Ya no le den cuerda a Margarita

Si Ney González, un personaje que todavía es considerado por muchos como un genio de la política, no pudo imponer en la gubernatura a un sucesor de su grupo que le permitiera ostentar el poder detrás de la silla después del 2011 y desde su escaño en el senado de la república, a donde el corrupto ex gobernador pensaba ir en 2012 ¿qué le hace pensar a Roberto Sandoval que él sí podrá lograrlo? El actual mandatario es un tipo torpe, ignorante, con una idea bastante rupestre de lo que el poder significa.

Roberto Sandoval –siguiendo lo escrito por el maestro del periodismo Oscar González Bonilla- parece estar cansado a estas alturas de su gobierno y más enfocado a su propia sucesión el año entrante, que a hacer un buen gobierno durante los 20 meses que le restan en el ejercicio del poder. En ese sentido –preparar su sucesión- tiene una obsesión doble: cerrarle el paso al líder nacional de la CNC y senador Manuel Cota Jiménez y al alcalde de Tepic, Dr. Leopoldo Domínguez González.

-¡Cualquiera menos Cota y Polo! ¿Me oyeron? ¡Cualquiera, menos ellos dos!- fue la sentencia que hizo, en tono severo el gobernador hace semanas ante un grupo de funcionarios/ operadores de su mayor confianza. Uno de ellos, con miras al futuro y bajo el agua, no tiene empacho en desligarse de su actual jefe, pues sabe que está en el ocaso de su poder, aunque aún no se decide a caer en la orfandad nominal.

Con esa obsesión en mente, a Roberto Sandoval se le ha impuesto la idea de meter en la pelea por la candidatura del PRI al gobierno estatal a la senadora Margarita Flores como cuña para el también senador Cota y, ante el muy probable caso de que no pueda arrebatarle la candidatura al dirigente nacional de los campesinos por su cercanía con el poder presidencial, su carta bajo el sombrero es el alcalde de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva “El amigo Layín”, a quien el fiscal Edgar Veytia no ha dejado de la mano.

“Ya no le den cuerda…” posteó el pasado domingo mi amigo, el prestigiado columnista Enrique Hernández Quintero, acompañando su breve pero sustanciosa sentencia –que da origen también al título del presente artículo- de una foto en donde se aprecia una mano que porta un reloj rosado con la leyenda “Mejor Futuro”, el slogan que adaptaron más por la coincidencia entre las iniciales de la frase y las de la senadora Margarita Flores, que por su significado y en clara alusión, el posteo de Hernández Quintero, a la pérdida de tiempo y recurso que significa invertir en la senadora priísta. “Mejor futuro” se ha convertido en el estandarte de quien también fuera directora del DIF Tepic entre 2008 y 2011, cuando Sandoval despachaba en la presidencia municipal de Tepic, para reagrupar a lo que por aquellos días se hacía llamar “Fuerza Nayarita” y que no son otros sino los Sandovalistas incrustados en el gobierno.

-¡El poder de la nómina es cabrón!- sentencia a manera de broma un amigo, pero no sin razón en un estado en el que por desgracia, la falta de oportunidades es la constante.

A los empleados del gobierno estatal, federal o municipal que hayan obtenido su trabajo gracias a Roberto Sandoval, no sólo se les obliga a participar como “estructura”, es decir, a operar electoralmente en sus respectivas demarcaciones, distritos o municipios a favor de los integrantes de la corriente política del gobernador, sino que además, inmoralmente se les rebaja un porcentaje de su salario para “cooperar con la causa”.

Las actividades proselitistas de la senadora no son baratas, la pregunta es ¿de dónde se están financiando? Si asumimos que, según El Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando publicado en el Diario Oficial de la Federación, la dieta que percibe un senador es de 236 mil 67 pesos, entenderemos que esta cantidad es insuficiente para costear un periplo electoral como el que la senadora lleva a cabo desde hace meses a lo largo y ancho de todo el estado. Si somos un poco mal pensados –aunque uno se resista a serlo-, al ver las actividades electoreras de la senadora, quizá lo relacionemos con los recursos presupuestados en 2015 que todavía no se ejercen y cuyo paradero nadie ha sabido aclarar, el dinero de la beca universal y de los uniformes, así como de los útiles escolares, por ejemplo.

Pese a todo lo anterior, en las tres encuestas a las que he tenido acceso, la senadora no logra alcanzar ni el 4% en las preferencias de los nayaritas. Como bien dice Enrique Hernández ¡Ya no le den cuerda! Es un desperdicio… que nos cuesta a todos.