Huellas que siguen haciendo camino
Carlos Rodríguez
17 de Marzo de 2025
-CUARTA PARTE-
93 Aniversario del Natalicio de Alejandro Gascón Mercado
Estando en la Ciudad de Morelia, Michoacán, Alejandro se encontró
con un amigo de su Juventud bastante estimado por el llamado
Eutimio Tovar, él era en ese momento un alto funcionario de La
Nacional Financiera, recordaron anécdotas juveniles al mismo tiempo
que degustaban una sabrosa comida en un restaurant elegante del
centro de Morelia. Después emprendimos el viaje rumbo a la ciudad
de Apatzingán, Michoacán, donde ya nos esperaba un colectivo muy
combativo de compañeros agricultores especializados en la siembra
del melón.
Alejandro era amigo del Ing. Luis Rivera Terrazas un científico, Rector
de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Cierta ocasión lo
invitó para un acto donde la Universidad le entregaba el Doctorado
Honoris Causa al nicaragüense Tomás Borge histórico fundador del
Frente Sandinista. El evento se desarrolló en el salón Paraninfo del
Edificio Carolino en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
Además de Borge asistió el poeta y Sacerdote nicaragüense Ernesto
Cardenal. Al poco tiempo de iniciado el acto varios estudiantes
empezaron a golpear la puerta reclamando que éste se desarrollara en
un patio amplio del edificio, inmediatamente Borge lo solicitó y todos
pasaron a ocupar el espacio con cientos de estudiantes que
abarrotaron hasta las bardas del edificio. Hablaron El Rector Terrazas
Tomás Borge y a Ernesto cardenal fuera del programa, los estudiantes
le pidieron que hiciera uso de la palabra accedió con gusto he hizo una
intervención muy recordada.
Siendo Diputado de la LI legislatura Alejandro fue invitado por el
Partido Comunista de Bulgaria para visitar ese país, me encargó que
en su ausencia apoyara al Licenciado Salvador Castañeda también
Diputado, quien vivía en un agradable pueblo muy cerca de la Ciudad
de Cuernavaca. Mi corta permeancia con el Lic. Castañeda fue
fructífera y agradable porque en esa casa también se encontraba la
mamá del Licenciado Castañeda, Doña Elisa Oconnor, una mujer experta en
la elaboración de exquisitos platillos culinarios. Por las
mañanas la acompañaba al mercado del pintoresco poblado, yo me
sentía halagado cuando escuchaba “Carlitos véngase a comer”. Un
día trasladamos de la Ciudad de México al agregado político de la
Embajada Cubana a la ciudad de Cuernavaca, allí se entrevistó con el
Obispo Sergio Méndez Arceo, después fuimos invitados por el Lic.
Guillermo Torriello a comer a su residencia. El Lic. Torriello era asesor
para asuntos internacionales del Gobierno Cubano, él era un
guatemalteco asilado en nuestro país integrante del gobierno del
General Jacobo Arbenz, además fue de los jurisconsultos que firmaron
la Carta de San francisco, que dio lugar a la creación de la
Organización de las Naciones Unidas. Varios rincones de su preciosa
residencia los tenía adornados con piezas de animales africanos, por
supuesto que era un contumaz cazador, nos explicaba que sus armas
las conservaba en una casa en Londres, especializada en su cuidado.
El licenciado Castañeda le comentó a este personaje, del jaguar de las
marismas de Nayarit, rápidamente se interesó en el tema y manifestó
su interés por visitarnos, sus múltiples responsabilidades no lo
permitieron.
Alejandro conservaba amistad con la Profesora Hortencia Rojas, en
algunas ocasiones visitamos su casa en la ciudad de México, ella era
una mujer oaxaqueña muy culta que se había desempeñado al igual
que Alejandro como colaboradora cercana del maestro Vicente
Lombardo Toledano.
En la Ciudad de Colima vivía un excelente Odontólogo amigo de
Alejandro, el Cirujano Dentista Chucho Guerrero quien en esos años
había llegado de Israel donde fue a especializarse en implantes
dentales. Tan pronto llegó Alejandro a su consultorio, procedió a
extraerle varias piezas de su dentadura, les dio un tratamiento y con
apoyo de herramientas especializadas entre las que se encontraba un
martillo procedió a ubicarle dichas piezas que anteriormente le había
extraído. Alejandro no volvió a tener problemas dentales. El dentista Chucho
Guerrero era del bello poblado de Comala, Colima, donde
conservaba un atractivo rancho. Alejandro gozaba bastante la estancia
en ese lugar porque entre otras cosas tenía unas piletas con agua
fresca donde ambos se bañaban y terminaban saboreando la
suculenta comida de ese pueblo mágico.
