Mariachi Tradicional de Nayarit
Francisco Samaniega
06 de agosto de 2020
Siendo Nayarit una de las cuatro entidades de la llamada “zona nuclear del mariachi” (al lado de Colima, Jalisco y Michoacán), son de específico origen nayarita no sólo la primera referencia mundial para el vocablo “mariachi” –Santiago Ixcuintla, en 1807-, sino también –Rosamorada, en 1852- la primera para el conjunto musical que éste designa.
Primigenio epicentro integrador del Reino de la Nueva Galicia desde 1531, fue hasta fines de 1865 que los actuales estados de Nayarit y Jalisco por fin se separaron dando inicio a varias décadas de incertidumbre legal. Fue hasta el referido año de 1917 que el congreso federal dio por fin nacimiento a la entidad nayarita generándose, a partir de entonces, la auto búsqueda identataria. Tal proceso partió del reconocimiento local del mariachi como uno de sus valores culturales (por ejemplo en 1929 con Alejandro Manzo y en 1935 con Nabor Hurtado), pero sobre todo en más amplios trabajos y registros en sus diferentes pueblos originarios.
Sin embargo este proceso se consolidó como una respuesta institucional a la incorporación de un mariachi nayarita como acompañante del Ballet Folklórico de México, pero al que su directora -Amalia Hernández- impuso el nombre de “Mariachi Real de Jalisco” a fin de que acompañase a cuadros de danza folklórica atribuidos a aquella entidad desde 1953. De esta forma, fue hasta el año de 1962 que en la Delegación Nayarit del Instituto Nacional de Bellas Artes se inició la integración de un primer grupo de danza folklórica específicamente nayarita, así como de un primer Mariachi Tradicional de Nayarit expresamente constituido y financiado para su acompañamiento en ensayos y presentaciones al público.
Dicha investigación, coreografía e integración musical fue encabezada por la folklorista Socorro Sánchez Vázquez y por el músico mariachero tradicional y ensayador de danzas de conquista don Arnulfo Andrade ya los que, desde 1965, también se integró el coreógrafo Jaime Buentello Bazán.
Con este equipo de trabajo se realizó de este tipo de rescate institucional de la música y las danzas con mariachi tradicional pionero en todo el occidente de México y, con sus aportes, para 1968 fue generado el primer espectáculo de folklore nayarita titulado “Leyendas y tradiciones del Viejo Nayar” que, para el caso, integraba las diferentes variantes y géneros mariacheros entre los pueblos cora/mexicanero y tepehuano del sur, así como huichol y mestizo del altiplano nayarita a los que, desde 1974, les fue integrada la también variante mariachera del baile sobre mesa/tarima de los mestizos de la zona costera (aunque ahora acompañada de bandas de viento como, al menos desde 1895, ya los grupos de cuerda dicha región ya hacían acompañarse de “redoblante, platillos y tambora”), sólo restando aun por incorporarle la tradición de baile mariachero con conjunto norteño también presente en el norte y noroeste de la entidad nayarita.
Para entonces ya director de esta compañía, tras el fallecimiento del maestro Buentello, su viuda Teresa Thomé y el coreógrafo tepiqueño Sergio Eugenio García Pérez se decidieron a preservar tal proceso ahora bajo el nombre de “Ballet Folklórico Mexcaltitán” mismo que, con muy poco tiempo, logró presentarse tanto en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México como en el Teatro Degollado de Guadalajara (los dos más importantes foros culturales del país), dando inicio a una muy larga serie de presentaciones nacionales e internacionales por Europa, Asia y todo el continente americano.
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