza el entrelazamiento de las tres economías, sin excluir a ninguna de ellas, mucho menos, a la Economía Social, que permite transitar hacia una más justa, equitativa y democrática distribución de la riqueza, asignatura que está en el centro de la lucha por el poder político, aquí y en todas partes, porque, justo, la distribución equitativa de la riqueza, es lo único que garantiza los derechos básicos y fundamentales de todas las sociedades del planeta.
La inseguridad existente sólo se resolverá mediante un esquema que concite la participación del pueblo organizado en estas tareas de primordial importancia en los asuntos estatales y públicos. Ni los gases lacrimógenos mucho menos la tortura, ni las penas altas, ni las metralletas, ni las pistolas, son el camino para tener una sociedad tranquila y segura. Son las grandes masas organizadas, tal y como lo hicimos y vivimos en Tepic, de 1973 a 1975, con los gobiernos de Alejandro Gascón Mercado y el Doctor Rafael Gómez Aguilar, que formaron los Comandos de Vigilancia, como extinguiremos y desaparecerá para siempre, el flagelo de la intranquilidad pública en estas tierras. Prevenir es más fácil y más barato que perseguir, así como en la salud, prevenir es más barato que curar. Es el fín de esta política, al incorporar al pueblo organizado en las tareas de vigilancia popular.
En fin, muchas y grandiosas son las tareas y desafíos que tenemos los nayaritas, en este momento, cuando arranca el proceso para renovar los poderes, coincidiendo, la mayoría, en que el PRI, ya no puede ni debe seguir gobernando estas tierras, porque todo lo ha contaminado de corrupción y, esto, debe desaparecer para siempre de las políticas públicas. La transparencia y honestidad es la guía los próximos cuatro años para conducir a la sociedad nayarita, desde la gubernatura, la legislatura local y los palacios municipales, cuyos poderes, deben impactar al Poder Judicial de Nayarit, al cual, también, debe llegar la democracia.
No es menor la responsabilidad del órgano encargado de preparar y desarrollar el proceso. En sus manos está la limpieza y democracia de los comicios. Estamos seguros que los ciudadanos acudirán al llamado. El Consejo Electoral tiene en sus manos el presente y porvenir de Nayarit. Así de fácil está la cosa.
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