Pláticas que no llevan a nada concreto
Sergio Mejía Cano
03 de Septiembre de 2019
No cabe duda de que es muy cierto eso de que tener diálogos con otras personas respecto a política y religión no lleva a nada concreto, y menos cuando cada uno de los interlocutores es firme en sus convicciones; sin embargo, y como excepción a la regla, también sigue habiendo gente manipulable e influenciable que se va con la finta de lo que oye o le dicen sin tan siquiera investigar qué hay de cierto en alguna información, si es verídica o es pura falacia para desvirtuar algo.
Me encuentro en la calle con un pensionado del ferrocarril que en cuanto me saluda me increpa por haber escrito cosas malas sobre su líder espiritual Naasón Joaquín García, (algo que escribí en su momento cuando tronó el cohete de La Luz del Mundo) siendo que es un ser iluminado y que los simples mortales como yo no tenemos ni por qué referirnos a su noble actuar porque todo lo hace con la bendición de Dios. Le digo que únicamente escribí sobre lo que decían los medios informativos como referencia, pero que no se le olvidara que soy oriundo de Guadalajara, Jalisco, y que desde que tengo uso de razón he oído todo lo que ahora se ha publicado en cuanto a disponer de mujeres ajenas ya sean hijas o esposas de sus feligreses y que por eso cuando oí en la radio de la Perla Tapatía que las autoridades jaliscienses habían dicho que no estaban enterados de todo lo que se le acusa al mentado Naasón en los Estados Unidos, en una participación abierta al público dije que ni modo que no fueran nativos de esa ciudad estas autoridades, ya que desde siempre es un rumor que tal vez sea una leyenda urbana o un secreto a voces, que el creador de esta Iglesia de la Luz del Mundo también era persona de armas tomar y que se llegó a balacear con padres de familia ofendidos.
Pero como no le estaba gustando el rumbo de la plática, mi compañero ferroviario hoy pensionado me dijo que ahora que salga libre su líder espiritual, me va a tapar la boca por todo lo que pienso de ese “gran hombre”, porque según mi conocido, ya no tarda en salir libre. Y como no aguanté la risa como que se disgustó un poco, por lo que agregué rápidamente que tuviera en cuenta que los gringos no dan paso sin huarache y que porque tenían los pelos de la burra en la mano es por lo que lo habían acusado, porque no era como aquí que pasado un tiempo podría salir libre y hasta con un “usted disculpe”; aunque eso sí, también en los USA hay corrupción, y ese cuate de Naasón tiene mucha lana que tal vez pueda soltar para salir del bote, pero que lo veía muy difícil, porque ya se hizo un mitote a nivel internacional y así los seguidores de Joaquín García y que manejan los dineros de su Iglesia, por más que quieran comprar jueces y fiscales gringos, les podría salir muy caro y hasta posiblemente no llegaran a nada.
Como vi que mi conocido se estaba enfadando de más, le dije que no se ofendiera, porque al fin y al cabo ese cuate no nos conocía ni a él –mi conocido- ni a mí, porque ni en el mundo nos hacía, y que como ser humano lo respetaba y que en sí yo no entendía el fervor hacia una persona que orina y defeca igual que nosotros, que es un ser humano como cualquier otro, que qué tal si hubiera sido su hijo –de mi conocido- y que en vez de tanta riqueza y boato con que ha vivido desde que nació, viviera como nosotros, en la vil pobreza; y que como tal podría andar por la calle sin que nadie lo alabara ni pensara que era un ser divino o iluminado. Y para rematar le puse un ejemplo respecto a la forma de vida que llevaba su pastor y cómo y en qué situación viven la mayoría de los feligreses. Esto lo recordé porque en las redes sociales seguido salen referencias en donde se ve una zona marginada con un pie de foto que dice: colonia donde viven los feligreses; y en la otra foto se mira una zona residencial a todo lujo y con el pie de foto que señala: coto habitacional en donde viven los pastores espirituales. Y obviamente mi conocido pensionado del ferrocarril mejor se despidió diciéndome que al tiempo, que es el que da la razón al que la tiene y que me va a invitar al festejo de la celebración para alabar a quien Dios puso a prueba de la maldad del hombre.
Al despedirnos y darnos la mano cordialmente porque al fin de cuentas somos conocidos, le dije que no debemos disgustarnos entre nosotros porque nos conocemos desde hace muchos años y fuimos compañeros de trabajo, y que las creencias de la gente son muy respetables pero eso son: creencias y nada más que ha creado la misma mente humana.
Sea pues. Vale.
Comentarios