Daño colateral a trabajadores ferroviarios de Chihuahua
Sergio Mejía Cano
23 de septiembre de 2020
Existe una fábula en donde un ratón se da cuenta de que los dueños de la granja han adquirido una ratonera, y muy alarmado va y se los comunica a los demás animales que ahí habitan; sin embargo, todos le dicen que eso no les atañe en lo absoluto. Y a fin de cuentas a todos los perjudica la adquisición de la ratonera, menos al ratón.
Es algo parecido a lo que sucede algunas veces cuando alguien hace marchas y plantones de protesta; pero a mucha gente esto no le interesa, siempre y cuando no se vea afectado en su libre tránsito o simplemente dice que no es su problema.
En el estado de Chihuahua, desde el día 26 de agosto, trabajadores ferroviarios de Chihuahua capital y Ciudad Juárez, se han visto afectados debido al bloqueo de las vías férreas, específicamente en estación Consuelo, por parte de productores y agricultores de maíz de esa zona, por un problema derivado por la cuestión de agua en la entidad que no se quiere dar al vecino país del norte.
El problema estriba en que, al no haber paso por las vías del ferrocarril, la empresa ferroviaria Ferromex ha estado desviando los trenes por otras rutas e inclusive hasta aprovechando las del otro lado de la frontera; por lo que la empresa ferroviaria se ha dado a la tarea de comenzar a descender empleados y echar a la calle a los que ya no alcanzan ningún puesto dentro de la empresa, por no tener una rama de origen.
En el portal de internet “El Puntero”, se informa que Ferromex ha reducido parte de su panta laboral, descendiendo maquinistas de camino a proveedores y similares de locomotoras, a conductores de trenes a garroteros de camino y de patio y los que ya no alcanzan, van a la dichosa bolsa de trabajo; sin embargo, lo que cayeron a la bolsa de trabajo miran con preocupación que existe poca posibilidad de que ya no los vuelvan a recontratar, debido a que hay gente más joven capacitándose en los centros de capacitación de la empresa . Pero más preocupante aún, es que al no haber corridas de trenes, los trabajadores que han quedado en servicio por el momento no están ganando ni un cinco, porque se les paga de acuerdo a los viajes que efectúen, y si no hay trenes, pues no ganan nada de nada.
Algunos de los trabajadores del ferrocarril se han acercado a los agricultores que tienen bloqueadas las vías férreas para hacerles ver que ellos, los ferrocarrileros, no tienen nada qué ver en el asunto; y sin embargo, son los que están siendo más perjudicados por los despidos y descensos de la empresa ferroviaria, la que en sí, no pierde nada con que tengan bloqueadas las vías férreas, pues ya se vio que tienen otras opciones por donde hacer correr sus trenes; y además, les trataron de hacer ver a los productores y agricultores de maíz que en sí, a ningún gobierno en sus tres niveles, les están afectando en sus intereses, pues al igual que Ferromex, prácticamente en nada les afecta que estén bloqueadas dichas vías del ferrocarril, mientras estén libres otras vías por donde están moviendo y sacando sus trenes.
La fábula del ratón que se asusta por una ratonera, entra en que, cuando se dio la concesión de los ferrocarriles mexicanos a la Iniciativa Privada, se les dijo a los trabajadores que iban a quedar activos con las nuevas empresas, que lucharan para que les pagaran una garantía mensual, tal y como estaba establecido cuando los ferrocarriles eran de la Nación; pero muchos de estos trabajadores no lo consideraron esencial el pedir una garantía mensual debido a que son profesionales y en uno de estos casos de interrupción de la corriente de tránsito de trenes no iban a ganar nada, tal y como ya sucedió.
En enero de 2015, el túnel número 13, en el kilómetro T-1635.40, en la Sierra Madre Occidental en el estado de Jalisco, entre Ixtlán, Nayarit y La Quemada, Jalisco, se sentó debido a trabajos que le estaban haciendo, por lo que se interrumpió durante casi tres meses el paso de los trenes, así que el personal ferroviario, sobre todo los que corren de Tepic, Nayarit a Mazatlán, Sinaloa, se quedaron sin efectuar viajes y obviamente, sin ganar ni un cinco mientras no se restableciera la corriente de tránsito. A los trabajadores les llegó la desesperación, teniendo que echar mano de sus ahorros para solventar los gastos familiares, porque como ahora el caso de Chihuahua, el sindicato no dio ninguna clase de apoyo, más que gestionar un préstamo ante la empresa; préstamo que a quienes lo obtuvieron, en cuanto comenzaron a trabajar les fue descontado sin ningún miramiento.
Sea pues. Vale.
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