Un fatal descarrilamiento ferroviario
Sergio Mejía Cano
18 de febrero de 2020
Este lunes 17 de febrero, poco antes del amanecer descarriló un tren de carga en las inmediaciones de Vicam, Sonora, aproximadamente a 486 kilómetros de la frontera con Nogales, en el mismo estado del norte del país. Los daños fueron muy considerables, pero más, porque al menos se tiene la información de que un miembro de la tripulación, de nombre Rafael Pérez Hernández de 59 años de edad y con el cargo de garrotero de camino que lamentablemente perdió la vida.
Extraoficialmente se dice que la causa la originó el que manos criminales robaron parte de los componentes de la vía férrea, tales como placas que sirven de base al patín de los rieles, tornillos y clavos dejándola prácticamente suelta de sus rieles, por lo que al llegar las locomotoras, al no tener el amarre óptimo los rieles se abrieron alcanzando a pasar una de las máquinas de las dos que componían la fuerza de tracción, pero volcando al salir un puente de aproximadamente 15 metros de longitud, quedando recostada sobre su lado izquierdo, y la segunda locomotora cayó al fondo de dicho puente quedando ruedas arriba y encima de ellas varias de las unidades que arrastraba el tren que, debido a la inercia, tal y como dicen los que le entienden a esto, al topar con un obstáculo las demás unidades se van amontonando en las que ya están caídas. Dicho puente quedó muy dañado, por lo que en la investigación saldrá a relucir si fue efecto o la causa de este horrible accidente.
A través de las redes sociales se comenzaron a filtrar imágenes y videos de este terrible accidente de una enorme magnitud y cuantiosos daños que por supuesto nadie se esperaba que ocurriera, porque si bien se podría decir que las tripulaciones de los trenes sopesan la posibilidad de algún tipo de accidente, no lo consideran que vaya a ser de fatales consecuencias y menos que manos criminales hubieran aflojado rieles y durmientes para que al paso y el peso de las locomotoras ocurriera lo que pasó.
Desde luego el que se diga que el hecho de esto de que alguien habría robado los componentes de la vía férrea podría sonar a pura especulación por ser tal vez esta falta de los complementos de una vía de ferrocarril un efecto y no la causa, ya que por lo regular cuando ocurre un descarrilamiento se llegan hasta a quebrar los rieles confundiendo al personal por lo que de inmediato se dice que el tren descarriló por un riel quebrado; sin embargo, al hacer una investigación más a fondo se determina que el riel quebrado fue un efecto y la causa otra muy distinta. Así que en este accidente falta que los peritos de la empresa ferroviaria den su veredicto. Por eso se ha hecho costumbre que cuando una tripulación hace un informe de accidente por descarrilamiento, al señalar la posible causa, la respuesta se omite poniendo en su lugar la palabra “investigándose”, para así no caer en la especulación.
En cuanto a que haya sido un sabotaje, esto es poco probable, aunque se dice que no se descarta por parte de algunos medios de comunicación que se hicieron presentes al lugar del accidente, pero no confiable esta información debido a lo mal enterados que pudieran estar en cuanto a conocimientos ferroviarios los reporteros que se presentaron al lugar de los hechos. Y esto, porque no han faltado señalamientos en los grupos de ferroviarios en las redes sociales, en donde están inscritos extrabajadores y activos ferroviarios de todo el país, en donde ya alguien escribió que hay mucha gente resentida por haber sido despedidos; pero esto sería muy difícil que sucediera, aunque no se descartaría, debido a que muchos ferrocarrileros así los hayan despedido, le siguen teniendo amor a la camiseta, y la mayoría que son ferrocarrileros de cepa, de estirpe, saben que atentar contra los trenes no nada más conllevaría daños materiales, sino que podrían lesionarse las tripulaciones de los trenes entre los que podrían ir hasta familiares de los resentidos en el hipotético caso de que trataran de llevar a cabo un sabotaje. Sin embargo, el problema, según quienes comentan esto del sabotaje, ahora hay muchos empleados que no sabían nada de los ferrocarriles ni sus familiares, que vienen de fuera y que no pertenecen a la gran familia ferrocarrilera que lamentablemente ya queda muy poca, tal y como si fuera una consigna que los familiares de los trabajadores ya no ingresen a las empresas ferroviarias del país, captando gente de fuera en donde a algunos de ellos les valga sombrilla lo que pudiera pasarle a los trenes.
Sea pues. Vale.
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