Hijo de tigre….gobernador de Nayarit

**** A SUS 37 AÑOS DE EDAD, EL HIJO MENOR DEL VIEJO ZORRO DE LA POLITICA COMO LE DECÍA PANCHO ANGULO A DON EMILIO, PUDIERA SER EL CANDIDATO DEL PRI A GOBERNADOR DE NAYARIT EN SU MOMENTO, IGUAL LUIS DONALDO COLOSIO RIOJAS PERO ESTE A LA PRESIDENCIA DE LA REPÙBLICA; HAGAN SUS APUESTAS SEÑORES PORQUE CONTRA MORENA, SUS ADVERSARIOS OCUPAN HIJOS DE TIGRE;    CANDIDATOS HABEMUS DESDE AHORITA.

****UN 17 DE ABRIL  PERO  DE 1998, MURIÒ DON EMILIO MANUEL GONZÁLEZ PARRA, SIENDO PRESIDENTE DEL SENADO DURANTE LA ADMINISTRACIÓN PRESIDENCIAL DE CARLOS SALINAS DE GORTARI; FUE MUY QUERIDO EN VIDA POR HACER DE LA PÒLITICA LA MEJOR FORMA DE ATENDER Y RESOLVER LOS PROBLEMAS Y NECESIDADES DEL PUEBLO, AL QUE SE ENTREGÓ DE MANERA TOTAL; HOMBRE EN TODA LA EXTENSIÒN DE LA PALABRA, AMÓ A MUCHISIMAS MUJERES, CON LAS CUALES ENGENDRÒ CHORROCIENTOS HIJOS, QUIENES GUARDAN BONITOS RECUERDOS DEL GOBERNADOR QUE BRILLÒ DESPUÈS DE QUE MURIERA TRAGICAMENTE GILBERTO FLORES MUÑOZ; SI DON EMLIO HUBIERA PODIDO, DON FELIX TORRES HARO HABRÍA SIDO EL QUE LO SUCEDIERA; PERO COMO DICEN QUE EMILIO LE DIJO A CELSO TRAS ENTREGARLE PALACIO DE GOBIERNO: NOS VAMOS LOS HOMBRES Y LLEGAN LOS MARICAS. 

