Tepic, la ciudad de la sequía
Sergio Mejía Cano
04 de Febrero de 2025
Al llegar en un taxi a la cuadra en donde vivo se miran varios escurrimientos de agua, el taxista pregunta si hay fugas de agua, le respondo que no, que se fije en algunos canceles que se ven abiertos y los vecinos lavando su cochera aprovechando el día de asueto. El taxista comenta que qué desperdicio de agua, que ya la quisieran esa agua que se tira allá en su barrio en donde escasea diariamente.
Le pregunto al taxista en qué barrio vive, me dice que por la calle Ejido, en la colonia Santa Teresita, cercas del mercado de abastos y que cae agua nada más tres días por semana y en la madrugada, pero que el problema es que ha bajado mucho la presión, pues ya nada más cae un chorro muy débil y no como antes que de volada se le llenaba la pila en donde capean el agua que cae.
Ya encarrerado, el taxista comenta que tiene una tía que vive por la avenida Victoria, entre Ejido y Construcción y que ella y sus vecinos ya no les caía agua ni los tres días a la semana por la madrugada, por lo que llamaron al SIAPA y ya pasado un buen tiempo y quejas y más quejas, por fin llegaron a revisar las tuberías de ese barrio, afirma el taxista que su tía les platicó a él y su familia que al abrir el suelo los del SIAPA habían encontrado dos camisetas enteras y un poco más retirado estaba un brasier lo que tal vez eran esas prendas de vestir las que habían impedido el paso del agua; los trabajadores del agua limpiaron, pero como se dice que es la costumbre no terminaron bien su trabajo, pues dejaron el escombro amontonado y sin cubrir bien el hueco que habían hecho para la revisión de la tubería.
Esto de la colonia Santa Teresita y el mercado de abastos me hizo recordar que todavía hasta mediados de la década del 2000 en el mercado de abastos caía el agua bien y todos los días; sin embargo, ya para el 2008 o 2010 se interrumpió la caída del agua potable en las llaves de las bodegas de este mercado situado al poniente de la capital nayarita, por lo que los bodegueros se vieron en la necesidad de solicitar pipas con agua para abastecer sus aljibes y así seguir teniendo el agua tan necesaria en todos lados. Algunos bodegueros dijeron haber ido a quejarse al SIAPA porque a pesar de que no les llegaba el agua, de todos modos el recibo de cobro llegaba puntualmente; varios de estos bodegueros comentaron que el pretexto que les pusieron en el SIAPA fue que la colonia Santa Teresita y Naranjales estaban situadas en zona alta y que era difícil hacerla subir a pesar de estar muy cercana la zona de Acayapan, en donde hay o había varios ojos de agua y, que se dificultaba más por los vandalismos que tenían constantemente los pozos y, también, la temporada de calor o estiaje, aunque fuera de estas temporadas tampoco caís agua.
Por aquellos años, entre los locatarios y vecinos del entorno al mercado de abastos y otras colonias cercanas se despertó un gran entusiasmo cuando se construyeron unos grandes tinacos para supuestamente ya no faltara el agua en toda la capital nayarita, como uno que se instaló en el cerro conocido como de Microondas, tinacos que, por cierto, jamás cumplieron el cometido para lo que se instalaron y que se convirtieron en elefantes blancos y un gasto inútil, es decir, no sirvieron para nada estos tinacos.
Sin embargo, el que caiga agua nada más cada tercer día y en la madrugada ya tiene mucho tiempo, pues de acuerdo a varios trabajadores del mercado de abastos que viven en la cercanía comentan que desde que tienen uso de razón el agua siempre ha sido poca y en la noche de cada tercer día. Respecto a lo de pedir pipas para abastecerse de agua, me comuniqué con personas conocidas diciéndome que siguen en las mismas, pues sigue sin salir agua de la llave; ya ni aire sale de ellas.
En aquellos años cuando comenzó a faltar el agua en el mercado de abastos, alguien comentó que nada había de tres sopas: se había roto la tubería, la habían cancelado a propósito o era negocio de algún político con intereses económicos en el negocio de las pipas. Si estaban rotas las tuberías pronto se sabría, pues al haber fugas se hacen socavones y el aviso sería cuando un torton cargado se hundiera en uno de estos socavones y si cancelaron las tuberías tal vez era con el fin engrandecer el negocio de las pipas. Así que la duda sigue persistiendo entre los bodegueros: si hay escases de agua ¿de dónde sale el agua para las pipas? ¿Quién o quiénes acaparan o se apropiaron de los ojos de agua? ¿Será por eso que Tepic es la ciudad de la sequía?
Sea pues. Vale.
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