La autosuficiencia alimentaria es estratégica para el país

La seguridad alimentaria ha sido una prioridad absoluta para asegurar la estabilidad y prosperidad de México. Por eso, no es sorprendente que el suministro de alimentos a los mexicanos sea de suma importancia en la agenda nacional, sobre todo tras el rezago inducido del sector agroalimentario, con vistas a convertir al país en mercado estratégico de los productos norteamericanos. De allí que la autosuficiencia alimentaria sea una estrategia clave en la actual política agrícola del Gobierno del Presidente López Obrador, para generar mejores condiciones de vida no sólo de los productores sino también, de la gran masa de mexicanos que son los consumidores.

Esta estrategia implica en primer lugar, una mayor producción interna de granos, en particular de maíz, frijol, trigo harinero y arroz; así como de leche, carne de res, de cerdo, de pollo y pescado. Y en segundo lugar, busca tanto aumentar la producción de insumos que se requieren para producir alimentos: semillas, fertilizantes, diésel, abonos, maquinaria y equipo, como transitar a modelos de producción sustentables y ampliar la oferta de bienes y servicios del Gobierno federal a los productores rurales.

Con la nueva política de la autosuficiencia alimentaria el Gobierno de la República se propone a) Proteger al país ante los vaivenes del comercio internacional y las fluctuaciones de los precios de los productos agropecuarios, b) Asegurar el abastecimiento de alimentos para satisfacer las necesidades de los mexicanos, c) Generar un sistema alimentario propio que considere no sólo la producción de alimentos, sino también las actividades inherentes a ella, como la transformación industrial, la actividad comercial, los servicios financieros y los servicios tecnológicos, d) Ahorrar divisas, e) Producir de alimentos cuidando al medio ambiente y, f) Generar mejores condiciones de vida tanto para los productores del campo como para los consumidores de tales productos.

El Programa gubernamental “Producción para el Bienestar” está estrechamente ligado con la estrategia de autosuficiencia alimentaria, pues se propone otorgar a) Apoyos directos a los productores de granos de pequeña y mediana escala, que se entreguen previo a las siembras para que puedan financiar la compra de insumos o contratación de servicios relacionados con la siembra, b) Apoyos directos a cafetaleros y productores de caña de azúcar, quienes enfrentan un panorama de bajos precios internacionales y nacionales, c) La incorporación al “Programa” de productores de comunidades indígenas de alta y muy alta marginación, que por primera vez son objeto de una política pública de apoyos al fomento productivo.

El avance de la digitalización, robótica y otras nuevas tecnologías en la cadena agroalimentaria, conlleva profundas transformaciones. Nuevos actores se integran a los eslabones de la cadena. Empresas que nunca habían estado relacionadas con la agricultura o la alimentación, como Amazon, Microsoft o Huawei, se disputan ahora este mercado. Se trata de cambios radicales en la estructura y control de la cadena, con impactos en muchos aspectos de la alimentación, la salud y la soberanía alimentaria. La nueva situación de la producción agroalimentaria impacta con sus aplicaciones científico-tecnológicas en tres bloques complementarios: a) hardware, esto es, maquinaria agrícola, robots, drones, sistemas de inteligencia artificial y nubes de Big Data, b) software, esto es, datos genómicos, biología sintética, nuevas biotecnologías y c) sistema financiero digital, o sea, blockchain, criptomonedas. Se trata de una transformación científica y biotecnológica de la producción agroalimentaria que, por medio de sistemas instalados de GPS y sensores en la maquinaria agrícola, uso de drones y chips en animales de cría y fincas, se obtengan continuamente datos de cada propiedad, que son almacenados en nubes de datos, o sea Big Data, donde sistemas de inteligencia artificial informen después a cada agricultor sobre lo que debe hacer, qué, cuándo y dónde sembrar, aplicar riego, agrotóxicos, fertilizantes, etcétera. Tal situación plantea la urgente necesidad de tener Internet en todo el territorio nacional. En fin.