El futuro de México
Octavio Camelo Romero
06 de enero de 2014
Iniciamos este 2014 con una temática muy cercana a nuestro futuro como “Nación”, como “Pueblo”, como “Habitantes del Territorio Nacional”, y por tanto, como “Conglomerados Humanos Desiguales y Diversos”.
En primer término suponemos una fecha de inicio para aumentar de manera drástica la velocidad de lo que hasta el momento ha venido sucediendo con cierta lentitud. Esa fecha de “arranque de carreras” será el día de la “declaración oficial” de la apertura de la inversión privada internacional a la “Industria Petrolera”. Tal fecha depende de las modificaciones a las leyes secundarias en materia energética. Y seguramente el nombre de PEMEX será sustituido por el de PETROMEX. En ese día glorioso para el “capitalismo mundial”, en el primer día de la declaratoria de apertura de la inversión privada al petróleo, llegarán al país por lo menos 200 mil millones de dólares para inversión directa. Buena parte de ellos tendrán por destino el petróleo. Desde luego dependiendo del contenido de la legislación secundaria en materia energética.
Dadas las anteriores premisas, se producirá una invasión de mercancías hindús y chinas fundamentalmente, esto es, el capitalismo internacional nos torpedeará con productos mercantiles de bajo precio a fin de liberar el mercado aun en manos de mexicanos. La primera consecuencia inmediata será la quiebra de las mini-micro empresas familiares absorbedoras de mucha mano de obra y del dramático número de desempleados. La segunda consecuencia inmediata será el aumento del escandaloso número de pobres cuyos ingresos están por debajo del precio de una canasta básica mínima, indispensable para además de no morirse de hambre, los niños de la familia no crezcan desnutridos y obesos, no crezcan con estas enfermedades de la pobreza alimentaria.
Incuestionablemente habrá una redistribución del capital social en México. Se fusionarán empresas nacionales con firmas o capitales mundiales. El entramado capitalista-mundial dejará sentir su presencia hasta en aquellos productos otrora típicos de las etnias nacionales. Se crearán nuevas y modernas empresas con tecnologías de avanzadas. Sin embargo, los nuevos puestos de trabajo no compensarán en número y en cualificación, a los puestos desplazados o cerrados por quiebra. La mano de obra del país tendrá que capacitarse en el extranjero porque las universidades y centros de educación superior mexicanos no satisfacen los requerimientos de cualificación del capitalismo mundial, tal es el caso de Nayarit.
El Estado Neoliberal Mexicano además de adecuar la legislación secundaria en materia energética, adecuará necesariamente la legislación y el sistema educativo nacional a las exigencias de los capitales. El corporativismo sindical ha servido de apoyo para las transformaciones y adecuaciones del país. Sin embargo en el caso educativo, esto es, en el caso de la formación de la mano de obra requerida en el futuro, el sistema de control político se convierte en un fuerte obstáculo. El problema no es Elba Esther Gordillo ni los maestros de la CNTE o del SNTE; el problema es el modelo o el sistema corporativo de control político usado tanto en el campo como en la ciudad aderezado con la corrupción como cemento de unión y fuerza antidispersora. Tan ha sido eficaz que permitió unir a los tres grandes partidos políticos nacionales en el “Pacto por México” y hacer que PRD, PAN y PRI comandados por el presidente Enrique Peña Nieto adecuaran la legislación nacional a los intereses del capitalismo mundial. Sin embargo para la formación de la mano de obra no funcionará. Allí se requerirán otros mecanismos.
Comentarios