El PRD, hecho bolas
Miguel González Ibarra
20 de Enero de 2016
Al PRD se le hizo bolas el engrudo. Está hecho pelotas. Eso pasa con los instrumentos políticos que entran en franca descomposición. El PRD entró a la ruta de su putrefacción, hay que decirlo con todas sus palabras y a pecho abierto: para bien del país y de los intereses patrióticos de México. Su desaparición, será a favor del pueblo, indudablemente. Ni la autocrítica ni el Consejo Nacional, ni Galileo, ni Galilei, ni Peña Nieto, lo salvarán. Ya no tiene remedio. Su muerte es segura.
Su problema es de línea política. Se apartó de los objetivos históricos que le dieron vida, cuando el Ingeniero Cárdenas lo fundara, luego de los sucesos de 1988, que estremecieron a la república. Se hizo a la derecha. Abandonó la izquierda. Optó por el camino del infierno. Se desvió de la ruta que lo conduciría al cielo. Por eso lo dejaron Cuauhtémoc, Encinas, López Obrador, Muñoz Ledo y, muchos más, quedando en las manos del oportunismo más rancio y vil, descarado, sin escrúpulos, desvergonzado, muy al estilo de Cruickshank y Aguilar Talamantes, que son vergüenza nacional.
La política no es fórmula aritmética, no es uno más uno, ni suma de colores. La política son ideas, principios, ideología, desarrollo histórico y, sobre todo, lucha de clases, ésta, la lucha de clases, el motor de la historia, aunque a algunos ignorantes les parezca obsoleto y desfasado. La lucha de clases estará presente siempre, hasta que se extinga, por los siglos de los siglos, la propiedad privada sobre los instrumentos de la producción económica y del cambio y, no haya, sobre la faz de la tierra, la explotación del hombre por el hombre.
Naranjo está desesperado. Se rasga las vestiduras. No haya cómo justificar lo que es imposible justificar. Es de los supuestos ideólogos que ven en la alianza con el PAN, la salvación a los problemas de México. Tal aberración, es absolutamente imposible. En términos históricos, el triunfo de la derecha es moralmente imposible. La izquierda ha sido, es y será el camino para México y el mundo. La izquierda es el camino de Nayarit, en 2017. No hay más. Así no haya pintado en las elecciones de Colima. Así, MORENA no haya alcanzado ni siquiera el uno por ciento de la votación. Conservando su perfil opositor al modelo neoliberal, MORENA, pronto, será primera fuerza en Colima y en todos los estados del país, así como, también, a nivel república. La gran virtud de MORENA, es su carácter opositor, al sistema prianista, neoliberal.
Y, en efecto, MORENA, es el “pueblo bueno”, lo que debió ser el PRD, pero, atrincherado a la derecha, este partido habla y representa al “pueblo malo”, “muy malo”.
El partido que represente a Hidalgo, estará siempre vigente. El partido que represente a Porfirio Díaz, tal cual es el caso del PRD, por su alianza con el PAN, equivalente a aliarse al PRI, no solamente se desdibuja, sino, definitivamente, desaparecerá. El asunto, pues, es ideológico. La ideología es la pauta aquí y en China, en todas partes.
MORENA, en Colima, no fue partido palero. Fue la oposición al régimen prianista. El PRD, se ubicó como palero, por sus coqueteos con el PAN, que es lo mismo, que coquetear con el PRI, es decir, con este sistema también denominado capitalismo salvaje.
El PAN, no es oposición. Quién lo sostenga, se equivoca. El PAN y el PRI, son hijos de la misma madre. Son los partidos que sostienen y soportan a este régimen de explotación, enterrado en el fango de la corrupción.
El camino sigue siendo la unidad de la izquierda. No hay más. La unidad de la izquierda mexicana, es la única estrategia válida para unificar a las grandes masas mexicanas que cambiarán este sistema oprobioso que lastima y lacera a la nación y al pueblo.
Los poderosos movimientos sociales no quieren más de lo mismo. Los poderosos movimientos sociales mexicanos quieren el Poder Popular, que es, la transición a la democracia en manos y conducida por los trabajadores mexicanos, teniendo a la clase obrera en la posición de vanguardia.
¿Hay diferencia entre los gobiernos del PRI y del PAN? ¿Acaso hay diferencia entre los gobiernos de Fox y Calderón y Salinas y Peña Nieto?
Son lo mismo. No hay diferencia entre ellos. Sin ir tan lejos ¿Hay diferencia entre los gobiernos de Polo y El Toro? El de Polo es más fascista y está más a la derecha que el gobierno municipal que encabezó El Toro. Así de sencillo, está la cuestión.
Pero, Naranjo, sigue con sus patrañas. Los nayaritas sabemos a dónde vamos. La ruta fue trazada por Alejandro Gascón Mercado. Es la que impondrá el pueblo nayarita. No les quepa duda de eso. Las ideas justas, siempre terminan por imponerse y presidir los destinos de la comunidad. Es lo que pasará en Nayarit y en México. El oportunismo de Naranjo, con todo y su Galileo, serán tremendamente derrotados.
¡El oportunismo no pasará!
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