En memoria de don Bernardo Macías Mora
Sergio Mejía Cano
08 de octubre de 2019
Pasadas las 13:00 horas de este sábado 05 del presente me de octubre, en las redes sociales comenzó a correr una triste noticia que había ocurrido en la Plaza Principal, frente a Catedral: de que el conocido periodista, poeta, cronista y comunicador social, don Bernardo Macías Mora, se había desvanecido de pronto y que posiblemente habría perdido la vida.
Posteriormente se confirmó la desagradable noticia a través de las mismas redes y desde luego por algunos portales de internet, cosa que causó desde luego un gran desasosiego entre muchas de las personas que conocimos a este destacado comunicador nayarita, porque sin agraviar a alguien más, era muy apreciado por la mayoría, si no es que de todos lo que lo llegamos a conocer por su don de gentes y desde luego por su laborioso trabajo de dar a conocer fotografías del Tepic antiguo, así como de otros municipios siempre dando el crédito a los orígenes de las fotos que publicaba en su perfil de internet, y por supuesto, por la redacción de pie de fotos tan amena y ágil de lectura.
Don Bernardo, también conocido como “el Venado” era un verdadero cronista de Tepic y todo Nayarit, y será muy difícil que alguien más ocupe por lo pronto el espacio que él deja vacío; sobre todo en información cotidiana como por ejemplo cómo actuaron cierta vez los fiscales del municipio tepiqueño en contra de algunos vendedores ambulantes en donde el señor Macías Mora con fotos y video daba cuenta de todo esto, así del acontecer cotidiano del centro de la ciudad y su entorno.
Al señor Bernardo Macías Mora lo conocí personalmente allá a principios del año 2000 cuando los notables periodistas don Pedro Jaime Bautista y don Ezequiel Parra Altamirano me incluyeron para formar parte de la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit; y por ese tiempo lo llegué a mirar en programas de televisión y oír en programas de radio; pero fue más o menos en el 2005 que el también destacado periodista nayarita Marco Vinicio Jaime, me lo presentó en forma personal estando degustando un rico café en la esquina sur de los portales de la Presidencia Municipal; y lo que me agradó desde el primer instante fue su forma de salúdame tal y como si ya me conociera desde antes al decirme gratamente: “hola Sergio, qué tal”, y de ahí para adelante cada vez que nos encontrábamos regular y cotidianamente en la Plaza Principal, nos saludábamos con gran afecto, tal y como si nos conociéramos desde siempre, y todo gracias a ese don de gentes que tenia don Bernardo que hacía entrar en confianza desde el primer inst
ante.
Posteriormente esos encuentros se limitaban a un cordial saludo y un apretón de manos y adiós, excepto cuando lo entretenía un servidor para felicitarlo por las fotos que subía al facebook y más allá debido a que muchos familiares, conocidos y amigos, sobre todo de mucha tercera edad, me comunicaban que gracias a las fotos que reenviaba y que habían sido subidas por don Bernardo, se habían trasladado en el tiempo volviendo a vivir aquellos años en que Tepic no pasaba más allá de la colonia Mololoa; pero sobre todo cuando aún estaba en servicio el puente de piedra en la calle Prisciliano Sánchez, debido a que una de las fotos proporcionadas por el señor Macías Mora databa de principios del siglo XX en donde se ve a mujeres lavando ropa en la orilla del río y bajo el famoso puente de piedra que tenía en título de “camino viejo a Puga”; lo mismo que fotos de los lavaderos alberca de Acayapan de tiempos remotos, pero muy presentes en los antiguos habitantes de la capital nayarita.
Fueron esas famosas fotos y los comentarios al respecto lo que llamó la atención de mucha gente, como el jardín enfrente de la antigua cárcel de Tepic, hoy convertida en el Palacio de Gobierno, también fotos del original jardín a la Madre, la Hermana Agua, y desde luego el parque Esteban Baca Calderón, más conocido como La Loma.
Al encontrar a don Bernardo en el café de su preferencia, aparte del Diligencias, y que era precisamente el de la esquina sur del Palacio Municipal, en ocasiones se encontraba con otras personas y a veces solo, momento que aprovechaba un servidor para platicar abiertamente con él sobre todo para felicitarlo por esos maravillosos viajes al pasado que nos hacía dar con sus fotografías que subía a las redes, no sin antes advertir que el agradecimiento sería para los poseedores originales de dichas fotos, sobre todo de quien había coloreado algunas de ellas dándoles un matiz más moderno y mejor vista.
Sea pues. Vale.
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