Palestra
Gilberto Cervantes Rivera, poeta de Cucharas
26 de Enero de 2021
****PARTE AL INFINITO EL DR. ALFARO, A LOS 73 AÑOS DE EDAD; VIVIÒ CON INTENSIDAD SIN PRIVARSE DE NADA, LIDIANDO CON LA DIABETES, LA QUE TERMINÒ POR DERRIBARLO; ESPOSO EJEMPLAR, DEJA TRES HERMOSOS VASTAGOS Y A MI MADRINA MARI PINEDA, LA QUE ESTUVO CON ÈL EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS; HIZO MAS AMIGOS QUE ENEMIGOS; FUE MECENAS DE ESTE POETA DE CUCHARAS Y DE NO POCOS PERIODISTAS QUE LE FESTEJABAMOS SUS BROMAS; DESCANSA EN PAZ PADRINO, SALUDAME A EVARISTO DONDE QUIERA QUE ESTÉ, PERO POR FAVOR DIGANLE A DIOS QUE AUN TENGO MUCHAS COSAS QUE HACER EN ESTE MUNDO MATRACA
Tuve la fortuna de tratar durante muchísimos años a mi padrino el Dr. David Alfaro, quien murió ayer victima de añejos males en Tepic, capital del Estado Libre y Soberano de Nayarit. Subdirector del periódico El Nayar, hasta la muerte del señor Antonio Pérez Cisneros, funda el diario Meridiano, tomando su nombre de una columna que hacía el viejo ANPECIS en la trinchera periodística donde no pocos comunicadores sociales nos forjamos como reporteros, columnistas, publicistas o fotógrafos. El extinto galeno jamás hizo grandes enemigos, solo adversarios de ocasión que lo bautizaron con el remoquete de La Loca Alfaro, durante la época de estudiante en terrenos de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde terminó su carrera de Doctor en Medicina. Casado ya con la señora María Pineda, Alfaro nos contaba lo difícil que fue para él estudiar y ser padre de familia; quizás por ello militaba en el clandestino Partido Comunista Mexicano, siendo admirador hasta su partida de este mundo, de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, con la que comulgaba incluso con su música, sobre todo la de las grandes orquestas del país que logró sostener la llama del comunismo casi ochenta años, lo mismo que duró el PRI dándole vigencia a los postulados de la Revolución Mexicana. Con la llegada del pueblo al poder con Don Emilio González, gobernador de Nayarit, los comunistas estalinianos se hicieron simpatizantes del régimen implementado por el también dirigente cetemista, quien cooptó a un grupo importante de grillos izquierdosos, entre ellos el Dr. Alfaro, Francisco Sandoval Torres, Raúl Anzaldo Camberos, Jonás Flores Carrillo, Roberto Barrón Iñiguez, José Ángel Cerón Alba, Raúl Mejía González, Blas Zamudio Vidal, Trinidad Miramontes Arteaga, y otros muy conocidos. El Dr. Alfaro era el segundo de Don Pepe Hernández Guillén, pero en los hechos se encargaba de limar asperezas cuando algún periodista se salía del huacal; ya con Pepe González Reina y Brígido Ramírez Guillén, el gobierno apoyaba con recursos económicos a la Prensa, pero el Dr. Alfaro logró que la chayotera fuera más sustanciosa. Concluido el gobierno de Don Emilio, el Dr. Alfaro funda, junto con Antonio Pérez Peña y Juan Soriano, una sociedad periodística denominada ALPESOR, fundando dos diarios, el Meridiano y el Gráfico; con el tiempo, entra en sociedad con el primer periódico, la familia Echevarría, la cual administra la mayor parte de sus acciones. Los primeros años del Meridiano conocieron a un Dr. Alfaro muy claro y severo en sus tratos con los políticos, al grado de ganarse el respeto del Fiscal Sicario Edgar Veitia, mismo que jamás se perdió un festejo del cumpleaños del prestigiado comunicador social, mecenas de este poeta de Cucharas y sobre todo del Venado Macías Mora. Calificado como periodista oficialero, no pocas veces se brincó las trancas, escribiendo con virulencia para poner en su lugar a funcionarios destrampados como Manuel Peraza y orientando a sus lectores respecto al rumbo determinado por la política, no favoreciendo sino dándole lo que merece, por ejemplo, a su colega Miguel Ángel Navarro, a quien se le trata siempre con respeto. Por interposita persona, de dos años para acá, me entero que el Dr. Alfaro alimentaba el deseo de suicidarse; no se cuidaba, seguía tomando como cuando joven, administrándose asistido, dosis de insulina para enfrentar la diabetes que lo consumía; las pachangas en honor de su cumpleaños nunca fueron desairadas por los chicos de la Prensa; comida y bebida en abundancia, los mejores vinos; lo observé libando a pocos días de que se había puesto en trance de muerte, con un poder de recuperación extraordinario a sus más de bien vividos 70 años de edad; al estilo de casi todos los viejos dirigentes cetemistas, le gustaba vacilar con sus amigos, a quienes solía agarrarles las nalgas. Como esposo de mi madrina Mary Pineda, reverencial; al Davidcillo le llegó a decir Dino; pero quien lo conoció mejor que todos fue Vin Alfaro, la que le manejaba la página de sociales, sin imaginar que este viernes al mediodía, la silenciosa enemiga de nosotros los mortales, vendría por él para llevarse a su padre querido, al continente de lo desconocido, a donde todos tendremos que ir aunque no queramos. Antes de morir, dejó la propuesta de que Meridiano había cumplido ocho décadas y fracción, enarbolando la tradición del diario El Nayar: tenías razón padrino; y si ya descansas en paz, los demás también creemos que la vida está en posibilidades de no debernos nada, como a ti…. PALESTRAZO: hinche Evaristo, te fuiste primero y luego viniste por mi padrino; el Varo decía que él cuando muriera, seguiría haciendo periodismo ya fuera en el Cielo o en el Infierno; donde quiera que estés padrino, no te olvides de decirle a Toñito que he sido parejo con los políticos y funcionarios, para que le ponga otra vez dinero a la tarjeta que en su tiempo instituyó el Tigre Toño, para que las familias de sus amigos de la Prensa se ayudaran con algo.
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