Pocos sabemos lo que sienten ahorita los comerciantes

Recientemente el reconocido periodista Oscar González Bonilla publicó un interesante relato que me llevó a hacer gratas y satisfactorias remembranzas sobre las diferentes actividades productivas en que me he involucrado durante mi vida. Dicho relato de mi amigo Oscar, versó sobre una señora que en mi opinión, es todo un personaje en la historia de Tepic y sobre todo, un ejemplo a seguir como mujer “luchona” y emprendedora. Quienes hemos pasado la vida en la capital nayarita, recordamos a AURORA con su acostumbrado gesto adusto, atenta a cobrarles a quienes tomaban alguna revista o periódico; siempre con su “delantal”  vigilando su negocio  en el Portal Bola de Oro en el que durante decenas de años vendió revistas, periódicos y dulces. Comento lo anterior mis estimados lectores en virtud de que su servidor, junto con Ricardo “el pelón” un buen amigo de la infancia, recogíamos en la terminal de autobuses Flecha Roja de la Avenida México cerca de la Allende, los periódicos nacionales que le mandaban a AURORA, mismos que venían en bulto y que nos tocaba compaginar para ponerlos a la venta. Agrego que sin duda esta “chamba”, alternada con "la boleada" y la venta de chicles “ADAMS” que realicé alrededor de la plaza principal mientras cursaba la primaria en la escuela TIPO, creo que fueron las que despertaron mi inclinación por LA ACTIVIDAD COMERCIAL que alternadamente como estudiante, y luego como maestro, he desempeñado de diferentes formas y hasta la fecha. Quienes me conocen recordarán  que fui también durante varios años TABLAJERO y atendí el negocio familiar que se ubicaba en la Colonia Mololoa cerca de la actual gasolinera; igualmente que  comercié con frutas y legumbres tanto en el mercado de la calle Durango conocido en aquel tiempo como “EL VOLANTÍN”, y posteriormente en el “MORELOS” recién construido. Ya trabajando de maestro aquí en Tepic allá por los 80’s nacieron LAS  CERRAJERÍAS DELGADO, ramo de la seguridad en el que también incursioné y en los que aún se ofrece ese servicio a los tepicences. En otras de mis facetas y en  virtud de mi aprecio por el ambiente de la música y la diversión, “le entré” al ramo de negocios de RESTAURANT-BAR hace aproximadamente 22 años y en sociedad con unos compañeros maestros con un negocio que se llamó “CANTAMAR”. Posteriormente ya por mi cuenta instalé por la Av. Allende el que uno que llamé “AGUA BRAVA”, ambos alquilando tanto el local como el permiso de funcionamiento, por lo cual confieso, era una verdadera osadía el alcanzar para los gastos propios del negocio y el pago de rentas. A la llegada del gobierno del cambio fui invitado a colaborar en el área educativa y pleno de euforia como el resto del equipo de maestros democráticos que llegamos con el deseo de “hacer las cosas bien”, cerré para dedicarme de lleno a mi compromiso como funcionario del Gobierno que encabezaba “EL TIGRE” ANTONIO ECHEVARRÍA DOMÍNGUEZ. Terminado el compromiso, es decir casi en el 2006 volví a esa aventura de los negocios que insisto, no es cosa sencilla como bien lo saben quienes lo han experimentado, y menos en estos tiempos críticos de PANDEMIA. Hago esta extensa narración, para dar a conocer  a algunos “incrédulos”, que un servidor no es un “improvisado” en este asunto y por tanto, conozco perfectamente lo que sienten, lo que les duele y cómo piensan quienes en este momento LUCHAN POR MANTENER A FLOTE Y CONSERVAR CON VIDA SUS NEGOCIOS, sean chicos medianos y grandes, al fin que en esa misma proporción son las pérdidas y deudas que enfrentan. Por todo lo anterior, opino que las autoridades debieran capacitar a sus gentes que envían a visitar los negocios en este sentido, a efecto de que adopten una actitud comprensiva, sensible y proactiva mediante la que se construya la relación cordial y de cooperación recíproca que se requiere para SALIR JUNTOS AUTORIDADES Y COMERCIANTES DE ESTA CRÍSIS. ¡He dicho!

COROLARIO.-  En virtud de “lo jodido de la situación”, muchos comerciantes que ya pueden abrir,  no lo han hecho porque afirman que les sale más barato tener cerrado que abierto. Hasta la próxima.