Circularidad la alternativa sostenible dentro del capitalismo
Octavio Camelo Romero
31 de Mayo de 2017
Para conseguir la gubernatura 2017, todos los candidatos en las tres entidades de la República hablan de crear nuevos y mejor remunerados, puestos de trabajo. Semejante afirmación debe llenar de satisfacción a los financieros y empresarios nacionales y extranjeros por la seguridad de que los tres gobernadores electos le facilitarán las cosas para que en dichas entidades puedan realizar la reproducción ampliada de sus capitales, esto es, la acumulación del capital. Sin embargo, ninguno de los candidatos ha abordado con precisión los Objetivos del Desarrollo Sostenible ni la forma en que la sustentabilidad la llevarán a cabo dentro de las relaciones capitalistas de producción.
Al considerar el sistema industrial como un ecosistema, la práctica de gestión ambiental adquiere la categoría de “ecología industrial”. Con ello se trata de satisfacer las necesidades sociales de las empresas sujetas a leyes y reglamentos nacionales, en el supuesto de buscar y alcanzar la sostenibilidad, esto es, de ir más allá de las políticas ambientales y de responder a los desafíos globales como el agotamiento de recursos naturales, la contaminación, el cambio climático, etc. Aquí el objetivo es que, el consumo de materias primas y energías se reduzca a valores tales que la biosfera pueda reemplazarlos, y que las emisiones de residuos se reduzcan hasta valores tales que la biosfera pueda asimilarlos. Considerando al sistema industrial como un ecosistema, necesariamente se intercambiarán flujos de materia, energía e información consigo mismo y con su entorno. Por eso se vuelve una prioridad estudiar dichos flujos y, reestructurar el sistema industrial para mantenerlo en equilibrio con la biosfera.
Dentro de las relaciones capitalistas transnacionales ha surgido como una opción de la sostenibilidad, la implementación de estrategia para reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes, buscando cerrar los “bucles” o flujos económicos y ecológicos de los recursos. Dicha estrategia se conoce con el nombre de “economía circular”. Los flujos materiales son de dos tipos, “nutrientes biológicos”, diseñados para reintroducirse en la biosfera sin incidentes, y “nutrientes técnicos”, los cuales están diseñados para circular con alta calidad en el sistema de producción pero no vuelven a la biosfera. La idea subyacente es que, el actual “flujo lineal” de los materiales, esto es, recursos-producto-residuos, sea necesariamente transformado en un “flujo circular”, es decir, recursos-producto-recursos reciclado. En realidad el término "economía circular" se empezó a utilizar en la década de los años 80 del siglo pasado. Y pretende con la circularidad, el cambio de combustibles, de fósi
les al uso de energía renovable. Sin embargo, aunque algunos gobiernos se han planteado asumir para sus países la economía circular, todavía existen resistencias como la de Donald Trump de los Estados Unidos de América al Desarrollo Sostenible de su sociedad.
Estas temáticas, de por sí, importantes para la vida de la humanidad y la preservación del planeta, han estado ausentes en las campañas de los aspirantes a gobernador 2017 en las tres entidades de la República. Con una mentalidad clientelista han elaborado, en el mejor de los casos, algunas propuestas y, en la mayoría de las veces, diatribas y denostaciones de los adversarios. Lo lamentable es que con este esquema ya inició la lucha política por la presidencia de la República para el 2018. En fin.
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