Durante su exitosa vida parlamentaria Alejandro recibía felicitaciones
de sus adversarios que incluían invitaciones a Cenar, Comer o tomar
un trago, siempre se negaba, les decía que cuando él tuviera dinero, él
invitaría. Con la que rompió la regla fue con la Lic. Beatriz Paredes, en
varias ocasiones sostuvo reuniones en un prestigiado restaurante
cercano a la Alameda Central, por cierto, el consumo lo pagaba un
sobrino de Alejandro, de apellido Alatorre, quien en una parte del bello
edificio se ubicaba su oficina que correspondía a un negocio próspero.
En el mes de diciembre se acumulaba el trabajo legislativo, las
sesiones se prolongaban hasta horas de la madrugada, en esos días
nos trasladábamos del recinto legislativo al departamento de la calle
Celaya fuimos interceptados por una Patrulla de Tránsito, sin mediar
palabra nos acusaron que veníamos en estado de ebriedad, Alejandro
con toda propiedad explico nuestra situación, finalmente fuimos
escoltados hasta nuestro domicilio por estos servidores del orden.
Alejandro por diversas circunstancias sostenía relaciones de amistad
con personas del poder, por ejemplo, con el Lic. Arsenio Farel Cubillas,
entonces Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, al
que solicitó una audiencia para tratarle asuntos de trabajo que en su
recorrido por el país compañeros del partido le encargaban gestionara.
El Licenciado Farel recibió ese día muy temprano a Alejandro en sus
Oficinas Nacionales ubicadas por Paseo de Reforma, recuerdo el
trato amable con que fue recibido, al grado que en ese momento el
Licenciado Farel resolvió la petición para varias plazas de trabajo en
esa Institución. La creación del Partido Socialista Unificado de México, se constituyó
en un evento que Alejandro siempre festejó, creyó que al desaparecer
el Partido Comunista Mexicano, se iban con él los viejos problemas de
la izquierda mexicana, que fueron siempre considerados por
Alejandro, como un obstáculo para una fusión orgánica permanente
de las diversas expresiones y fuerzas políticas que luchaban por un
cambio a fondo en nuestro territorio nacional.
En este nuevo partido se encontró con personajes de su estima y
admiración como el líder del movimiento huelguístico ferrocarrilero
Demetrio Vallejo y con don Valentín Campa con quien todavía tuvo el
privilegio de viajar a varios estados de la república para realizar
actividades políticas conjuntamente.
Para Alejandro los personajes que aportaron a la lucha política nunca
los olvidaba, era frecuente que en las reuniones o mítines
remembrara las acciones de Pedro González Ortega mejor conocido
como Pedro de la O, fundador del partido en la famosa Ramada del
poblado de Túxpan. Del Prieto Crispín, personaje del poblado de Villa
Hidalgo, comentaba Alejandro que el Prieto repartía la Revista URSS
montado en una Mula y gritaba en cada casa ¡Ya llegó el Socialismo ¡
De Miguel Echauri del poblado de Pimientillo municipio de
Rosamorada, etc. En este apartado mención especial merece el Lic.
Salvador Castañeda O´connor, con quien logró construir una
verdadera y ejemplar hermandad, en lo familiar y en lo político.
Alejandro, en el período del presidente José López Portillo, se convirtió
como muchos otros mexicanos con anterioridad lo habían hecho, en el
principal promotor para conceder amnistía a todos los mexicanos que
habían participado en movimientos guerrilleros o armados. El gobierno
Federal se vio obligado a promulgar la ley, y de esta forma llegó
exiliado de Cuba Florentino Jaimes, quien participó en la guerrilla al
lado de Lucio Cabañas. El día en que Florentino llegó a la ciudad de México,
Alejandro asistió al aeropuerto a recibirlo, también estuvieron
la esposa y una hija de Lucio Cabañas Barrientos, quien fuera líder de
un importante movimiento armado, que operó en las montañas del
Estado de Guerrero. Así también llegaron exiliadas de Cuba las
mexicanas Paquita Calvo y Tatiana Coll dos combativas mujeres,
dedicadas al periodismo, que terminaron siendo críticas, propositivas
y fervientes militantes en el partido que dirigía Alejandro.
Alejandro siempre explicaba que sus intervenciones las hacía para
que las entendiera el de más bajo conocimiento político que se
encontrara en la reunión, así aseguraba que al comprender esta
persona, las demás no tendrían problemas para asimilar sus mensajes
e ideas políticas. Como todo ser humano tenía sus expresiones fuertes
que, por cierto, no era muy afecto a utilizar, a pesar de tener un
temperamento costeño”, su máxima expresión para referirse con
enojo a sus adversarios era. “Hijos de la chingada”. A veces utilizaba
frases jocosas e ingeniosas como, por ejemplo: “Andan como mayates
contra luz”, otra frase común en él era: “el único criterio de verdad es
la práctica”.
CONTINUARÁ
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