Infortunadamente para todo hay gente
Sergio Mejía Cano
29 de Abril de 2019
Se dice comúnmente que para todo hay gente, e infortunadamente al parecer sí es posible esta frase, ya que hay gente que se presta para cometer las peores atrocidades en contra de sus semejantes, tal y como ocurrió últimamente en Minatitlán, Veracruz, en donde se ha informado en los medios que al menos 13 personas fueron masacradas y entre ellas hubo mujeres y por lo menos un menor de edad de menos de dos años.
Hay quienes afirman que nuestra sociedad se ha descompuesto a tal grado que ahora ya no sorprendería nada de esto, porque ya tiene tiempo en que se atenta contra mujeres, adultos de la tercera edad y obviamente contra niños; y lo malo podría ser que en muchos de estos casos las autoridades señalan que son ajustes de cuentas entre grupos delincuenciales; sin embargo, a quien menos le conviene atentar en contra de civiles inocentes es precisamente a dichos grupos del llamado crimen organizado, porque tal vez lo que menos quieran estos grupos es llamar la atención y menos ser perseguidos por asesinar gente que no tiene nada que ver con sus asuntos.
A guisa de que se diga que veo mucha tele o cine, en películas, series y hasta novelas referentes a las mafias de los Estados Unidos (USA) o de Sicilia, siempre se oye o se lee que nada se hará en contra de mujeres y niños o familiares de otras organizaciones criminales que no sean soldados de las mismas. Como en la novela de “El Padrino” de Mario Puzo, en donde Virgil Sollozo quiere negociar con los Corleone por medio del joven Michael por no estar involucrado éste con los negocios de su padre, Vito Corleone; igual piensan los miembros de su familia cuando Michael quiere ir a la ciudad a ver a su novia y que su hermano Santino (Sony) y el conciglieri Tom Hagen afirman que Michael no corre peligro porque no es un activo de la familia o pandilla.
Pero al parecer aquí en nuestro país el asesinar mujeres, niños y ancianos que no tienen nada qué ver con algún grupo delincuencial en forma activa más que ser familiares de algunos de ellos, y ya con eso tienen para que su vida corra peligro; y hasta las autoridades han documentado que se ha apresado a hijos, esposas u otro familiar de algún capo por el solo hecho de ser parientes del supuesto delincuente.
Y volviendo al horrible crimen en Minatitlán, Veracruz, se entiende que solamente una mente muy retorcida se prestaría para acribillar a mujeres, niños y ancianos que nada les han hecho y que por lo mismo ni se conocían entre sí; y por más venganza que pudiera ser, el asesinar familiares inocentes no resuelve nada de nada y todo sigue igual o peor, porque posiblemente haya quien quiera vengarse en la misma forma: matando civiles de todas las edades y género nomás porque son familiares de un supuesto enemigo.
En la película mexicana “Todo el poder” se ve que una pandilla delincuencial asalta un restaurante de lujo y después una sala de cine, y hoy en día esto ya no sucede nada más en películas sino que ya es parte de la vida cotidiana que han sufrido muchos mexicanos en carne propia, y no nada más en restaurantes de lujo sino hasta en fondas y al menos ya se documentó que ya asaltaron un cine en la hoy llamada Ciudad de México, claro que aparte de los hechos que no se denuncian; y no se diga de los asaltos a los usuarios del servicio del transporte urbano en varias entidades del país y desde luego en la Ciudad de México en donde se ha informado que hasta gradadas explosivas avientan en las combis, lo bueno es que primeramente bajan al pasaje y al chofer; pero de todos modos esto se podría tomar como que una parte de la sociedad está completamente retorcida y más, porque eso de asaltar una unidad del transporte urbano significa dañar en su economía a gente de escasos recursos y nada más.
Lo extraño es que en esta aún flamante administración Federal no deja de decirse que su principal enfoque es en contra de la inseguridad y que se está combatiendo y sin embargo, crímenes, asaltos, robos tanto a casas habitación y transeúntes han ido a la alza; pero podría ser que quienes se dedican a estos asaltos y robos estén contemplando que sus días de impunidad ya estén contados y por eso que se estén aprovechando mientras no se imponga un plan de ataque formal y en serio en contra de la inseguridad, aunque quién sabe cuando ocurra esto para bien de la otra parte de la sociedad cuyo temor por la inseguridad crece cada día más. Porque es obvio que la impunidad latente de años es la principal generadora de delitos.
Sea pues. Vale.
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