Los factores de la conducta de los humanos

La conducta de los niños, de los adolescentes o de los jóvenes en el aula y fuera de ella, no siempre es la socialmente adecuada. Sin embargo, de este inadecuado comportamiento para la sociedad, no debiera de seguir su condena, o su expulsión del seno familiar, de los grupos sociales o de los centros educativos. Muchos de los niños o adolescentes con este tipo de conductas tienen Dificultades Específicas de Aprendizaje o Trastornos del Neurodesarrollo, o viven en hogares disfuncionales, etc. Antes de los castigos debe evaluarse tal comportamiento.

Pero, ¿Qué entendemos por Conducta?

Sabemos que el Ser Humano es un producto social que vive y se desarrolla en sociedad dentro de un cierto medio material. La sociedad y el medio material impactan sobre el organismo humano, el cual no solamente recibe los estímulos, sino a través de ellos, no únicamente conoce el medio material y la sociedad dentro de los cuales vive y se desarrolla, sino que a la vez los transforma y se transforma el mismo con su actividad. En este contexto ubicamos a la “Conducta”.

Por eso, “Conducta” es cualquier actividad muscular, glandular o bioeléctrica, del humano.

En este sentido, la evaluación de la conducta del humano es importante porque nos ayuda a comprender y predecir su comportamiento, a mejorar su calidad y a apoyarlo a que realice una adecuada toma de decisiones, de comunicación y de colaboración con sus semejantes.

Las emociones influyen en la conducta humana al motivar a las personas a actuar de ciertas maneras, a tomar ciertas decisiones, a comportarse de cierta forma social y a comunicarse de cierta manera. Las emociones son respuestas psicológicas y fisiológicas a estímulos internos o externos.

Motivación

Las emociones motivan a las personas a actuar de ciertas maneras. 

Toma de decisiones

Las emociones influyen en la toma de decisiones de la persona. 

Comportamiento social

Las emociones también influyen en el comportamiento social de las personas. Comunicación

Las emociones influyen en la forma en que las personas se comunican. 

¿Cómo controlar nuestras emociones?

Hay algunas estrategias para mejorar nuestra conducta.

Primero debemos identificar nuestras emociones: Es importante ser específico y preciso en la descripción de ellas.

Enseguida localizar el origen de cada una de ellas. ¿Qué eventos las originaron? ¿Son respuestas razonables?

En tercer lugar regular nuestras emociones por medio de la meditación, la respiración profunda, el ejercicio físico, la terapia, la relajación muscular, etc..

Practicar la empatía y la perspectiva: La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona y entender cómo se siente. La perspectiva es la capacidad de ver las cosas desde diferentes puntos de vista.

Aprender a expresar nuestras emociones de manera saludable. 

¿Cómo influyen las normas y las relaciones sociales en nuestra conducta?

Normas sociales: Son reglas para el comportamiento de los individuos. Conformidad: Consiste en ajustar nuestro comportamiento a las normas sociales. Obediencia: Es seguir las órdenes y las instrucciones de una figura de poder. 

Relaciones sociales. Son las interacciones tenemos con los demás. 

Grupo de pertenencia: Se refiere al grupo social con el cual se identifica.

¿Cómo se desarrolla la conducta humana desde la infancia hasta la edad adulta?

Etapa prenatal: Desde la concepción hasta el nacimiento, el desarrollo de la conducta se centra en la formación del sistema nervioso central y la preparación para la vida fuera del útero. Durante esta etapa, los estímulos ambientales influyen en el desarrollo del feto, la alimentación, el trato, la forma de vida de la madre, etc. 

Infancia: Desde el nacimiento hasta los 2 años, el desarrollo de la conducta se centra en la formación de lazos emocionales con los cuidadores, el aprendizaje de las habilidades motoras y la exploración del mundo a través de los sentidos.

Niñez temprana: Desde los 2 hasta los 6 años, el desarrollo de la conducta se centra en la adquisición del lenguaje, la capacidad de pensar en el futuro y la construcción de la identidad.

Niñez intermedia: Desde los 6 hasta los 12 años, el desarrollo de la conducta se centra en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, la construcción de la autoestima y el desarrollo de la moralidad.

Adolescencia: Desde los 12 hasta los 18 años, el desarrollo de la conducta se centra en la exploración de la identidad, el desarrollo de la independencia y la toma de decisiones importantes.

Edad adulta: Desde los 18 años en adelante, el desarrollo de la conducta se centra en la consolidación de la identidad, el establecimiento de relaciones significativas y el logro de metas personales.

Por todo lo anterior, sabemos que la conducta de los niños, adolescentes y jóvenes en los centros educativos esta influida por muchos factores. Y esto nos lleva a comprender dos cosas fundamentales. La primera es que las conductas disruptivas de los educandos pueden ser provocadas por causas biológicas, psicológicas, sociales o ambientales. Y la segunda que antes de condenar, tenemos la obligación moral de evaluar y de ayudar a su modificación, o por lo menos, a una adecuación mejor al entorno social si es que se trata de un trastorno neurobiológico.