“Protagonistas en la política de nuestra nación”

“La política de los valores y del bien común”, son conceptos meticulosasmente trabajados para dar cuerpo con singular fuerza a un movimiento que se extiende en Latinoamérica, y busca consumar un nuevo giro al ejercicio político-gubernamental con perfiles “totalmente nuevos” y con sustento en tal comunicación, que interconecta anhelos colectivos y acción de protagonistas, los cuales se yerguen como portadores de soluciones estratégicas.

Es así como fue descrita en su esencia, la Conferencia Magna: “Protagonistas en la política de nuestra nación”, que tuvo verificativo este fin de semana en la Capital, por parte del ex Candidato presidencial y ex Diputado de Costa Rica, Fabricio Alvarado, quien encabeza asimismo una gira ex profesa en su calidad de conferencista internacional para compartir su experiencia y coadyuvar a “la suma de quienes buscan algo distinto en el ejercicio del poder”; con la anfitrionía de organizaciones e instituciones del talle del Partido local Visión y Valores (VIVA), que preside Daniel Yañez González, de afinidad en nacimiento, esfuerzo y lucha ideológicos.

En el evento, que congregó a profesionales de medios de comunicación, de organismos públicos y privados, al igual que de la sociedad en general, estuvo presente la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), bajo la representación de su Coordinadora General Lily Cayeros, y de Lorena Orozco Orozco y Marco Vinicio Jaime, en la Coordinación de foros y Conferencias.

De conformidad, Fabricio Alvarado, dio énfasis al cómo y el por qué en la adquisición de un rol protagónico en la práctica política y en cualquier campo que sea plataforma para servir al pueblo:“Ser protagonistas por cuanto sea factible construirse una imagen genuina de impulsores de soluciones eficaces”.

Ganador con el 45 por ciento de los votos emitidos en la primera vuelta en las elecciones presidenciales de su país en el 2018, y en consecuencia haber conseguido 14 escaños en el Congreso, histórico, para el partido por el cuál participó, el también periodista, presentador de televisión y cantautor, precisó que la clave del rescate de la credibilidad ciudadana, radica en lograr empatar valores: honestidad, lealtad y altruísmo, con una clara vocación de servicio, más allá de una recompensa mediata personal, cuando se tiene como objetivo fundamental el bien y que consecuentemente el pueblo y la gente sobre la cual se ejerza cualquier tipo de responsabilidad esté contenta.

Por tanto, consideró que es momento de que la gente que desea un nuevo rumbo en la política y el Gobierno, materialice su sentir con su participación en pro de liderazgos auténticos que sean verificables por su decir, su hacer y trayectoria.

Fabricio Alvarado, fundó un nuevo partido: “Nueva República”, y del cual es muy probable que sea su candidato presidencial para los comicios de 2022.

Está claro, que el pueblo en cualquier latitud, desea ya una gobernanza eficaz, por cuanto supere los nocivos estereotipos de la simulación y los monólogos que fingen recabar sus demandas –por ejemplo en maltrechos artilugios comunicacionales en cerrados espacios ad hoc, carentes de verdadera interacción y reciprocidad más allá de imponer unilateralmente etiquetas-, pero que solo llegan a ser justificantes para ocultar fallidamente la realidad,  lucrar y obtener beneficios en nombre de una sociedad cada vez más afectada por las decisiones de camarillas, de grupos que detentan el poder por el poder mismo.

Y en el escenario mundial, y para el caso en comento, es evidente el surgimiento de movimientos antagónicos, que mantienen ya una cierta polarización: por un lado la “política de los valores, de la paz y el bien común”, que intenta capitalizar el resquemor social, como lo fue con Fabricio en Costa Rica, con Jimmy Morales en Guatemala, Jair Bolsonaro en Brasil, en Chile y Bolivia, en contraparte con el de una fuerza con pretendida desde las tradicionales ideologías de Izquierda y de Derecha que opta por exacerbar la rabia, el clamor y el dolor de los desposeídos y los afectados por el denominado “stablishment”, al que es común ver como se le responsabiliza de todos los males, bajo el concepto de capitalismo o de populismo.

Lo cierto, es que el pueblo es cada vez más agudo en su visión, más exigente y crítico; y participe o no en política, tiende a establecer un patrón comportamental que lo ha estado blindando de las mentiras, la mala gobernanza y la escasez de oficio político y comunicacional, con una indiferencia y baja credibilidad a toda oferta que no supere ya su peculiar filtro. ¿Qué pasará entonces? El reto está sobre la mesa: “Protagonistas en la política de la nación”. ¿Se vencerá?