Todo podría ser cuestión de semántica
Sergio Mejía Cano
03 de septiembre de 2020
Sin lugar a dudas, se ve claramente que hay personas que esperan cualquier tipo de desliz en lo que diga o haga el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para criticar lo que sea, todo con tal de resaltar, por lo regular los supuestos errores tanto de dicción o hasta el lustrado de su calzado.
Ahora suena en las redes sociales, aunque muy poco o casi nada en la mayoría de las publicaciones informativas tanto locales como de circulación nacional, respecto a lo dicho por AMLO, cuando se refirió, en su discurso sobre su segundo informe de gobierno, a la ausencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, y al director de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, aduciendo que esto era un claro reflejo de la autonomía tanto del Poder Judicial, como de la Fiscalía, justificando su ausencia también, diciendo que no habían podido asistir. Y AMLO, puso énfasis en que antaño esto era prácticamente imposible que sucediera. Pero lo que hizo explotar las redes, por los críticos, fue cuando AMLO señaló que esta vez las personas ausentes a su discurso, era porque ahora sí contaban con “la arrogancia de sentirse libres”.
Y esta palabra de “arrogancia”, fue la que despertó dimes y diretes, por supuestamente estar mal enfocada o mal aplicada. Sin embargo, al revisar el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), se ve que arrogancia, es calidad de arrogante, y arrogante tiene tres acepciones que son la 1.- Altanero, soberbio, la 2.- Valiente, alentado, brioso, y la 3.- Gallardo, airoso.
Aquí se podría intuir que posiblemente AMLO dijo a propósito esta palabra, con el único fin de levantar ámpula y a ver que decían sus adversarios y detractores; tal y como sucedió, pues de inmediato hubo burlas y en medios y redes sociales en donde se exponía este asunto, se entrecomillaba la palabra arrogancia.
Y tan lo pudo haber dicho a propósito el presidente AMLO, nomás para hacer la víbora chillar, para ver qué efecto producía. Porque tal vez si le pidieran alguna explicación del porqué pronunció esa palabra, probablemente su respuesta se apegaría a la segunda acepción que marca la RAE, y decir AMLO que ambos personajes que no asistieron a su segundo informe a pesar de haber sido invitados, lo hicieron porque mostraron su valentía de sentirse libres, autónomos e independientes del Poder Ejecutivo, y que gallarda y airosamente, demostraron su total autonomía y no ser como antes que claramente se notaba la sumisión de los otros dos Poderes de la Unión, al Ejecutivo, y menos lo que era antes el Procurador que ahora es el Fiscal, debido a que para este puesto, es el Presidente de la República en turno quien promueve y propone a la persona que deberá ocupar este cargo; por lo que lo más probable era que por esto, los entonces Procuradores de Justicia se sentían obligados para con el presidente en turno, de estar agradecidos con su nombramiento, y de ahí que estuvieran al “mande usted, señor presidente”.
Lo que llama la atención, es que cuando Vicente Fox Quesada estuvo al frente del Poder Ejecutivo, y empezó con sus dislates deformando el idioma que hablamos al decir “chiquillos y chiquillas, las y los, mexicanas y mexicanos, etcétera”, fue raro que alguien criticara esta deformación del idioma español, debido a que desde siempre se ha aceptado por la RAE y ha sido común pronunciar en masculino el plural, como por ejemplo al decir “mexicanos” se entiende que se engloban ambos géneros, al decir que a todos los niños se debe de proteger, desde luego que abarca a las niñas también.
El problema es que en vez de corregir este entuerto del léxico, se quedó la costumbre dizque porque si no se nombra al femenino, se tomaría como una discriminación hacia las mujeres; así que ahora estamos en la aberración de que tanto políticos como en los medios informativos se diga que esto es para “las y los”, quedando esto en una vil aberración porque al anteponer eso de “las”, más de una persona se podría preguntar que qué es o qué significa “las”.
Y otro claro ejemplo, es cuando aquí en Tepic se comenzó a usar la palabra “tepicenses”, tomando esta palabra como si fuera el gentilicio de los habitantes de Tepic; y ahora la utilizan la mayoría de los medios tanto impresos como portales de internet, y mucha gente cree que así es el gentilicio de los tepiqueños, y así se refieren a los habitantes de Tepic. Y todo porque así lo dicen las altas autoridades gubernamentales.
Sea pues. Vale.
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