¿Qué se requiere para ser buen gobernador de Nayarit?
Oscar González Bonilla
29 de julio de 2020
Siempre he mantenido la curiosidad por saber de parte de la clase política nuestra que se requiere para ser un buen gobernar de Nayarit.
Serán requisitos la preparación académica, la práctica política, el tránsito por los diversos cargos de elección popular, la profunda sensibilidad humanista y social o a través del método que se funda únicamente en la experiencia y la observación, entre otra cantidad infinitamente grande de condiciones que se pueden agregar.
Pero además he creído que los gobernadores de nuestra entidad están sujetos a eventualidades, es decir, a acontecimientos que no se pueden predecir. A las circunstancias políticas locales o nacionales, a los vaivenes de la economía no sólo nacional sino hasta internacional, al disparo de las movilizaciones ciudadanas provocadas por hartazgo de incumplimiento social y hasta por condiciones climáticas adversas.
Es el caso del devastador huracán Kena que el 25 de octubre de 2002 penetró por San Blas a las costas de Nayarit. Provocó daños por 420 millones de pesos al afectar cuando menos la mitad de los 20 municipios de la entidad. Se habían estrenado los presidentes municipales en el segundo tramo del gobierno de Antonio Echevarría Domínguez, y sufrieron las de Caín para enmendar destrozos causados por el meteoro, a conseguir presupuesto para tal fin les llevó el tiempo medular de su administración.
También en octubre de 2015 se anunció la presencia del huracán Patricia, el más peligroso en la historia del mundo, por lo que sus estragos podrían ser potencialmente catastróficos. Por Bahía de Banderas llegaría a las costas de Nayarit. El gobernador Roberto Sandoval, en muletas por una cirugía en la rodilla, estuvo en el lugar. Al tocar tierra (no por el sitio que se espera en Nayarit) el huracán rápidamente perdió fuerza y se convirtió en tormenta tropical. Ello fue suficiente para que el gobernador de la gente declarara: Lo desvió la mano de Dios.
Economistas han dicho que el 90 por ciento del presupuesto del gobierno de Nayarit tiene dependencia del gobierno federal porque genera insuficientes recursos propios. Hoy este último tiene graves problemas de ingreso, entre otras cosas, por la tremenda baja en la producción de petróleo, ya que se acabaron la gallina de los huevos de oro. Esta anómala situación presupuestaria necesariamente afecta al gobierno de Nayarit, el que durante su ejercicio ha tenido severos problemas de carácter diferente por falta de liquidez.
Todas las circunstancias y eventualidades antedichas originan un quebradero de cabeza que bien pudiera dar al traste con la buena administración estatal. Un ejemplo inmediato lo presenta el actual gobierno de Roberto Sandoval. A un poquito más de 5 meses de concluir el mandato, todo se le vino abajo. Quedaron en el olvido las grandes obras al destaparse la cloaca de la corrupción que invade al gobierno de la gente, todo derivado de la detención en EU del fiscal Edgar Veytia bajo la acusación de narcotráfico. Es tan grave la situación no prevista que el mandatario Sandoval Castañeda ha sido demandado por enriquecimiento ilícito ante la PGR, intención ciudadana que lleva el propósito de la separación del cargo.
En la conferencia de prensa ofrecida este miércoles 19 por el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, candidato al gobierno de Nayarit por MORENA, no resistí el deseo de preguntar qué se necesita para ser un buen gobernador. Pedí respuesta con base en su juicio personalísimo.
Considera ser democrático como ejercicio vital de gobierno, pero además tolerante a la crítica ante cualesquier pronunciamiento y para ello se requiere madurez. Conocimientos académicos para aplicarlos a la realidad. Tener plena conciencia de que el gobernante es el servidor de todos, no el mandamás, pero además jamás olvidar su origen. Sobre todo dar resultados que mejoren las condiciones de vida de los nayaritas.
Se pronunció, también a pregunta expresa de su servidor, por la integración del gobierno de coalición.
-Nunca más que los gobiernos sean escuela de aprendices. Si se llega es para hacer funcional el gobierno, no para aprender.
-La ruta para lograr la gobernabilidad democrática es recurrir a los gobiernos de coalición.
Estos dos últimos párrafos son de la autoría de Manlio Fabio Beltrones Rivera, ex presidente nacional del PRI. Tan tan. (20 de abril de 2017)
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