Ríspida la competencia presidencial
Francisco Cruz Angulo
23 de Enero de 2018
En veinte días más habrá concluido las llamadas campañas internas de los tres aspirantes a la presidencia de la república. Sin embargo sus campañas de proselitismo han ido más allá de su militancia interna y sus posicionamientos políticos-electorales han trascendido a todos los sectores de la población ya sea por los medios de comunicación que les dan amplia cobertura informativa y analítica y por las redes sociales.
¿Cuál ha sido la actitud de los tres cuasi candidatos presidenciales de las tres alianzas y la percepción pública que se tiene de ellos?
Del precandidato Dr. José Antonio Meade de la alianza “Todos por México” que la integra el PRI-PVEM y PANAL da la impresión que no tiene brújula que la oriente. El Sr. Meade y sus asesores de campaña se mueven en arenas movedizas a consecuencia de que están atrapados en las profundas contradicciones del gobierno de Enrique Peña Nieto del que no pueden deslindarse porque son uña y carne de su régimen de gobierno. Por lo tanto Meade y sus aliados están obligados a defender lo indefendible como son los problemas de la fallida guerra en contra de las bandas delincuenciales; la pus de la corrupción e impunidad que aflora en las distintas áreas de la administración federal y de varios gobernadores priistas que saquearon al Erario estatal y la creciente desigualdad social.
Ante estos problemas que enfrenta el actual régimen de gobierno priista el Sr. Meade y su partido optan por exaltar sus egos académicos y formulas macroeconómicas que nadie entiende mientras que su discurso político, a falta de argumentos recurre a la descalificación de sus adversarios mediante adjetivos “loquitos”, ocurrentes, dictadorcitos, son un peligro para México, que ni trabajan ni estudian y que el “Peje” está siendo asesorado y financiado por los rusos.
En fin la precampaña del Dr. Meade es como el agua: incolora, inodora e insípida, por lo cual hoy ocupa un tercer lugar en la intención del voto…
ANAYA PUEDE SER COMPETITIVO
El precandidato presidencial de la alianza “Frente por México” PAN-PRD y Movimiento Ciudadano todavía no articula bien su campaña de proselitismo electoral quizá porque está más ocupado en cohesionar a los dirigentes y militantes de su partido y ganarse la confianza de los militantes y simpatizantes de sus aliados del PRD y Movimiento Ciudadano porque no basta cambiar de chaqueta para ganar adeptos.
Sin duda Ricardo Anaya tiene talento y cultura política y sobre todo un audaz pragmatismo para lograr sus objetivos.
Asimismo tiene a su favor el apoyo incondicional de 15 gobernadores, cientos de presidentes municipales, una numerosa bancada en el Congreso de la Unión y de la totalidad de la estructura territorial del blanquiazul así como de sus órganos de gobierno, es decir dispone de una fuerza política superior a la del PRI y aliados.
Ahora bien el hecho de haber concretado una alianza a la presidencia de la república con dos partidos ideológicamente antagónicos habla bien de su capacidad de negociación en base a construir un gobierno de coalición sostenido por agendas prioritarias comunes.
Lo que tienen claro Ricardo Anaya y sus aliados es la de convencer a millones de ciudadanos que su proyecto de gobierno es más verosímil al que encabeza Andrés Manuel López Obrador precandidato de la alianza “Hagamos Historia” integrada por MORENA, PT y Encuentro Social.
Ante tal reto Ricardo Anaya primero tendrá que confinar hasta el tercer lugar al candidato priísta Sr. Meade y en una segunda fase confrontar a López Obrador por el primer lugar.
En cambio el político tabasqueño López Obrador va en caballo de hacienda. Su movimiento político electoral crece como bola de nieve día a día mientras sus adversarios le tiran arañazos. El político tabasqueño continúa marcando la agenda de la competencia presidencial en tanto que actúa como si ya fuera jefe de estado al anunciar en esta primera etapa de la competencia a lo que podría ser su gabinete de gobierno así como la de anunciar cuál será su política de seguridad pública y de cómo combatirá la corrupción y la impunidad que son hoy en día dos flagelos que agobian a la sociedad mexicana; de esta forma concita inusitadamente el apoyo de sectores de la población que antes no comulgaban con su movimiento.
Hasta el día de hoy el barco de MORENA conducido por López Obrador va viento en popa. Cada día se sube más gente a ese barco. El riesgo es que lo hundan antes de llegar a seguro puerto…
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