Nayarit, destrozado
Héctor Severiano Ocegueda
06 de octubre de 2016
Gobierno, APLASTA movimientos SOCIALES
ATENAZADO entre la TRAGEDIA social, mostrada por los números de la POBREZA, el DESEMPLEO y los BAJOS salarios y gobiernos que constituyen auténticas PANDILLAS de SAQUEADORES, Nayarit vive hoy una CARENCIA de ESPERANZA, al menos en los límites del actual sistema político y en términos de las RECETAS tradicionales de gobierno. Los números, consultables en los portales de Internet de las instituciones dedicadas al análisis de la realidad social, desde el CONEVAL, hasta el INEGI, pasando por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) están a la vista. Centenares de miles de nayaritas figuran en las estadísticas de la POBREZA y la ECONOMÍA INFORMAL. Las ADICCIONES a las DROGAS suben como la espuma no sólo entre la población URBANA, sino en las comunidades RURALES. Disimulada por intervención gubernamental, la INSEGURIDAD persiste y se AGRAVA en todos los municipios, con incremento ESCANDALOSO en Tepic, donde el ROBO a casas-habitación y los delitos relacionados con ataques a la PROPIEDAD crecen sin parar. La QUIEBRA del CAMPO destruye la posibilidad de mejora en las condiciones de vida de MILES de familias que viven de la agricultura. La llamada Riviera Nayarit, sentada en las tierras negociadas por el Fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA) ni de CHISTE atrajo la PROSPERIDAD prometida a los campesinos de la región. Tepic, la capital del estado es una ciudad en RUINAS.
La CORRUPCIÓN en el gobierno estatal y gobiernos municipales, con gobernantes y “representantes populares” atrapados por la BANALIDAD, el AUTOELOGIO y la DESCARADA práctica de hacer NEGOCIOS PRIVADOS al amparo de la administración pública NO dejan mucho lugar a la ESPERANZA. Ese es el PANORAMA que enfrentará cualquiera que TRIUNFE en la elección de 2017. Insistir en gobernar con los métodos y la TRADICIÓN del modelo político y económico dominantes, AUGURA el mayor HUNDIMIENTO de la entidad. Sin una perspectiva de gobierno de PODER POPULAR con una clara propuesta política orientada con los métodos de la DEMOCRACIA DIRECTA y PARTICIPATIVA y con un compromiso por la economía SOCIAL, los esfuerzos por enderezar el BARCO serán POCO fructíferos, por NO decir que INÚTILES.
En una interesante colaboración (“Declaración de guerra en Sinaloa”) publicada este 5 de octubre en el periódico “El Debate”, el periodista Raymundo RIVA Palacio, afirma: “La emboscada a un convoy del Ejército el viernes pasado en Culiacán fue una declaración de guerra al Estado Mexicano. El gobierno no se ha dado cuenta. Lo que hizo un grupo de criminales al servicio del narcotráfico fue vulnerar la última frontera de la seguridad nacional, las Fuerzas Armadas, que no respondieron al tamaño de la afrenta frente a un grupo que, ante la debilidad mostrada, sometieron en número y capacidad de fuego a los militares, y los humillaron al quemar a dos de los soldados a quienes dejaron ardiendo en llamas en la carretera.” El periodista COMPARA la REACCIÓN del Estado Mexicano frente a la INSURRECCIÓN zapatista en 1994 en la que se movilizaron importantes recursos militares, con la respuesta al DESAFÍO lanzado por la DELINCUENCIA, dejando abierta la puerta a la reflexión de que el Estado Mexicano, tratándose de luchas SOCIALES y movimientos de IZQUIERDA se comporta en forma DEMOLEDORA, no escatimando esfuerzo alguno e invirtiendo recursos en vastedad, lo cual se puede COMPROBAR al revisar la HISTORIA del comportamiento gubernamental en la REPRESIÓN a los estudiantes en 1968 en la Ciudad de México, la PERSECUCIÓN de los movimientos guerrilleros en Guerrero en los años sesenta, la ANIQUILACIÓN de los movimientos armados de los años setenta y la REPRESIÓN fulminante emprendida contra toda clase de movimientos sociales y políticos de VERDADERA OPOSICIÓN.
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