Los fuegos fatuos

¡Miente Roberto Sandoval!, gobernador constitucional del estado libre y soberano de Nayarit.

“No, los que mienten son sus asesores”, ataja en el acto Genaro Martínez Haro, destacado reportero gráfico, entre otros más atributos poco conocidos.

La referencia es en sentido a la declaración de que al Hospital General de Tepic “hace más de 50 años no se le invertía un peso”, hecha por el gobernante el martes 3 de septiembre cuando se presentó al nosocomio para inaugurar ampliación, rehabilitación y equipamiento de las áreas de Urgencias y Pediatría.

También el boletín oficial del acto reza que la inversión fue superior a los 40 millones de pesos, cifra sin precedente en la historia del Hospital General de Tepic construido en 1954.

Aunque Roberto Sandoval da la cara y la información de la Dirección de Comunicación Social del gobierno de Nayarit subraya como textuales sus palabras, Genaro Martínez Haro alega para justificar al gobernador.

Y en cierta medida tiene razón en culpar a los asesores, pero un enorme peso de responsabilidad recae en quienes están al frente, como titular y operador, del centro neurálgico de la comunicación social del gobierno de la gente, desconocedores de los acontecimientos del pasado, así como de la historia del periodismo y periodistas de Nayarit.

Los redactores de la información oficial tan sólo acatan lineamientos de sus jefes, por eso no me extraña caigan en la desproporción, muy a pesar que en número mayor son personas nacidas en este solar estatal, con años de trabajo en la dependencia y de muy larga experiencia. A no ser que los hayan cambiado por personas venidas de allá muy lejos, como ha sido la costumbre del gobierno en los últimos años.

Extraña la actitud de Genaro, quien contrariamente al pasado ahora ve chulo al gobernador Roberto Sandoval y con descaro exhibe la tarjeta del gobierno de la gente que le permite cada quincena ordeñar el cajero automático, al no desmentir la versión de que en 50 años no se había invertido un cinco al Hospital General de Tepic, siendo él un acérrimo incondicional del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero y sabiendo que el argumento cae en la mendicidad.

Si los 50 años sin inversión se los sumamos a la fecha de fundación del nosocomio nos  ubica en 2004, cuando Nayarit era gobernado por Antonio Echevarría Domínguez, quien en verdad poca atención prestó al hospital civil.

Pero en el gobierno anterior, el de Rigoberto Ochoa Zaragoza que fue de 1993 a 1999, siendo titular de la Secretaría de Salud (o como se haya nombrado entonces) el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, se invirtieron 35 millones de pesos en la rehabilitación del Hospital General de Tepic, según me confirma un funcionario de la cultura de aquella época.

Navarro Quintero fue secretario de Salud hasta antes de 1997, porque el PRI lo eligió su candidato a diputado federal por el tercer distrito electoral federal de Nayarit, correspondiente a once municipios, la mayoría del sur de la entidad. Elección que por cierto ganó con amplio margen.

Bien recuerdo que antes de su nominación caminaba yo por la avenida Allende al poniente, cuando de su consultorio (casi esquina con Querétaro) salía el médico Miguel Ángel Navarro Quintero, gineco-obstetra para mejores señas, con quien había relación de funcionario al periodista.

Saludó con la amabilidad en él característica, luego del intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad, pidió al reportero de la gente lo acompañase al Hospital General para ser testigo de los trabajos de rehabilitación que estaban a punto de concluir. Subimos a su coche y hacia allá nos dirigimos.

Bastante muy entusiasmado, el doctor Navarro Quintero mostró desde la entrada una a una las áreas de restauración y remodelación del edificio. Lucía a manera de causar muy buena impresión, comparado con aquel nosocomio de aspecto tétrico, empezando por el anfiteatro, que conocí cuando en la nota roja hice mis pininos como reportero de la gente.

Ese trabajo y muchos más en el sistema de salud por todo el territorio de la entidad, con verdadero sentido de la responsabilidad, honestidad, elevada vocación social y humanismo de real amor al prójimo, al doctor Miguel Ángel Navarro Quintero valió ser nombrado por la gente del pueblo como el mejor secretario de Salud en la historia de Nayarit, título que aún pervive en la conciencia colectiva.

También trabajadores de la dependencia de salud a los que tocó en suerte la jefatura del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero guardan grato recuerdo de éste, si no todos la mayoría, porque como funcionario supo darle a cada quien el lugar que le corresponde, actitud que en ellos provocó la retribución, en consecuencia la buena marcha de la institución.

Entre quienes están al tanto de la información oficial califican a Roberto Sandoval como el gobernador de primera vez, es decir la mayoría de acciones que emprende el mandatario estatal son por primera vez, ningún gobernador lo había hecho antes.

Pero no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre, es causa imputable a quienes en sus manos tienen el manejo institucional de la información del gobierno de la gente, que en muchas ocasiones muestran ignorancia supina. También los asesores tienen responsabilidad. En lugar de contribuir a enaltecer el trabajo del gobernante, lo hunden al caer en imprecisiones, alabanza fácil, exageraciones, errores y omisiones. Son hueros.

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