De fuera llegará quien de tu casa te echará
Sergio Mejía Cano
14 de Julio de 2016
Vaya, pues buen argüende se ha armado con haber dado de baja el señor Ramón Cambero Pérez a alrededor de 1200 militantes del PAN, hecho que ha incomodado no nada más a los afectados y a los verdaderos panistas nayaritas, sino hasta gran parte de la opinión pública que si bien no simpatizan con el panismo, al menos concuerdan en que la forma en que les quitaron su militancia a los ahora ex panistas no es la adecuada por no haber un motivo congruente, porque no se apega a los estatutos, según dicen los enterados, ya que solamente por malas acciones –comprobadas- se puede expulsar a un militante del PAN.
Esta acción emprendida por el señor Cambero Pérez tal vez sea secuela de la reciente visita del “hombrecito del sospechosismo”, Santiago Creel Miranda, quien supuestamente le dio el espaldarazo, sin corresponderle en lo absoluto, al dirigente estatal; pero también acto derivado de quién sabe cuántas mentiras le contaron los ahora dueños del PAN nayarita a Creel Miranda y éste a su vez fue a contar a la dirigencia nacional, por lo que existe la posibilidad de que Ricardo Anaya también esté completamente engañado y ni siquiera tenga una idea clara de quiénes son en realidad los que ahora se han adueñado del PAN en Nayarit, y hasta tal vez ni enterado haya estado de que se darían de baja del padrón de militantes así nomás, de la noche a la mañana, aunque es probable que en este momento ya esté enterado y si es listo el muchacho tendrá que mandar a investigar de bien a bien el porqué de esa sacudida al árbol panista nayarita, siendo que si algo ocupa el PAN y siempre ha ocupado aquí en Nayarit, es gente.
El PAN en Nayarit no ha estado bien posicionado entre el público elector, si ha tenido una gubernatura, el dirigente nacional del PAN debe entender que fue con un priista y con una alianza con el PRD, partido político que en 1999 tenía más presencia que el PAN en el estado y que más bien fue el que llevó al priista Antonio Echevarría Domínguez, al triunfo y no el PAN, aunque el señor Echevarría Domínguez después para quedar bien con el nuevo Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, supuestamente se afilió al PAN, supuestamente, porque después se informó que jamás había sido aceptado como militante panista don Antonio Echevarría, sino que había quedado en calidad de “miembro adherente”, y nada más, pero nunca como militante.
Y a propósito de miembros adherentes, ¿por qué Cambero Pérez no dejó en este estatus a los que dio de baja mientras se aclaraba cómo se habían inscrito al PAN? Así como hizo llegar a todos y cada uno de los que dio de baja, ¿por qué no les hizo llegar mejor un aviso para que pasaran a las oficinas del PAN estatal a verificar datos, militancia, forma en que se hicieron militantes, etcétera? Porque en realidad esto debió haber hecho Cambero Pérez y no dar de baja de la noche a la mañana a tantos militantes, debió haberlos hecho llegar a sus oficinas y aclarar la situación de su militancia si es que notó algo extraño, ¿o no?
Se dice comúnmente que “de fuera llegará quien de tu casa te echará”, y vaya que lo está cumpliendo don Ramón Cambero, solamente faltó que también echara del partido a don Zeferino Ramos Nuño, a don Jorge González González y a José González, más conocido como “Pepe jugos”, quien es panista de hueso colorado, lo mismo que don Zeferino y Jorge y otros tantos verdaderos panistas nayaritas, con la salvedad de que por el momento Pepe jugos no quiere saber nada de su partido mientras esté en manos de gente advenediza, de espurios, de gente que no se identifica en nada con el panismo tradicional. Sin embargo, tal vez a Cambero Pérez ganas no le faltaron para quitarles su militancia a estos panistas de viejo cuño, pero a lo mejor le ganó una pizca de prudencia que le ha de haber hecho llegar a su cerebro una rafaguita de aire, y por eso posiblemente se contuvo.
Pero volviendo a que a todas luces es una incongruencia este hecho de desprenderse de militantes así nomás, se entiende que de bien a bien es una verdadera falta de respeto para los afectados y un insulto a la inteligencia tanto de los corridos como para la de buena parte de la opinión pública. Por lo que urge que la dirigencia nacional del PAN tome cartas en el asunto de inmediato y aclare si estuvo de acuerdo con esta infame disposición o si Ricardo Anaya fue vilmente engañado haciéndole creer que los despedidos no eran militantes confiables. Y que se investigue de bien a bien, para quien trabaja en realidad Cambero Pérez.
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