La atención a jóvenes: una prioridad para AMLO
Octavio Camelo Romero
16 de Enero de 2021
De los jóvenes de hoy depende el futuro de mañana. Así reza el retablo popular. Y no es para menos cuando vemos que la enorme mayoría de los mexicanos son jóvenes de ambos sexos. En estas condiciones de por sí, la formación y capacitación de la juventud debe plantearse como una prioridad del Gobierno de la República. Sin embargo, atendiendo a la realidad nacional surgen una serie de problemáticas particulares que en conjunto constituyen uno de los principales problemas nacionales: la atención prioritaria a los jóvenes
Desde hace más de 35 años los gobiernos prianistas neoliberales abandonaron la formación y capacitación de la juventud y, solo la utilizaban, en algunos casos, como instrumento para las marrullerías políticas y, en otros, para alimentar un régimen electoral fraudulento con grandes proporciones de abstencionismo. Los valores morales los cambiaron por valores antimorales y antisociales, entre los cuales se cuentan los siguientes. Sólo es inteligente el que roba. El honesto es un tonto. Sólo avanza en política el corrupto, el que aprendió a robar y comparte. El honesto es expulsado del concierto político porque hecha a perder las cosas, no sabe robar ni dividir. Solo ocupa cargos de elección popular aquel que es mentiroso y demagogo, y, que ha entendido que el sistema político es un sistema de corruptelas, de compadrazgos y de complicidades. Y con base en estos y otros valores antimorales y antisociales, solo un pequeño segmento de la juventud mexicana logró incursionar en la política a la mexicana. El resto, la inmensa mayoría, fue abandonado a su suerte.
Sin la posibilidad del acceso a la educación media superior por la limitada y escasa oferta educativa pública y por lo costosa de la educación privada, el nivel de escolaridad de esta juventud, básicamente se quedó en la educación primaria. Sin el acceso de la mayoría de los mexicanos a la educación media superior y superior, el país enfrentará no solo una carencia de cuadros técnico-científicos, sino la imposibilidad de generar ciencia y tecnología y, quedar como ha quedado, a merced de la ciencia y tecnología de EEUU, esto es, ser un país, entre otras cosas, científico y tecnológicamente dependiente de Norte América. De aquí la validez del pronunciamiento de que nadie sea rechazado de las universidades y de que todos los bachilleres o preparatorianos tenga beca para estudiar.
El otro aspecto del abandono de la juventud por parte de los gobiernos prianistas neoliberales es que con su modelo entreguista de desarrollo se desmanteló tanto la raquítica estructura productiva del país como el Estado de Bienestar de la Revolución Mexicana. Las consecuencias necesarias son el desempleo, la marginación socio-económica, la injusticia social y el nombre despectivo de los jóvenes que no tienen acceso a un trabajo ni a un centro educativo, estos son, los “ninis”.
Por estas y algunas otras consideraciones, el Presidente López Obrador ha convertido la atención a la juventud mexicana en una prioridad nacional. En fin.
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