Chisgarabís
Oscar González Bonilla
06 de Julio de 2016
Miles de cuando menos cuatro organizaciones político-sociales marcharon por la principal avenida de la ciudad de Tepic para manifestar su rechazo a la reforma educativa, al brutal uso de la fuerza pública en Noxchitlán, Oaxaca, que cometió el homicidio a balazos de nueve personas y demandar solución a la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.
Encontraron excelente argumento para provocar que gran porción de la ciudadanía nayarita abandonara la modorra que produce el clima tropical y saliera a la calle con el ánimo bien puesto de mostrar desacuerdo contra lo establecido en el orden político, irritación social hacia los priistas gobiernos federal y estatal.
Si se quiere, este movimiento se puede interpretar como viva imagen de repulsa a la manera de conducir Roberto Sandoval al gobierno de Nayarit. Se agitó el brío, la inconformidad está a flor de piel porque soberbia le sobra al Ejecutivo y a algunos de sus funcionarios más cercanos, priva además en la administración autoritarismo, corrupción, impunidad, amiguismo e ineficiencia.
Hay opinión pública, mas no formal denuncia penal, de enriquecimiento inexplicable (o como se llame hoy al delito de desviación de recursos públicos para beneficio personal) de funcionarios y ex funcionarios del gobierno de la gente, caso emblemático de estos últimos Gianni Ramírez (priista actual diputado federal), quien en informe de auditoría del Órgano de Fiscalización Superior a la cuenta pública del 2012 (en ese entonces titular Salvador Iñiguez Castillo) resultó responsable de daño al patrimonio estatal, pues como secretario de Obras Públicas pagó millonarias sumas por construcciones que no se hicieron, entre otras linduras.
Pero mayor irritación social ha causado el hecho de que el gobernador Roberto Sandoval presuma su rancho ganadero “El Sueño” de decenas de hectáreas, valuado en millones de pesos, enclavado en el ejido Aután del municipio de San Blas. Ocho meses de iniciado su sexenio con candidez (en ese momento, embelesada al lado su esposa Lili López) abrió las instalaciones a los representantes de los medios de comunicación electrónicos, escritos y alternativos. Les dijo que así de floreciente y feraz pretende sea Nayarit. La información de que el mandatario es un ranchero potentado él provocó se difundiera local, nacional y mundialmente.
Fueron estos temas caldo de cultivo para que los ciudadanos hartos de gobiernos priistas alejados de resolver necesidad social, llenos de corrupción e impunidad, votaran en contra en las pasadas elecciones del domingo 5 de junio del año actual. El PRI fue derrotado en siete de las doce gubernaturas que estuvieron en juego en entidades del país.
En los días que transcurren el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, en conjunto con sus asesores en materia de mercadotecnia política, han emprendido fuerte campaña con el objetivo de mejorar la imagen del mandatario ante los nayaritas, pero lo trascendente es que el Ejecutivo empezó diversas acciones sociales con beneficio directo a sectores mayoritarios de la población. Difícil que el tiempo alcance a un año que termine su sexenio. La reacción parece tardía.
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