Donde más se usa el juramento, es donde más se abusa de la mentira

Mi querido lector, hoy voy abordar un tema que todos conocemos desde la historia de los tiempos que es: el “Juramento y la Pobreza”. Todos sin duda alguna somos muy mentirosos; claro que hay unos que nos dejan muy abajo y nos dan hasta ventaja. En cualquier red social, noticiero o periódico, vemos y oímos una sarta de mentiras, las cuales son tan fuertes que al verlas tanto nos hace creerlas.

Pero esto siempre ha existido, nada hay nuevo bajo el sol y la oscuridad. Voy a poner unos ejemplos para que vea que tengo razón. Cuando usted era novio de la que ahora es su señora, a ella le agradaba mucho que su novio fuera amigable, que declamara, que cantara, y que se echara sus alipuces o tragos. Hoy, ya no es igual porque se pone como vitrina de taquero, como braguero de cora, placa de trailer o mecate de puerco y le cae mal que sea tan borracho. Antes él era el primero en sacarla a bailar en las fiestas, y ahora saca a todas menos a usted, o él simplemente se va a verlas bailar en el tubo.

Antes con sus amigos era especial y a usted le daba su lugar, ahora la tiene abandonada para que lleguen los “hermanos” y la convenzan para que sea “testículo de Jehová”, perdón, “testigo de Jehová”; ahora es un blanco fácil del lechero, del aguador, del panadero, del frutero, o de su vecino y sus compadres. Ahora ya no le canta al oído como antes, solo le toca con la olla frijolera (pedorrera) en la noche o en la madrugada. Le canta a sus amigas o amigos, pero a usted naranjas, puros limones. Ahora ya no le declama como antes, ahora le reclama. Aquél amor que le prometió en la salud y en la enfermedad, solo son mentiras, la única salud es la que defiende y dice en las cantinas cuando levanta la cerveza y el vinoco diciendo “salud”.

Cuando era su novio la abrazaba, la tomaba de la mano, etc., pero ahora él va por una banqueta y usted por otra. Antes abría la puerta del carro para que acomodara sus piernas y no enseñara los calzones; hoy le abre solamente las piernas, si no, no la sube al carro. Puras mentiras y promesas. Repito, esto así ha sido toda la vida, desde la serpiente, la manzana, Adán, Eva y el demonio.

Las noticias dicen en los comentarios políticos que fulano prometió esto, aquello y todo lo que falta, pero en realidad poco o nada es cierto. Son simplemente palabras que se llevó el viento, esas palabras de que vamos a crecer; vamos a dejar el subdesarrollo, es puro rollo. Dicen: vamos a construir 10 mil viviendas y la población sin presumir, fabrica 20 mil niños  jodidos y muy jodidos, pero ahí están sin casa.

En los Estados Unidos de Norteamérica, le obligan a hacer un juramento sobre la verdad (en México no) y todos los jueces son unos mentirosos, así como también el señor presidente que le vale madre todo e incluso la seguridad de su país. 

Pero allá también se usa que se va a combatir a la delincuencia, al contrabando, a la droga, al desempleo, a la prostitución, que el internet será gratis etc., y son puras mentiras igual que aquí, en Francia, Rusia, Japón, Tuxpan y Acaponeta. Promesas y más promesas. Aquí en México el ladrón al salir, promete que ya no va a robar, y a los 15 días ya está enchiquerado otra vez. El periodista dice que ya no va a escribir o publicar mentiras y atropellos, pero eso es pura falacia. El médico dice que usted ya se va a aliviar, (pero el Dr. todavía debe dos abonos del carro). Así que mientras el no pague ese adeudo, usted madres que se alivia.

Total que puras promesas, como la que usted le acaba de hacer a su señora de que va a cambiar para ser otro, que ya va a querer a su suegra, que ya no va a tomar y que siempre va a salir con cubre bocas a la calle etc., o cuando el que se confiesa le promete a Dios que va a cambiar el rumbo, que se va a enderezar, que ya va a llegar temprano a su chamba, que ya no va a ser huevón etc. pero solo son mentiras y quiere que Dios sea su cómplice.

La fortuna y el amor son amigos íntimos de la audacia.