La devaluación del capital chino
Octavio Camelo Romero
12 de agosto de 2015
Para nadie es desconocido que las exportaciones de China a EEUU desplazaron a las mercancías provenientes de la Unión Europea, de Japón, de México, etc. Lo grave para la economía norteamericana es que dejo de ser la primera constituyente del Producto Interno Bruto mundial y dejó ese lugar a la economía china. La economía del Dragón Rojo venía creciendo a un 10 por ciento en promedio anual, pero en 2014 lo hizo a un 7.4 por ciento y en el primer semestre del 2015 a un 7 por ciento. Eso significa que su mercado exterior e interior se ha contraído. En relación a sus consumidores mundiales es claro que las economías norteamericana y de la unión europea han sufrido una severa desaceleración, lo cual se traduce en una reducción de la demanda de los productos chinos. Esta insuficiencia del mercado lleva necesariamente a una sobreacumulación, tanto en su expresión de sobreoferta de mercancías, como de sobreoferta de dinero y sobrecapacidad productiva, etc. De allí que de repente el mercado mexicano se vio inundado de acero chino y de sabe Dios cuantas otras mercancías.
La sobreacumulación es una sobre oferta de capital en sus diversas formas. Pero en tanto de sobreoferta incide de manera natural y necesaria en una devaluación del capital. Por eso la devaluación de la moneda mexicana no es más que una expresión de la sobreacumulación del capital en México. Y esa misma suerte corren los capitales en los diferentes espacios en donde se de la sobreacumulación. Sin embargo en los casos de China y de Estados Unidos las cosas tienen mayores trascendencias porque son las dos economías más grandes del mundo. Los norteamericanos requieren una revaluación de la moneda china “yuan” para que se encarezcan sus productos en el comercio internacional poder ellos competir con precios. Pero los chinos hicieron exactamente lo contrario, devaluaron su moneda para abaratar más sus productos e incrementar su venta en el mercado mundial.
La prensa nacional informó que el Banco Central colocó la tasa de referencia diaria en 6,2298 yuanes por dólar, frente al nivel de 6,1162 marcados el día anterior, lo que representa una caída de 1,86%, la más fuerte desde 2005 y el fin del acercamiento del yuan al billete verde. En consecuencia, el dólar se cambiaba el martes por la noche a 6,3195 yuanes, frente a los 6,2096 de la víspera.
Pekín mantiene un fuerte control sobre la fluctuación de su moneda para evitar que "capitales golondrinas" puedan representar riesgos financieros que impliquen perder el control de su economía. Esto ha hecho que el yuan sea mucho más estable que otras monedas de grandes países emergentes, por lo que una ampliación de la banda en la que la moneda pueda operar a más de 2% sería un cambio de gran magnitud.
Empero la devaluación del “yuan” también trae implicaciones para la precaria economía mexicana. Su competitividad en el mercado internacional se verá afectada por el abaratamiento de los productos chinos en el concierto mundial. Por otra parte los capitales golondrinos que pululan en nuestro país y en los cuales se apoya la clase política mexicana se irán en cuanto dejen de recibir las grandes canonjías que el Estado Neoliberal Mexicano les otorga. No en vano el gobernador del banco de México está anunciando que elevará la tasa de rendimiento antes de que se haga en Estados Unidos. En fin.
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