Otras formas alternas de energía
Sergio Mejía Cano
03 de Enero de 2017
Inevitable no inmiscuirse de una u otra forma en el tema del gasolinazo, pues es la comidilla de los días más recientes y posiblemente no se apague pronto, antes al contrario, podría ir creciendo porque no es poca cosa, pues a todos nos atañe de alguna manera, aunque no tengamos vehículo que necesite este tipo de combustible e incluso diesel.
Hoy se oyen voces al respecto del aumento a la gasolina y el diesel, unas a favor y obvio, otras en contra que son las más porque es más la gente afectada que la beneficiada con dicho incremento en el precio de los combustibles, aunque las voces a favor digan lo contrario, porque ahora salen con la batea de babas de que este aumento no es un efecto de la Reforma Energética, sino que es producto de una carga impositiva para no haber tenido que aumentar impuestos en otros aspectos y así lesionar aún más la economía de la población.
También lo que llama la atención es que las autoridades correspondientes salen a decir que esto no causará inflación y que las clases más necesitadas no se verán afectadas y que en un futuro los beneficiados serán nuestros hijos y nuestros nietos, etcétera; frases a todas luces insostenibles que más bien pareciera que el gobierno ya tuviera la plena convicción de que todos los mexicanos, excepto la casta gubernamental, somos débiles mentales o que no estamos en nuestros cabales y que por lo mismo, nos vamos a tragar todas sus argumentaciones estúpidas que posiblemente ni ellos mismos se las creen.
Sin embargo, no se explica gran parte de la opinión pública cómo es posible que habiendo otras formas alternativas de energía, nos empeñemos en seguir dependiendo de los derivados del petróleo que aparte de contaminantes, queda claro que le sirve de mucho a la casta gubernamental para ablandarnos y hacernos bailar al son que quiere. ¿Por qué no producir en masa automóviles eléctricos o en su caso primeramente híbridos para ir desapareciendo paulatinamente los de combustión interna? Pues tal vez por la sumisión de nuestros gobiernos que acatan la voluntad de las petroleras extranjeras que ven un peligro en las demás formas alternas de energía que, como se dice, en Brasil ya se utiliza el alcohol en los automóviles y, de acuerdo a lo que se ha documentado, es posible que aparte de la caña de azúcar, también es posible sacar energía del maíz, aunque lo más viable según los enterados en cuestiones de energía sana, ahí está el Sol que no se raja con sus rayos que pueden alimentar infinidad de fotoceldas y paneles para hacer avanzar todo tipo de vehículos.
En algo que se coincide en la mayoría de las pláticas inevitables respecto al gasolinazo, es que todo este ruido sea nada más eso, puro ruido que se apagará pronto debido a la necesidad que tiene la gente de trasladarse de un lugar a otro así como del transporte de mercancías, aceptando con el tiempo sumisamente estos aumentos que hoy han hecho respingar a buena parte de la ciudadanía. Pues es algo parecido a cuando se privatiza algo que, para justificar la privatización se hace caer por los suelos la preferencia de algo, como en el caso de Telmex que antes de privatizarse daba un mal servicio para que la gente aprobara y justificara la privatización; igual pasó con los ferrocarriles y todo lo que se ha privatizado o está por privatizarse, por lo que ahora quien está en la mira es Pemex, que bajo ninguna forma podría competir contra las gasolineras que se dicen vendrán a sentar sus reales en nuestro país. Así que ahora se sataniza a Pemex como el malo de la película que vende gasolina mala y cara; ah, pero ahí vienen las empresas salvadoras, gringas por supuesto, por lo que con el tiempo, mansamente la mayoría de los mexicanos aceptará sin chistar el precio de los combustibles que impongan esas empresas que han recibido en bandeja de plata el petróleo mexicano.
Las declaraciones del Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, ya no se sabe si son para dar risa, enojo, enfado o de plano ya no tomarlas en cuenta para nada, porque eso de que no nos preocupemos, que no nos asustemos y de que el aumento en el precio de los combustibles no nos afectará, como que nada más están dirigidas a la casta gubernamental, porque se dice que esta casta no gasta en gasolina porque les den vales para surtirse de la misma; y desde luego, si dice que beneficiará a hijos y nietos, pues tal vez se refiera nada más a los de esta casta que cada día sangra más y más al mexicano de a pie que como siempre, es quien paga todo.
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