Elección de candidatos en Morena, ocasión para oportunistas

El silencio fue prolongado. Era menester pensar bien la respuesta en afán de ser lo más objetiva posible.

¿Cuál es su opinión personalísima sobre el desafío de Morena para seleccionar entre solicitantes a candidatos en Nayarit?

Se le pregunta a María Eugenia Jiménez Valenzuela, quien el año anterior renunció a la militancia en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

“Lo digo con mucha responsabilidad, con bastante pena, no han estado a la altura de las circunstancias del país, no sólo en Nayarit, sino en varios estados de la república. Simplemente es la ocasión para los oportunistas, ello es explícito en el momento actual. En el partido se maravillaron con el hecho de haber logrado una votación insólita (más de 30 millones de sufragios en 2018), pero fue tan sólo una manifestación de hartazgo durante décadas de gobiernos irresponsables, con representantes de gobiernos enfermos de poder. Hoy somos testigos de saqueos, sabíamos que existían pero no del tamaño que se han descubierto, y todavía falta mucho por destapar. Esto fue suficiente para haber consolidado a ese partido, a través del cual llegó a ser presidente de la república Andrés Manuel López Obrador”.

Dice lamentar, sentir mucha pena, que en Morena hayan dado cabida a cantidad de personas sin perfil político y de otros, pero además sin identidad y compromiso partidista.

-“Creo que un candidato como mínimo debe tener el respeto de la sociedad, y algunos creo que ni el respeto merecen porque no tienen lealtad, no han sido fieles a una causa, experimentando han ido de un lugar a otro siempre hacia donde soplan los mejores vientos. La sociedad no debe permitir que lleguen al cargo tan sólo con el afán de obtener salario quincenal durante tres o seis años”.

-Fue evidente la grave división interna entre dirigencia estatal y militantes por la designación del candidato a gobernador, a pesar de todas esas circunstancias ¿usted cree que Morena ganará las elecciones en Nayarit?

La señora María Eugenia Jiménez Valenzuela vuelve a alargar su silencio antes de su contestación. Como pensando: no hay victorias electorales aseguradas ni derrotas anticipadas.

-En política no hay augurios, todo puede suceder para bien o para mal. Yo espero que sea para bien. Pero de una cosa sí estoy segura, como dijo Albert Einstein: sólo lo vivido es experiencia, lo demás es sólo información. Hay que conocer la trayectoria de todos aquellos que tienen derecho a participar en qué terreno han estado parados y cuál ha sido la respuesta brindada a la sociedad, que se dice, representan cuando se llega a un cargo de elección popular. Esto último no es un asunto menor, sino un tema muy serio a considerar.

En intento por dar a saber que fue socialmente útil a la sociedad, María Eugenia enseguida destaca narración casi obligada de cuando se desempeñó como presidenta municipal de Tepic después de que falleciera don Justino Ávila Arce en funciones de alcalde. Ella fungió durante diez meses (dos últimos de 2001 y ocho de 2002).

-Las horas laborales en la presidencia municipal de Tepic no fueron de ocho ni de diez, sino de doce y catorce horas diarias. Hay testigos. Fueron diez meses de ejercicio riguroso. Puedo exhibir un increíble álbum de diez meses. Existe hemeroteca de 16 tomos, desde mi primera declaración a medios de comunicación hace más de 20 años. Está al alcance de todos para revisar lo que es una trayectoria y puedan saber de lo que hablo. Sí, porque sólo lo vivido es experiencia, lo demás es sólo información.

La entrevistada confiesa que se afilió a Morena en afán de que lograra ante la autoridad electoral su registro como partido político, lo consiguió en julio de 2014.

-Después de este acontecimiento nacional, solamente me invitaron dos veces y ya no me volvieron a invitar los que quedaron ahora al frente del partido. Yo quise poner mi experiencia al servicio del naciente partido, porque dirigí un comité estatal del partido, fui consejera nacional. Además lo que en la vida día a día he aprendido en cargos públicos, la ventaja de haber participado internacionalmente en decisiones de políticas públicas. Sin embargo, el año pasado me invitaron a participar en el cambio de consejo partidista. Participé, pero me llevé la gran desilusión porque comprobé que todo estaba amañado. Por eso renuncié.

-¿Guarda usted rencor a Andrés Manuel López Obrador?

-No, ninguno. A pesar que cuando él vino como candidato nunca se me permitió estar cerca, en el templete, vaya. En ninguna, ni como candidato ni como electo. La última vez le pedí al superdelegado Peraza que me permitiera acercarme, me dijo que pues ahora va estar más difícil porque con él viene la Guardia Nacional. Mire Arquitecto Peraza cuando vaya de salida de Tepic permítame acercarme, si él me invita pues me voy con él, y que mi camioneta se vaya detrás. Pretendía hacerle llegar documentos, pero sobre todo deseaba plantearle el problema de la Universidad Autónoma de Nayarit, institución que aprendí a querer, hoy me lastima su situación. Pero no me permitieron estar cerca de Andrés Manuel ni los actuales dirigentes del partido, ni siquiera el delegado Manuel Peraza.

Lamenta que ello haya sucedido después de que como diputada federal (2006-2009) contribuyó “con un porcentaje muy fuerte del dinero que recibía quincenalmente” a la causa de López Obrador. Lo acompañó en giras a varios estados del país. “Incluso al primero que fui invité a Nayar Mayorquín, a María Elena Huerta y a Rafael Hernández Figueroa”. Luego entonces, la mujer hace referencia a la ocasión que por primera vez en Nayarit estuvo Andrés Manuel López Obrador. Fue en el tiempo que ella presidía en nuestra entidad el Partido de la Revolución Democrática (periodo 1998-2001). Se solaza al relatar que juntos hicieron visitas a varios municipios locales.