Líderes de opinión con pies de barro

Ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha criticado a varios periodistas, entre ellos a Carmen Aristegui, han surgido muchas voces de protesta por lo mismo, defendiendo sobre todo a la periodista que, muchas más de las veces, se ha considerado como una crítica contundente en contra del sistema establecido; sin embargo, ahora que le ha estado tirando a la actual administración de AMLO, por lo visto queda claro que tal vez por algo se cayó del mecate presidencia

Se entiende que AMLO no es un improvisado en política y mucho menos en cuestión informativa y de que, posiblemente no se chupe el dedo, por lo que se intuye que tal vez algo le supo a la señora Aristegui, porque no nada más porque ya amaneció se le iba a echar encima a la periodista que, sea como sea, se ha ganado un gran prestigio entre el público, de ahí que también esa parte del público que ha seguido las noticias y reportajes emitidos por Carmen y su grupo de reporteros, se haya extrañado por este ataque a una periodista con cierto arraigo entre el público ávido de información veraz.

¿Qué le pudo haber pasado a la señora Carmen Aristegui? ¿Existirá la posibilidad de que se le haya descubierto algo, alguna cola que tenía por ahí oculta y que, por esto haya sido amenazada? ¿Qué se le haya advertido si no cambiaba de opinión y se alineaba a lo que dijeran, harían pública algún tipo de información que la pudiera perjudicar a ella y su familia? Desde luego que esto podría sonar muy descabellado; sin embargo, es bueno recordar que, tal y como están las cosas en nuestro país ya desde hace tiempo, prácticamente casi todo podría ser posible. Porque es muy extraño que, de un día para otro, Aristegui cambiara su línea editorial, ahora mucho muy diferente a sus anteriores emisiones. Y si bien se dice que nadie cambia, sino que simple y sencillamente se quita la máscara, este cambio tan radical en la señora Aristegui, sí que es de llamar la atención de inmediato.

Ignoro en sí, la realidad de cómo se maneja el periodismo en cuestión de si algunos periodistas de ambos sexos se venden o trabajan nada más para determinados personajes tanto de la política como del sector empresarial; pero lo que sí se ha documentado, es que hay periodistas a los que se les atribuye un modo de vida muy por encima de otros que pertenecen al mismo gremio. Porque se dice que hay periodistas que, lo más probable es que no estén pasando hambre y frio en un cuarto de azotea, pero infortunadamente, sí los hay que, si bien podrían no estar en un cuartito de azotea, tal vez sí en una casa de interés social o de renta o a la mejor en un apartamento en algún condómino horizontal o vertical en algún barrio popular. Y esto es lo que marca una clara diferencia entre unos comunicadores y otros, aunque tengan la misma o más calidad informativa, de opinión y de formar opinión entre el público lector; pero el problema es que con eso tan nefasto de que “hay niveles”, por esto se forma un tipo de discriminación y, desde luego, selección.

Y en esto, se podría aplicar aquello de que no están todos los que son ni son todos los que están, debido a que, mediáticamente, es muy fácil inflar a determinado comunicador o comunicadora y hacerlos aparecer como “líderes de opinión”; pero que lo único que hacen es ponerse a leer boletines o repetir lo que les dicen los reporteros tanto los que andan en la calle como los de investigación que, a fin de cuentas, serían los que se tendrían que llevar las palmas por su trabajo y no quien aparece ante las cámaras televisivas o que están detrás de los micrófonos de la radio y desde luego, emitiendo y omitiendo todo lo que se les ordena por parte de sus patrones editores.

Y respecto a eso de que hoy en día hay periodistas de todo tipo que están pasando las de Caín, viéndoselas negras en cuanto a su cuestión económica, se ha corrido la voz de que, aquellos periodistas de toda la vida y que siempre se atuvieron a los apoyos que recibían por parte de las oficinas de prensa gubernamentales de los tres niveles y de determinados políticos y funcionarios, ahora, a muchos de ellos les han cortado el agua dejándolos al garete y que, por haber trabajado prácticamente toda su vida periodística en estas circunstancia, a muchos de ellos y ellas les ha llegado la tercera edad sin la posibilidad de poder pensionarse porque nunca cotizaron en el sistema de Salud. Así que, por lo mismo, hoy en día están pasando por una dura crisis tanto de salud como económica.

Sea pues. Vale.