La improbabilidad de que sea Raúl Mejía

Con la inminente llegada de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI, son muchos los grupos políticos que han echado las campanas al vuelo. En particular aquellos políticos de la vieja guardia que se han sentido desplazados en las candidaturas y espacios de poder por una nueva camada de jóvenes de buena apariencia, pero inexpertos, exageradamente ambiciosos y sin oficio político. El periodista Francisco Cruz Jiménez ha bautizado a este grupo como los “Golden Boys” (chicos de oro) y su mayor exponente es el presidente Enrique Peña Nieto. En ese contexto, Beltrones Rivera representa para muchos priístas la experiencia y el equilibrio que no habían tenido en años al frente de su partido. Y es que el todavía diputado federal Manlio Fabio Beltrones no es ninguna perita en dulce. Ha sido acusado de corrupción y de tener vínculos con el crimen organizado en reiteradas ocasiones, sin embargo, pocos políticos en nuestro país podrían presumir la experiencia del sonorense. Fue alumno adelantado de Fernando Gutiérrez Barrios, de quien aprendió que a la hora de hacer política, son necesarias las buenas maneras primero y si éstas no dan resultado, entonces utilizar la fuerza, lo que sea con tal de lograr el objetivo. Como sea, Beltrones llega al PRI con las miradas puestas sobre él y su aspiración presidencial en 2018. El último sonorense en dirigir al PRI, fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, con quien el propio Beltrones hizo fórmula en 1988, cuando ambos llegaron al senado representando a Sonora e igual que Colosio, Beltrones aspira a convertirse en un sonorense más de los que ya han ocupado la presidencia.

En Nayarit quienes más contentos se notan con la noticia, son los seguidores del ex senador Raúl Mejía González, quien desde hace algunas semanas ha hecho saber que su líder está interesado en buscar la candidatura del PRI al gobierno de Nayarit en 2017. La razón del entusiasmo de Raúl Mejía y de sus amigos, es la amistad que existe entre el próximo líder del PRI y Mejía González. Ambos economistas, forman parte de la CNOP –Confederación Nacional de Organizaciones Populares-de la que Beltrones fue dirigente nacional hace años y Raúl Mejía, a la fecha es presidente de la Liga de Economistas Revolucionarios. Fueron compañeros diputados en la LIX Legislatura y más tarde en la LX Legislatura del senado, ambas legislaturas bajo la conducción de Manlio Fabio Beltrones. De que puede haber cercanía y amistad entre ambos políticos, nadie lo discute, incluso, la última responsabilidad que desempeñó Mejía fue la de conducir al PRI en Sonora y llevar a la gubernatura a la senadora Claudia Pavlovich, a petición del propio Beltrones. Sin embargo, pensar que lo anterior le da a Raúl Mejía esperanzas de ser candidato a gobernador en 2017, sería pecar de ingenuos.

Por supuesto que la llegada de Beltrones al CEN del PRI le beneficia a Raúl Mejía, pero más bien de cara al 2018, donde podrían colocar al nayarita en alguna de las fórmulas al senado o hacerlo nuevamente diputado federal. Para jugar el 2017, no hay quien al interior del PRI le quite el sueño a Manuel Cota. Dudo mucho que Raúl Mejía vuelva a tener la oportunidad que tuvo de convertirse en gobernador cuando su cuñado, el entonces gobernador Ney González, le puso la cama tendida para que lo sucediera en el cargo y Mejía González se durmió en sus laureles, tuvo un desempeño gris y mediocre en el senado. Utilizó la máxima tribuna de la nación para abordar temas intrascendentes y principalmente, para defender a su cuñado cuando otros legisladores exponían la grave situación que se vivía en Nayarit… cuando Raúl Mejía quiso ser candidato a gobernador, ya Roberto Sandoval le había comido el mandado.

Para poder participar en el proceso de selección a la dirigencia nacional del PRI, Beltrones no se conformó con obtener la venia del presidente –a quien no le quedó de otra, después de que Aurelio Nuño, su poderoso secretario de la presidencia no reunió los requisitos elementales para poder ser impuesto como dirigente nacional priísta-, sino que cabildeó con los dirigentes de los distintos sectores que están integrados al PRI. El primero del que obtuvo el apoyo, como se dio a conocer en algunas columnas de los principales diarios del país, fue justamente la CNC, que dirige el no menos colmilludo Manuel Cota Jiménez. Durante la reunión del consejo donde se aprobó emitir la convocatoria para renovar la dirigencia tricolor, Beltrones estuvo flanqueado nada menos que por el senador Cota. Valores entendidos.

Como atinadamente afirmó mi amiga, la valiente periodista Libni Tapia, la llegada de Beltrones al CEN priísta, significa el regreso de las mañas de antaño. Para los nayaritas no hay ninguna buena noticia, Manuel Cota sigue inamovible en su ruta hacia el palacio de gobierno, lo cual tampoco es buen augurio para nuestro estado… quizá, la única buena noticia –consuelo final- es que a Roberto Sandoval y a sus esbirros, cada vez les queda menos tiempo en el poder y después de septiembre de 2017, pasarán a ser simples jóvenes cadáveres políticos.