Poco futuro para el 2021
Sergio Mejía Cano
29 de Agosto de 2019
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) comenzó a dar bandazos equívocos desde hace mucho tiempo cuando se dividió en las famosa tribus comandadas por los chuchos, Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez, René Bejarano y otros, dicho partido político se desvirtuó por completo al inicio del sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto al apoyar abiertamente el dizque famoso pacto por México.
De ahí en adelante el PRD se convirtió ya más en un partido conservador aliado de la derecha avasalladora de las clases más necesitadas del país que, mucha de esta gente que aglutina estas clases alguna vez pensó que ahora sí habría políticos que vieran por las personas de los estratos sociales más bajos. Pero quedó claro que no fue ni ha sido así, ya que pretendió pasar a ser un partido de élite pero que no encajaba con la otra élite que ya desde hacía mucho, mucho tiempo, se había separado de los postulados que habían dado paso al otrora partido aplanadora: el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que a pesar de haber surgido de una lucha social, poco a poco le dio la espalda a esa lucha social que jamás se ha cansado de luchar, pero que ahora ya no tuvo quien la defendiera o apoyara en su eterna lucha que comenzó prácticamente desde la colonización; de ahí que al surgir un supuesto partido de izquierda tal y como se pensó que sería el PRD, se enfocaran las baterías de esas clases populares abandonadas
por el PRI hacia el PRD; pero oh sorpresa: con el tiempo se desenmascaró para demostrar que era más de lo mismo.
Y ahora en el colmo de los colmos, el PRD comienza su supuesta transformación; un cambio de piel tal y como se corre ahora en las redes sociales que indican que es un cambio de piel pero la víbora seguirá siendo la misma que de nueva cuenta y pasado algún tiempo se morderá nuevamente su cola para seguir devorándose a sí misma.
Y vaya si están desvirtuados la mayoría de quienes quedan aún militando en lo que queda del PRD ahora que piensan pasar la franquicia o la estafeta según como se quiera mirar, a un nuevo cuadro de exmilitantes de otros partidos para llamarse en lo sucesivo Futuro 21, aunque ya surgieron voces al interior del agónico PRD de que no será así, que la franquicia que le otorgarán al naciente grupo Futuro 21 será la del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) que la entregó al PRD en 1989 cuando se constituyó este partido gracias a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros connotados priistas y desde luego, militantes de izquierda que aparentemente jamás formaron parte de las filas priistas, pero que con el tiempo dieron muestras de ser en el fondo priistas sin registro; he ahí el claro ejemplo de la señora Rosario Robles Berlanga que último hora se desenmascaró siendo que aparentemente la mayor parte de su juventud se dijo luchadora social.
Y a propósito de Cuauhtémoc Cárdenas y demás priistas e izquierdistas que conformaron el PRD, más pronto que tarde se les cumplió la sentencia de que nadie sabe para quién trabaja, pues el partido político que habían fundado ahora lo aprovechan en sus estertores los mismos vividores que acabaron con este partido desde dentro, pues no necesitaron ayuda exterior para acabar con una idea que ilusionó a mucha gente, una ilusión que ahora se derrumba como castillo de naipes ante sus ojos y más cuando ven queriendo apoderarse de las siglas del PRD a un nazi misógino y discriminador de la gente necesitada como Gabriel Quadri, a priistas como José Narro Robles, Beatriz Pagés y otros más que están esperando que cuaje la decisión de convertir al PRD en Futuro 21 para dar la cara y seguir mamando del presupuesto que, al final de cuentas ese es el meollo del asunto: no quedar fuera del presupuesto debido a la enorme cantidad de dinero del pueblo que se les da a los partidos políticos para su manutención; ah, y hasta podría entrar a las filas de Futuro 21 el expresidente Felipe Calderón y su señora esposa Margarita Zabala tenga o no registro el partido que quieren conformar, pues según se dice, están contemplados para que juntos, denostar y atacar severamente a la actual administración del Ejecutivo Federal que al parecer ha pisado muchos callos, de ahí que la conformación de Futuro 21 no tenga nada que ver con luchar por el bienestar social, sino única y exclusivamente tratar de hacerle la vida imposible a quien encabeza la llamada Cuarta Transformación que no es otro que Andrés Manuel López Obrador.
Sea pues. Vale.
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