Otra vez se pide el aumento a la tarifa del transporte urbano

De nueva cuenta como suele suceder cada inicio de año y en ocasiones a veces otras dos o más solicitudes a mediados, los permisionarios y concesionarios del transporte urbano están solicitando un aumento en las tarifas; ahora piden, aunque sea un peso de aumento en el precio del pasaje. Sin embargo, todo indica que habrá una negativa por parte de las autoridades correspondientes.

Como siempre, el pretexto es el mismo: aumento en los combustibles, así como el incremento en los precios de las refacciones y demás implementos en las unidades de este tipo de transporte; pero, de acuerdo a las notas referentes en diversos medios de comunicación, así como portales de internet demás redes sociales, ahora no se comprometen a la renovación del parque vehicular, tal y como se ha hecho cada vez que los permisionarios solicitan aumento en las tarifas, aunque sí volvieron a pretextar un aumento a los conductores de este servicio.

El problema es que, de acuerdo a comentarios entre varios usuarios cotidianos del transporte urbano, el servicio deja mucho qué desear, pues da muestras muy claras de una gran deficiencia sobre todo en domingos y días festivos y otros días aunque no se festeje nada, pero el caso es que algunas rutas dejan de circular a tempranas horas de la noche, pues se ha visto que ya después de las 21:00 horas varias de las rutas suspenden el servicio o si acaso llega a pasar un camión o combi cuando bien les va a los usuarios.

Se han dado casos también de que algunos de los choferes cortan la ruta ya en horas de la noche advirtiendo a los usuarios que nada más van a llegar a determinado punto, sobre todo, las rutas que van a la periferia más lejana de la ciudad. Otra deficiencia muy clara es el mal servicio que se les da a los estudiantes y adultos mayores a quienes por lo regular los dejan con el brazo extendido pidiendo la parada (sin albur). Otra, es que, a propósito de adultos de la tercera edad, algunas unidades no traen asientos preferenciales, es decir, de color amarillo y si los traen, los choferes no ponen atención cuando los ocupan personas jóvenes de ambos sexos así vean que van viajando ancianos de pie. La atención referida en estos casos es que el mismo conductor pusiera orden diciéndoles a los jóvenes que les dejen esos asientos preferenciales a los adultos mayores, así como a quienes padezcan dificultad de movimiento físico, invidentes y mujeres embarazadas o con niño, perro al brazo y perico al hombro.

En cuanto a las unidades del servicio urbano, queda claro que a la mayoría ya les afectaron los años de servicio, por lo que, en muchos de estos casos, la flota tiene que ser renovada o al menos darle una restauración y reparación a fondo, para así, presentar y dar un servicio que en realidad valga la pena seguir pagando diez pesos, pero no más.

Si bien se dice que las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias, en la ciudad de Guadalajara, en el vecino estado de Jalisco, la tarifa es de 9.50 pesos; sin embargo, según los conocedores y teóricos de la conspiración, aquí podría haber cierta jiribilla en este asunto, ya que hoy en día los choferes ya no tienen acceso al dinero, pues los usuarios utilizan una tarjeta de transporte o con monedas que se depositan en un aparato que, obviamente, no da cambio; así que como ya casi no hay monedas de .50centavos, pues el transporte queda en diez pesos. Esto sucede en todo tipo de transporte urbano en la Perla Tapatía como camiones tradicionales, macrobús, peribús y tren ligero; aunque en este último el boleto para un viaje se adquiere en una máquina especial y que tampoco da cambio, por lo que los .50centavos de cambio quedan en el limbo.

De estos .50centavos nadie sabe a dónde van a dar ni quién se queda con esos centavos que, según dicen algunas personas significan hasta cinco millones de pesos al año; pero eso ya es otra historia.

Volviendo a la capital nayarita, quienes sí subieron su tarifa y al parecer sin ninguna autorización, son los taxistas, pues hoy en día ningún taxista cobra menos de 50.00 pesos por viaje, así sea en el primer cuadro de la ciudad. Sin autorización alguna, pues se dice que las autoridades de movilidad no han autorizado ningún incremento en las tarifas de taxis. 

Sin embargo, en caso de que sí se haya autorizado un aumento para los taxis, se debería de colocar esa tarifa en el parabrisas de los vehículos de este tipo de transporte, como aquella vez en que al frente del asiento del copiloto se exhibía la tarifa.

Sea pues. Vale.