Tepic, Nayarit, jueves 21 de noviembre de 2024

Rompen la cadena de la sumisión al gobierno, los universitarios

Octavio Camelo Romero

16 de enero de 2020

En un Consejo General Universitario histórico, los consejeros de la Universidad Autónoma de Nayarit se decidieron a rebelarse al Gobierno de Nayarit y al Gobierno Federal. Varios cuestionamientos saltaron a la palestra. Todos de incuestionable importancia y trascendencia. Se habló de pedirle al Congreso local la derogación de la ley cuya iniciativa mandó el Gobernador para transgredir la Autonomía Universitaria y modificar a su gusto, la estructura y funcionamiento de los Órganos de Gobierno Universitario. También se esbozaron algunas estrategias de lucha.

En realidad a los universitarios de la UAN se les presentan varias cuestiones estructurales, para utilizar este terminajo usado por los tecnócratas neoliberales y de derecha de la SEP. La primera cuestión a resolver no solo es el rescate de la Autonomía Universitaria de la UAN, sino la preservación de esa facultad constitucional de las demás universidades. Obvio es que el gobierno federal pretende quitarle a las instituciones educativas autónomas su autonomía. Y había que hacer una prueba de hasta dónde resisten dichos centros educativos la injerencia del gobierno en la modificación de sus estructuras de gobierno y en los lineamientos de su funcionamiento. Está visto que la prueba piloto se da en Nayarit con la Reforma a la Ley Orgánica al margen de los universitarios. Y la respuesta de la comunidad académica no podía ser otra: exigir la derogación de Ley que Reforma a la antigua Ley orgánica de la UAN.

Otra cuestión es la reestructuración y la refuncionalización de las Instituciones de Educación Superior de México. Como estrategia del Gobierno Federal, se iniciará este proceso con las Universidades “quebradas”, condicionándoles el apoyo financiero para solventar sus déficit a cambio del compromiso escrito en un convenio, de estar de acuerdo en realizar las modificaciones estructurales, financieras y académicas que determine la federación a través de la SEP. Si el gobernador de Nayarit no se hubiera adelantado, las modificaciones se hubieran hecho porque los sectores y el Rector ya se habían comprometido. En este sentido, demos gracias al gobernador que dio la oportunidad de defender la Autonomía y de preservar la capacidad de autogobierno, de autoadministración, de autogestión, etc.

Una cuestión más es la estrategia de lucha universitaria. En este punto los integrantes de la comunidad universitaria deben priorizar las demandas. La primera y más importante demanda, es el rescate de la Autonomía Universitaria. Para conseguirla, necesariamente el Congreso del Estado debe derogar la Ley promovida por el Gobernador al margen de la comunidad universitaria. Y para conseguir tal derogación, habrá que demandar el apoyo y solidaridad de Instituciones nacionales y latinoamericanas, así como de la población nayarita. En este sentido, deben de organizarse brigadas que salgan a las colonias de Tepic y de los demás  municipios a explicarles a la población la importancia que tiene la Autonomía para su Universidad Autónoma de Nayarit. Y paralelamente organizar la Megamarcha que se propuso en el Consejo General Universitario. Las otras cuestiones estructurales y funcionales se darán una vez rescatada la Autonomía y dentro de las mesas de discusión organizadas por la comunidad universitaria.

El otro asunto, es el relativo al financiamiento de la UAN. Se sabe que el Gobierno Federal está usando la restricción del presupuesto a los Institutos de Educación Superior para obligarlos a modificar no solo la estructura y el financiamiento, sino también la modificación de las plantillas de trabajadores y académicos, mediante la expulsión de trabajadores y académicos de sus puestos de trabajo. Esta última situación obedece a la propuesta neoliberal del adelgazamiento del aparato de Estado. Y ante la crisis financiera en que se encuentran las universidades del país, difícilmente se podrán soslayar los recortes presupuestales y de personal.

Una última cuestión, es la relativa a los estudiantes. Desde luego que se puede modificar el calendario académico para evitar que se pierdan los semestres. Pero también se puede trabajar sin percibir salario. Esto lo hizo el personal de los CENDIS Paulo Freire en el 2018, año en que Peña Nieto les quito el financiamiento por apoyar la candidatura presidencial de AMLO. Sin embargo, difícilmente se hará en la UAN con todo el personal, porque para algunos el salario universitario es su única fuente de ingreso. Ante tal situación, la UAN debe presionar para ampliar el presupuesto federal y estatal. También habrá que exigir el cumplimiento de lo pactado y el envío del presupuesto ordinario. En fin

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