Pobreza y educación, en la estela de la pandemia
Lily Cayeros
11 de agosto de 2020
La estela de la pandemia por Covid-19 que mantiene graves daños en el mundo, recrudece en su paso problemas sentidos que desafían aún más la capacidad de los gobiernos de los distintos países. México, se enfrenta a niveles históricos de decremento económico, de hasta el 18.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según los últimos cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y se traduce inevitablemente en la suma de más de 16 millones de personas a la pobreza; mientras tanto, en el umbral se encuentra el desafío quizá más poderoso, después de la consabida amenaza a la vida, la salud y la propia subsistencia de las mayorías, que es el regreso a clases en el ciclo escolar 2020-2021.
De acuerdo con el Secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, el Gobierno Federal diseñó una ambiciosa estrategia denominada “Aprende en casa II”, en alianza -concebida de inédita- con las más importantes televisoras privadas y radiodifusoras, a fin de alcanzar la mayor cobertura posible en lo que será inevitablemente una educación “a distancia”, que se traducirá asimismo en la transmisión de contenidos de enseñanza las 24 horas, en seis canales de televisión, además de radio en lenguas indígenas, y entrega de material impreso educativo, en el caso de los alumnos que no tengan oportunidad de acceder a los medios tecnológicos.
Desde el pasado 03 de agosto, el funcionario federal ofrece una conferencia informativa con comunicadores y reporteros, en pro de ir facilitando detalles y aclarar cualquier duda de lo que será la ejecución del programa a partir del inicio del ciclo escolar en la modalidad a distancia el próximo 24 de agosto. Y se espera en lo sucesivo, vaya revelando aspectos coyunturales de operación, actualización y avances de forma y fondo de los recursos tecnológicos a emplear, al igual que el desempeño docente, sus herramientas y las garantías de aprovechamiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de cada de uno de los niveles educativos y de los propios educandos en función de sus condiciones socioeconómicas.
Es un hecho que la administración Federal entró de lleno a la batalla de la imponente “nueva normalidad”, y sus acciones deberán sin duda revestir un matiz político, económico, de comunicación, cultural y social totalmente renovado, de las dimensiones del incierto escenario vigente.
La unidad, la coordinación inteligente entre poderes y órdenes de gobierno, no puede ser más un fin, sino un valioso medio que permita consolidar las expectativas planteadas, como única vía para transitar con resultados favorables en esta nueva realidad, en beneficio de la generalidad.
Es de esta manera como se llegó a la convergencia entre integrantes de la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), el pasado viernes, durante su sesión virtual de análisis y diagnóstico semanal, para refrendar primero, en voz del reconocido columnista Ezequiel Parra Altamirano, que la situación en el mundo, efectivamente, no es del nada halagüeña, y menos si aún no existe la única cura para la pandemia, prácticamente fuente de la gravedad de los problemas por lo que se atraviesa en el orbe, incluido el tema de la educación: la vacuna. En tanto, consideró como preámbulo que ante los anuncios recientes de las potencias Estados Unidos y Rusia, cada cual en su particular batalla por patentar el antídoto, existe un halo favorable: la competencia entre ambos que los lleve a acelerar sus respectivas investigaciones.
Mientras tanto, dijo, México no tiene más opción que el de fortalecer sus líneas de acción y dar solidez significativa a la suma sincronizada de esfuerzos entre el Ejecutivo Federal con los gobiernos de las entidades, que en el caso de Nayarit, vio con beneplácito la relación que, según se puso de manifiesto en su novena visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha logrado al respecto, y agregó que ello será clave inclusive para sacar adelante el programa educativo, mancomunadamente con el magisterio local, el cual por ahora, confió, se encuentra dispuesto a trabajar en pro del cometido.
En su oportunidad, el columnista Oscar Zúñiga Estrada, afirmó que la pobreza “ha impactado sobremanera desde antes de la pandemia, y ahora más, que las consabidas actividades productivas sufrieron una merma sobresaliente”, de tal suerte que la clave del éxito “radica entonces unificarse más allá de intereses particulares, o de acumulación de capital electorero, de pugnas y demás obstáculos que dividen”, a fin de no solo poner en marcha el ambicioso plan educativo, sino de trabajar por el fortalecimiento del poder adquisitivo de cada ciudadano, prever efectos colaterales, deserción y otros elementos desfavorables que surgirán a medida que se vaya transitando en este “nueva normalidad”.
Para el analista y Director de Escena, Luis Alberto Bravo Mora, el programa educativo “Aprende en casa II”, sin duda se estructura de aspectos interesantes, sobre todo en cuestión de cobertura, no obstante, para que todo funcione adecuadamente se requiere de una revisión y mejora continua, que incluye indudablemente el compromiso puntual e irreductible de cada actor involucrado: los tres niveles de gobierno y para con la ciudanía, a fin de reconstruir, sumar y marchar con dividendos satisfactorios de cara a un futuro, totalmente incierto a partir de esta nueva etapa.
El periodista y analista político Marco Vinicio Jaime, expresó que cada nación se ha visto obligada a instrumentar estrategias de gran calado para amortiguar la hecatombe, e intentar construir el blindaje mejor a su pueblo y evitar pérdidas humanas, económicas, y para el caso, en lo educativo; y México al parecer no pretende ser la excepción. ¿Podrá estar a la altura del reto presente y el que vendrá, como base de un muy probable acuerdo mundial que unifique criterios, voluntades, fuerza política, gubernamental y lucha conjunta por la paz, la seguridad y la estabilidad del orbe, que incluye obviamente una educación que prepare a la sociedad con la debida formación e información en un entorno de tales dimensiones?
Es claro el momento de incertidumbre ante la devastación sin precedente que ha generado la pandemia de coronavirus, y de la cuantía de eficacia que logre alcanzar el Gobierno al mando del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dependerá en gran manera fortalecer fe, confianza y esperanza social; ello, en una sólida coordinación con los estados, tanto en el tema sanitario -que lamentablemente aún refleja el lado más letal de esta enfermedad-, lo mismo que el económico, con líneas de acción garantes de consumación en cada rincón de la geografía nacional.
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