Sectarismo en integración del consejo consultivo del IMPLAN Tepic
Miguel González Ibarra
30 de julio de 2015
Pensaba no tocar el tema. Pero, dice el refrán: el que calla otorga. Se trata de un problema político. Atañe a una comunidad completa radicada en el Municipio de Tepic y que trasciende e impacta a todo el Estado de Nayarit. No es un asunto personal. Yo, nunca trato, ni toco, ni debato asuntos personales. Mis asuntos, mis temas, son siempre políticos, es decir, impersonales.
Hice solicitud para ser parte del Consejo Consultivo del Instituto de Planeación del Ayuntamiento de Tepic. Todo, en tiempo y forma, como dicen los abogados. Cubrí todos los requisitos, tal y como lo demandaba la convocatoria correspondiente.
El tema municipal lo conozco bien. Trabajé con Alejandro Gascón Mercado, el mejor Alcalde que ha tenido la historia nacional, desde que Hernán Cortés instaló la vida de los cabildos en México.
Tengo escrito un libro que se refiere a la vida municipal del país, a partir de la comunidad primitiva, pasando por el presente mexicano, en la ruta del futuro que construiremos en la República, el cual, será, sin duda, la patria de los trabajadores, donde los poderes municipales, jugarán un rol de primer orden, definitivo.
No fui tomado en cuenta en este proyecto del Consejo Consultivo del IMPLAN Tepic. Ni siquiera fui llamado a comparecer, para el examen correspondiente, tal y como lo establecía la convocatoria.
Entiendo perfectamente cuales son las razones. En eso no le hago al cuento. Son razones ideológicas y de posicionamiento político, las causas, por las cuales, ni siquiera fui tomado en cuenta, por la instancia encargada de hacer la selección de los integrantes del organismo en mención. Soy comunista. Esa es la razón de fondo.
Lo que preocupa es el sectarismo, el fundamentalismo, los prejuicios, la limitada visión, que embargó a quienes resolvieron la designación y nombramiento de las personalidades que integran el citado organismo. Esto lo manejaron con criterios que nada tienen que ver con los principios de la democracia. Y es normal, dado el carácter de este gobierno municipal y la filosofía que lo guía y conduce.
Las cosas así, no funcionan. Esto, no funcionará. Estoy más que seguro de ello. Tal Consejo Consultivo, con los métodos que fue decidido, no funcionará, es una más de las grandes mentiras políticas, instrumentadas por este gobierno municipal, encabezado por el alcalde Polo Domínguez, mismo que está enterrado en el fango de la corrupción.
Hechos y pruebas de la corrupción imperantes en este gobierno municipal, existen ya en vastedad. El Toro les quedó chiquito.
Tan siquiera, creo, que, por mínima civilidad, merezco una explicación del por qué, mi nombre, ni siquiera fue tomado en cuenta.
Es una cuestión elemental de la democracia. Una explicación, es una vertiente indispensable de la civilidad política que debe existir y prevalecer entre quienes vivimos en el espacio llamado Municipio de Tepic.
Aunque, no me chupo el dedo. La democracia y civilidad política, no son temas y prácticas que formen parte de la agenda de dos fenómenos inseparables, que van agarrados de la mano: el fascismo y la corrupción. Sería como pedirle peras al olmo.
No, no estoy enojado. Estoy muerto de la risa, por el hecho que no fui tomado en cuenta, para ser parte del Consejo Consultivo del IMPLAN Tepic.
Polo y compañía: ¡en su salud lo hallarán!
Es su problema. No el mío. Nosotros tenemos nuestra ruta muy bien trazada. Sabemos a dónde vamos. Con precisión matemática.
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