Alza de precios y caída del salario real se esperan en 2017
Octavio Camelo Romero
19 de Enero de 2017
El alza de los precios y la caída de la capacidad de compra de los mexicanos no es un asunto de voluntades; obedece a leyes sociales objetivas derivadas de las condiciones del desarrollo del capitalismo transnacional y de su expresión en México. Para nadie es desconocido que el régimen de producción y circulación mexicano es un régimen capitalista; que independientemente del estatus de empresas de estado, aquellas operaban bajo las normas capitalistas de la obtención de ganancias o utilidades; que el Estado Neoliberal Mexicano es un Estado Transnacionalizado al servicio del capital transnacional y vinculado estrechamente al mercado norteamericano; y que las políticas públicas mexicanas son pensadas para beneficiar a los capitales extranjeros fundamentalmente. Sin embargo, las condiciones socio-históricas del desarrollo del país han sufrido modificaciones tanto por el arribo de Donald Trump a la presidencia de USA como por transformaciones en el capitalismo global como por erratas de las políticas públicas mexicanas.
Si los costos de producción suben, necesariamente subirán los precios de mercado. Y a este fenómeno no se le puede denominar “inflación” a causa de que ande circulando demasiado dinero circulante. Desde el momento en que nuestros políticos gobernantes se entregaron al capitalismo transnacional, desde ese mismo momento dejamos de ser independientes, autosuficientes, soberanos y libres. Entrar en los círculos de los capitales transnacionales es entrar a formar parte de cadenas productivas y de circulación que, necesariamente impactarán en los costos y precios de las mercancías y servicios producidos en un cierto país. Los capitales pierden su nacionalidad al constituirse los capitales multinacionales que operan en todo el planeta. De aquí que en la estructura de costos de producción un alto porcentaje de los mismos dependan de los precios del mercado internacional expresado en dólares. Por eso si el peso mexicano se devalúa frente al dólar, necesariamente se reflejará dicha devaluación como un incremento en el costo de producción, y este a su vez se reflejará como un alza de precio en el mercado local y mundial. Con ello, los productos mexicanos dejarán de ser competitivos en el concierto internacional y tal situación se expresará como una contracción del mercado mundial; nacionalmente esos productos difícilmente encontraran salida por las mismas condiciones del alza generalizada de precios.
Ya la CONCAMIN puso el dedo en la llaga, advirtió que las presiones son latentes para un incremento generalizado de precios, pues los costos de las empresas se han elevado notoriamente y aumentan la posibilidad de trasladarlos al consumidor final. Y su organismo de investigaciones, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, CEESP, dijo que uno de los principales objetivos en 2017 debe ser la protección del “poder adquisitivo de la moneda”, por lo que solicitó a la Secretaría de Hacienda y al Banco de México hacer esfuerzos adicionales para evitar un incremento generalizado de los precios, como consecuencia del aumento de los costos de las gasolinas, electricidad y otros servicios públicos, así como del efecto de la depreciación del tipo de cambio. La CONCAMIN destacó que ya el aumento en los costos alcanzó niveles imprevistos. En la industria metálica básica hubo un incremento acumulado en costos de 25.1 por ciento a noviembre pasado; la industria electrónica reportó un aumento de 15.9 por ciento; la química con 15.5 por ciento, mientras en los fabricantes de maquinaria el alza en costos fue de 13 por ciento, y de 11.4 por ciento para los fabricantes de equipo de transporte. En fin.
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