El fuero que no debió existir
Sergio Mejía Cano
20 de junio de 2017
Una de las frases muy comunes que utilizan infinidad de políticos, funcionarios y hasta autoridades de todos los rangos, es que “nadie por encima de la ley”; sin embargo, eso del fuero político desmiente a todos quienes han pronunciado esa frase. Afortunadamente ahora se anuncia con bombo y platillo que el Congreso Estatal ha anulado dicho fuero, por lo que ya no tendrán esa protección los servidores públicos que estaban escudados con ese fuero a todas luces anómalo.
Y es obvio que quienes contaban con la protección del fuero político sí estaban por encima de la ley, porque con ese pretexto, cualquier denuncia en contra de algún funcionario no podía ser investigado a amenos que se le quitara ese fuero, cosa que no se ha dado jamás entre congéneres políticos a menos que sean adversarios y así convenga a los intereses tanto partidistas como de grupo, y hasta particulares.
Pero eso del fuero sí se podría considerar anómalo porque los mismos legisladores tergiversaron el para qué se estableció, ya que históricamente se ha dicho que fue debido al asesinato del senador chiapaneco don Belisario Domínguez, y que el fuero se constituyó para que en lo sucesivo los legisladores no fueran molestados por lo que digan y hagan en tribuna, pero no para que no se les moleste en caso de cometer un delito del fuero común.
Y a propósito de la creación del fuero político: si este se propuso y quedó plasmado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano de 1917, y si los mismos legisladores, tanto senadores como diputados protestan guardar y hacer guardar dicha Carta Magna, entonces ¿por qué se han dado casos en que ya sea en la Cámara Alta o Cámara Baja o ambas constituidas en el Congreso de la Unión, los legisladores que empiezan a hacer señalamientos de la administración en turo, los legisladores alineados con el sistema bloquean o interrumpen al legislador que está en tribuna?
Si el fuero político original se estableció para que los legisladores no sean molestados por lo que digan o hagan en tribuna, entonces ¿por qué son ellos mismos, los legisladores, quienes molestan a otros legisladores de otros partidos políticos cuando en tribuna están diciendo la realidad del país o están cuestionando el actuar del Presidente de la República en turno?
Se han documentado cosas y casos y hoy en día más en las redes sociales, así como en el mismo canal del Congreso, en que algunos legisladores interrumpen al que está en tribuna supuestamente porque está ofendiendo al jefe del Poder Ejecutivo o a ellos mismos, por lo tanto le gritan o no lo dejan hablar, como cuando Laida Sansores y otros hacen serios señalamientos y pintan la realidad del país mucho muy diferente a como la actual administración la tiene contemplada; y más aún, como representantes populares, aparte de no respetar la Constitución al interrumpir al orador que está en tribuna, le faltan al respeto a sus respectivas Cámaras abandonándolas dejando prácticamente con la palabra en la boca al legislador en tribuna.
Y precisamente para eso se creó el fuero político: para que senadores y diputados no sean molestados por lo que digan y hagan en tribuna; y el no ser molestados significa que no sean interrumpidos y que se les respete en todo momento su derecho a expresarse y que nadie se sienta ofendido porque para eso existe el diálogo y se pueden dirimir las controversias que generan todas las iniciativas y formas de gobierno.
Y ahora que se dice que ya se eliminó el fuero para los políticos y funcionarios desde el gobernador en turno para abajo, ojalá y se llegue a aplicar tal cual; sin embargo, podría traer algo contraproducente debido a las malas lenguas que aprovechando la oportunidad no dejen de estar denunciando o demandando a tal o cual representante popular o funcionario por aquello de algo anómalo en sus funciones o por qué no: en su pasado. Porque es común que todos tengamos por ahí un pecadillo que podría resurgir en el momento menos adecuado. Así que es posible que denuncias y demandas en contra de los servidores públicos se acrecienten nada más para hacer la mosca chillar aprovechando que ya no tienen ese fuero mal habido en su momento, porque de que hay gente malintencionada, desde luego que la hay, y nomás para hacer ruido.
Así que para que la próxima legislatura marche tal y como es debido y no se vea interrumpida por algún tipo de denuncias en contra de alguno de los legisladores, éstos tendrán que arreglar cualquier asunto que pudiera parecer turbio y afectarle.
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