La pequeña y mediana burguesía se radicalizaron por el miedo a su proletarización

Impropiamente se ha dado el nombre de “Clase Media” a los estamentos bajos de la burguesía o de la clase capitalista. A estos estamentos pertenecen profesionistas, administradores de empresas, empleados de gobierno y del área de servicios, etc., que realizan funciones de capitalistas y perciben sus sueldos de una parte la plusvalía extraída a la clase de los trabajadores asalariados. En el capitalismo existen dos clases fundamentales: la burguesía y el proletariado. Sin embargo, conforme se van desarrollando las fuerzas productivas, estas son, la ciencia, la tecnología y la organización productiva, se van simplificando los mecanismos de control de los asalariados y, consecuentemente quienes hacían estas funciones son liberados de sus puestos de trabajo para ingresar a la clase de los trabajadores asalariados. En el capitalismo global, la robótica, la inteligencia artificial, los software y hardware, el Internet, etc., cada vez arroja a los estamentos más bajos de la burguesía, de la clase capitalista, hacia el proletariado, hacia la clase de los trabajadores asalariados. A su vez, estos estamentos que antes constituían la pequeña y mediana burguesía, se radicalizan y se vuelven reaccionarios porque tratan de impedir el desarrollo natural del capitalismo. Empero, su radicalismo no va en sentido de crear una nueva sociedad, una sociedad con característica de avanzada, de desaparecer la propiedad privada capitalista, sino todo lo contrario, pugnan por volver atrás, por retroceder, por impedir la aplicación de la ciencia, la tecnología y la organización productiva. Y aunque estas circunstancias son propias del desarrollo del capitalismo, no se pueden culpar a quienes detentan el Poder Político porque al margen de ellos, y a pesar de ellos, la sociedad capitalista impondrá objetivamente su desarrollo.

Estos estamentos bajos de la burguesía, la pequeña y mediana burguesía, son los que están culpando al Presidente Andrés Manuel López Obrador de ser instigador de los conflictos sociales y de su cada vez más cercano, ingreso al campo del proletariado. Sus posturas políticas concuerdan con las posturas de la derecha a-histórica y golpista. Esa derecha que ha dado golpes de Estado blandos y no tan blandos en Chile, Brasil. Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc., y que trata ahora de darlo en México.

La aplicación de las teorías económicas keynesianas tras la Segunda Guerra Mundial crearon el concepto de Estado del Bienestar, orientado fundamentalmente hacia la pequeña y mediana burguesía, que pasaría a dominar el panorama del mundo capitalista hasta comienzos del siglo XXI. Las definiciones científicas de los estamentos bajos de la burguesía, dependen del enfoque, del marco teórico-conceptual de la teoría, de las gafas a través de las cuales vea a la sociedad y al capitalismo. Muchos teóricos que se suponían marxistas, en realidad para tratar estas cuestiones se apoyan en el marco teórico de Max Weber, centrado en la interacción de las variables de riqueza, poder y prestigio. Sin embargo, a estos estamentos los han considerado como “Clase bisagra” entre la burguesía y el proletariado. Sin embargo, se radicalizan por el miedo a ser proletarios. En fin.