El gobernante no lo puede hacer todo, para eso nombra su gabinete, pero no todos los jefes son respetados; Don Emilio González fue un Gobernador al que amaba muchísimo el pueblo, porque le daba su lugar, atendiéndolo y resolviendo siempre las peticiones de la gente. En política también, la última decisión la tomaba Don Emilio, hombre en toda la extensión de la palabra, del que nunca se dijo, aunque sea de broma, que se le quebraba la mano; al contrario, en todos los municipios de Nayarit, Don Emilio tenía sus queridas, a las que les ponía casa y las forraba de dinero. Viejero: Don Emilio, era el comentario general y tal presunción con hechos la refrendaba el viejo líder cetemista cuando sus viejas le caían con los chilpayates para que las apoyara. Cuando Don Emilio fungía como Senador de la República, le hablaba la dama en turno y este hombre caballeroso le preguntaba: ¿que se le ofrece mi Reyna?; dinero generalmente, el que cambiaba de las manos de Don Emilio a la agraciada del momento. No se sabe la verdad cuántos hijos engendró Don Emilio durante su activísima vida sexual, pero hay quienes afirman que fueron como chorrocientos.  Uno de ellos, canoero en los esteros de Rosamorada, fue dado de alta en la nómina bajo las ordenes de la famosa Otilia, Oti para los amigos; Doña Oti era extremadamente celosa y aunque sabía que la persona recomendada por su jefe era nada menos que uno de los tantísimos chamacos pintados por Don Emilio, un día lo dio de baja; de nada le valió al chuequito quejarse con su padre y con  Félix Torres; volvió a Rosamorada, donde la historia ya no lo mencionó; la Oti a los meses del hecho, pasó a mejor vida. Aún formando parte del círculo político más importante del país, Don Emilio se daba tiempo para desempeñar su papel de padre de familia con mayor entrega, amor y dedicación, que su papel de líder político. No hubo cumpleaños, navidades o años nuevos en los que no estuviera. Tampoco faltaron consejos, tardes de ajedrez o juegos entre nosotros, recuerda su hijo menor Emilio Manuel González Valdés. “Creo en el pueblo, del pueblo vengo y a el pueblo serviré con lealtad, con emoción y con patriotismo.” La frase anterior abarca la base de los principios democráticos acuñados por los griegos hace más de 2000 años. Parecería obvia para todo aquel que se dedique a la política, pero la realidad es diametralmente distinta. Sólo los más grandes han entendido el verdadero valor e importancia de desempeñarse en la política sirviendo al pueblo. Don Emilio M. González, autor de la frase, comprendía esto a la perfección. Nació en Ixtlan del Río un 23 de mayo de 1913 en el seno de una familia de maestros. Desde muy joven entendió lo difícil que era la vida, y el esfuerzo que hay que poner día a día si se quiere salir adelante. A los 13 años tuvo su primer empleo, en una oficina de telégrafos, en donde empezó a vivir y a comprender las injusticias y abusos que privaban en la vida laboral. Años después, y con la experiencia de varios empleos, se une al movimiento sindical del Estado de Nayarit, despertando al líder que llevaba dentro. Desde sus inicios mostró calidad humana, vocación de servicio y humildad que lo caracterizaron a lo largo de su vida. Don Emilio tenía lo que tanta falta hace en la política en nuestro tiempo, era humano en el ejercicio del poder, entendía que él se debía al pueblo y al pueblo le tenía que responder.  Para él todos éramos seres humanos con el mismo valor, ricos y pobres, familiares y desconocidos, políticos y ciudadanos. Fue un luchador, entregado a su gente hasta el último de sus días. En el periodo de 1988 a 1994 cuando ocupó la Presidencia del Senado de la República, volaba cada fin de semana de la Ciudad de México a Tepic para seguir ayudando y agradeciendo la confianza y el cariño que depositaron en él tantas veces los electores nayaritas.  Aun cuando su salud comenzó a mermarse y sus facultades ya no eran las mismas de antaño, su gran corazón y ganas de servir lo mantuvieron luchando por su gente. En la esfera privada era igualmente excepcional. Aún formando parte del círculo político más importante del país, se daba tiempo para desempeñar su papel de padre de familia con mayor entrega, amor y dedicación, que su papel de líder político. No hubo cumpleaños, navidades o años nuevos en los que no estuviera. Tampoco faltaron consejos, tardes de ajedrez o juegos entre él y sus hijos. De ser sincero, pasaron muchos años para que se lograra entender y dimensionar la grandeza de su obra, debido a la sencillez y humildad que mostraba al llegar a casa.  En pocas palabras fue un papá extraordinario, del cual siempre sentiré orgullo y admiración, reitera Emilio Manuel, el único hijo que tuvo la extinta Verónica Valdés Sojo.  A 24  años de su fallecimiento, es innegable que existe un antes y un después de Don Emilio M. González en la política nayarita. Fue y es, sin lugar a dudas, el ícono político del Estado de Nayarit. Un caballero de la política y un peón al servicio del pueblo. Un nayarita que comprendió la oportunidad que la vida le presentó para trascender, la cual tomó dejando a un lado intereses mezquinos y personales, para ocuparse de las necesidades de la gente. Con su actuar cotidiano, Don Emilio, nos deja un decálogo de lo que debe ser la política y los políticos. Ahora está en cada uno de los integrantes de la actual clase política, que deseen emular su obra, el estudiarlo, comprenderlo y poner en práctica sus ideas, pero sobre todo sus valores. Finalmente una frase que Don Emilio habría dicho en el momento en que tomaba las riendas de la nueva administración Celso Humberto Delgado Ramírez: nos vamos los hombres y llegan los maricas; Don Emilio deseaba que su pupilo Félix Torres lo sucediera, pero Miguel de la Madrid Hurtado, Presidente en turno, decidió que llegara el hijo de Doña Trini, dejando en el camino al líder camionero, quien ya tenía embodegada la propaganda, la cual mandó quemar de puro coraje; con los años, se supo de Félix lo que se supo. Un detalle que no olvido pues me tocó vivirlo: los jerarcas locales de la CTM no permitieron que la gente viera a Don Emilio dentro de su ataúd y además, no obligaron al pueblo a ir al sepelio, por indicaciones del propio ex gobernador obrero…. PALESTRAZO: A SUS 37 AÑOS DE EDAD, EL HIJO MENOR DEL VIEJO ZORRO DE LA POLITICA COMO LE DECÍA PANCHO ANGULO A DON EMILIO, PUDIERA SER EL CANDIDATO DEL PRI A GOBERNADOR DE NAYARIT EN SU MOMENTO, IGUAL LUIS DONALDO COLOSIO RIOJAS PERO ESTE A LA PRESIDENCIA DE LA REPÙBLICA; HAGAN SUS APUESTAS SEÑORES PORQUE CONTRA MORENA, SUS ADVERSARIOS OCUPAN HIJOS DE TIGRE; CANDIDATOS HABEMUS DESDE AHORITA.