A seguir la punta de la madeja

Se ha dicho siempre con gran verdad que tras advertencia no hay engaño, esto lo acaba de constatar el flamante rector de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), señor Jorge Ignacio Peña González al reconocer públicamente que las finanzas de la UAN no andan muy bien que digamos. Y no es sorpresa en lo absoluto, porque ya desde hace mucho tiempo se ha venido informando a la opinión pública que hay graves anomalías en cuestión económica desde hace varios años.

En los medios informativos resalta la nota en donde el neo rector Peña González afirma que se hará una auditoría para detectar en dónde ha estado la falla de que ahora las cuentas no salgan parejas. Así que si habrá auditoría, por el bien de la misma UAN, esta debe ser a fondo y sin tocar barandas, porque de acuerdo a lo dicho por el rector, hasta hoy no hay evidencia que compruebe cómo cuándo y dónde empezó a haber fallas en las finanzas, y resalta más porque no es cualquier cantidad la que está en veremos, son fuertes cantidades de dinero que deben de estar en algún lado, porque no es posible que si existe algún faltante, este se haya esfumado en el aire.

Según varios contadores públicos y auditores consultados, dicen que de querer hacer bien las cosas, es muy probable que se llegue a dar en dónde comenzó la diferencia entre ingresos y egresos, que si se tiene la buena intención, se puede llegar a encontrar la punta de la madeja por más retorcida que esté, que con algunas dificultades pero tarde o temprano todo sale a la luz y más, cuando de recursos financieros se trata; que hay procedimientos adecuados para ir llegando poco a poco hasta el inicio de alguna anomalía. Que teniendo todas las facilidades y documentos a la mano, obvio que se comienza por lo principal que en este caso es desde luego ingresos-egresos, y así ir poco a poco revisando los balances hasta encontrar en dónde, cómo y cuándo sucedió el desbalance que existe hasta hoy, porque se supone que si se empezó a gastar más de lo que ingresó, es lo que salta a primera vista, que se podría empezar de arriba hacia abajo y viceversa, es decir, como se debe empezar casi todo que es desde abajo primeramente; revisar desde la primera partida económica que ingresó a la UAN desde su fundación hasta nuestros días, y de ahí cotejarlo con los egresos, y en esto incluye a las personas que tienen acceso a los dineros, a quienes lo manejan ya sea en todo tipo administrativo como nóminas, compras y gastos en general, revisando y cotejando los precios de lo que se haya adquirido de acuerdo a los precios de tiempo y época, en donde podría resaltar que por lo regular, así sea que como muchas de las veces las cosas se compran al mayoreo tendrían por fuerza que ser precios más baratos que al menudeo; y además, están las licitaciones de que se le dan a quienes ofrecieron mejores precios en algún tipo de rubro como construcciones de aulas, material didáctico, etcétera.

Y posteriormente viene algo que puede resultar doloroso u ofensivo para alguien que se siente investigado, y esto es, cuando se empiezan a comparar modos de vida de quienes han tenido acceso a las finanzas de la UAN, como por ejemplo si cambió radicalmente su modus vivendi, que si no es o ha sido rico de abolengo y que después de vivir al día, de pronto vive con lujos que antes no tenía, pues ahí está una punta de madeja que se pudiera seguir, y no nada más se investiga a quien posiblemente se sacó la lotería o le pegó al “melate”, sino la posibilidad de que tenga testaferros o parientes que también hayan pasado a mejor vida, económicamente hablando, hasta la cuarta generación. Esto y más han señalado algunos contadores públicos y auditores, al señalar que si es que se quiere llegar al fondo del asunto, es fácil descubrir en dónde empezaron las anomalías.

Se dice que hoy en día la planta con pensionados y jubilados de la UAN es más numerosa que la planta laboral y que es uno de los principales resumideros por donde se va el dinero; sin embargo, los mismos trabajadores de la UAN afirman que de toda la vida laboral se les ha descontado en nómina para la pensión y jubilación, además de tener un fondo de ahora para el retiro y que al parecer este dinero o parte de él es lo que no se encuentra ahora inexplicablemente. Igual, los recibos del pago de predial, traen una leyenda que señala el impuesto del 12% para la UAN, y ese dinero también por fuerza tiene que estar en las arcas de la UAN, y si no lo han dado los municipios, pues pedírselos y ya, ¿o no es así?