Jamás en Nayarit otro político de la talla de Alejandro

(En esta entrevista realizada el 5 de marzo de 2010, encontramos como Salvador Castañeda O’connor, por desgracia ya fallecido, se expresa de manera elogiosa, rinde homenaje, a Alejandro Gascón Mercado, su amigo, casi su hermano)

“Derrotar a este sistema y a este gobierno” es el mejor homenaje que se le puede rendir a Alejandro Gascón Mercado, líder social de izquierda del siglo XX.”Estamos gobernados por gente que odia al pueblo”.

Es afirmación de Salvador Castañeda O’connor durante la entrevista que concedió a nayaritaltivo.com en el marco del homenaje a Alejandro Gascón con motivo del 78 aniversario de su nacimiento (3 de marzo de 1932) que le rindió el Partido de los Comunistas de Nayarit.

Ese mismo ambiente fue aprovechado para hacer la presentación del libro Diálogos de Hospital, cuyo autor es el propio Salvador Castañeda, quien como personaje central del acto desgranó un rico anecdotario, sucesos que ocurrieron al lado de su estimado camarada de toda la vida, Alejandro Gascón, hoy desaparecido (murió el 17 de febrero de 2005).

A la observación de que la figura política de Alejandro Gascón Mercado no es reconocida en su justa dimensión, Salvador Castañeda O’connor respondió: “No, el pueblo de Nayarit en su conjunto reconoce la grandeza y la obra de Alejandro, aunque hay algunos que la olvidan por conveniencia porque como político no cobró prerrogativas ni le pidió permiso al gobierno para hacer su trabajo, Alejandro fue una persona independiente y toda la vida partidaria del comunismo”.

Castañeda considera que si se hace un recuento de las cosas buenas que le han sucedido al Estado de Nayarit, en cualquiera de las etapas políticas que se recuerde, aparece la figura de Alejandro. “Aquella campaña del 75 –donde Alejandro Gascón participó como candidato del PPS a la gubernatura- fue la explosión que movilizó a un pueblo por causas de carácter democrático. El movimiento popular, como no ha habido otro, tenía un programa de gobierno muy avanzado. Lo que Alejandro preponía era hacer de Nayarit un bastión, un refugio, para los revolucionaros de México y el mundo, un sitio de donde abastecerse para la pelea sobre la instalación del socialismo en el país”.

Además de manifestar que estamos gobernados por gente que odia al pueblo, Castañeda O’connor agrega que el gobierno es partidario de que se mutile Nayarit, es decir, que se le quiten sus playas.

Sostiene que la actual administración estatal continúa el despojo que cometió (Luis) Echeverría contra todos los ejidos de la costa de Compostela, para convertirlos en emporios turísticos que sólo benefician a los grandes monopolios internacionales.

“Si se examina la resolución presidencial que expropió las tierras de esos ejidos, se da uno cuenta que ni siquiera indemnización les dieron a los ejidatarios con el brete que obtendrían muchos beneficios con el turismo y el desarrollo económico de la región. La resolución presidencial ni siquiera se apega a las causas que la ley autorizaba para expropiar un ejido; el turismo no estaba entre las causas permitidas para expropiar un ejido. Pero lo peor es que el dinero por las enormes superficies de tierra, según lo confesó Alfredo Ríos Camarena, director entonces del Fideicomiso Bahía de Banderas, lo invirtió el PRI contra Alejandro en la campaña del 75”.

Enseguida manifestó que “una cosa que da grima, que da tristeza, es que la empresa TABAMEX que a instancia de Alejandro se creó, porque fue muy persistente ante el Presidente Echeverría para que cuando menos se nacionalizara el acopio del tabaco, y resulta que TABAMEX fue de los más activos en el fraude electoral del 75”.

Castañeda O’connor explica que si se trata de la lucha por los derechos de la clase trabajadora, “no conozco un nayarita, de nuestra época, que haya participado con mayor entusiasmo. Así lo demostramos, lo demostró Alejandro, en la lucha por reinstalar a más de 600 trabajadores de cigarrera La Moderna, a los que se les aplicó la cláusula de exclusión por hacerles la huelga a los gringos. También en la lucha por depurar la cooperativa de Bellavista, para que la gente del cacique se fuera de la administración para dar paso a personas honradas”.

Continuó: si hablamos de lucha de los campesinos, Alejandro invadió tierras con base a aquel plan de invasión de tierras que realizó Jacinto López en la Unión General de Obreros y Campesinos de México. Por el esfuerzo de las luchas de Pedro de la O, Alejandro y otros agraristas se fundaron más de 50 ejidos en Nayarit, muy a pesar que prácticamente la reforma agraria estaba cancelada. Para ganar terreno la acción se basó en la aplicación de la Ley Federal de Tierras Ociosas.

Trajo a la memoria recuerdos gratos de Alejandro Gascón Mercado cuando ambos cursaron estudios de secundaria, en cuyo internado surgió una entrañable amistad. Dijo que tiene muchas vivencias, por tanto no puede especificar el mejor recuerdo que tiene de Alejandro Gascón, quien hace 78 años nació en Aután, municipio de San Blas.

Dos veces diputado federal, primero por el Partido Popular Socialista y luego por el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), pero además en 1993 candidato a gobernador de Nayarit por una alianza de cinco partidos de izquierda, entre ellos el Partido de la Revolución Socialista (PRS), PT y PPS, Salvador Castañeda O’connor compara la política de aquel tiempo con la actual señalando que “la contienda electoral todavía expresaba de alguna manera la lucha de clases, con sus asegunes, pero cada partido pretendía representar una clase social, lo dijera o no. Los partidos en que militamos fueron muy honrados, siempre dijimos que nosotros éramos partidarios del socialismo, y que la doctrina que inspiraba nuestros actos era el marxismo-leninismo.

El PRI se callaba porque era partidario del capitalismo y que la doctrina que seguía era la de Carlos Trouyet, pero de alguna manera se reflejaba la lucha de clases, el PRI representaba a la clase gobernante, a la burguesía ya en decadencia, el PAN ya sabemos que toda la vida ha representado a la reacción, a los banqueros, a los latifundistas, y los partidos en que militábamos pretendíamos representar a la clase obrera. Ahora no se da la lucha de clases en las elecciones, porque todos los partidos registrados representan exactamente la misma cosa, a la misma clase social, y postulan el mismo principio: mantener este sistema, mantenerlo en vigor y seguir con la explotación”.

Liquida la entrevista asegurando que como candidato a la presidencia del Ayuntamiento de Tepic en 1975, “fue más grande el fraude que me hicieron a mí, en proporción, que a Alejandro”.