Podría llegar la sangre al río
Sergio Mejía Cano
19 de Julio de 2019
El pasado mes de febrero de este año se cumplieron 60 años en que estalló la huelga ferroviaria que había iniciado con paros escalonados a mediados del año anterior. Así que hoy con la esperanza de un verdadero cambio de régimen, muchos ferrocarrileros han comenzado a hacer oír su voz con la esperanza de que a la mejor ahora sí se les hace caso a sus demandas laborales que ya tienen más de 20 años durmiendo el juego de los justos.
Esta vez todo comenzó en el estado de Sonora en donde un grupo de extrabajadores ferroviarios puso un plantón en las vías férreas con el fin de obstaculizar el paso de los trenes con el único fin de llamar la atención de las autoridades para que ya se les hiciera caso a sus demandas laborales consistentes en pagos por faltantes de liquidación, ajustes a las jubilaciones, reinstalación de personal despedido, pero sobre todo, la destitución del líder sindical Víctor Flores Morales. Y aunque parecía una cosa menor, en días pasados varios grupos de ferrocarrileros a través de las redes sociales informaron que el conflicto se había extendido a todo el estado de Sonora desde sus límites con Sinaloa hasta la frontera con Nogales. Y ahora se informa en las mismas redes que el conflicto se ha extendido a otras partes del país e incluso hasta en las afueras del Palacio Nacional en la Ciudad de México; y todo indica que no será poca cosa. Así que aunque por extraño que parezca, las autoridades federales no han tomado cartas en el asunto como debiera atendiendo este problema para que no se agrande con la posibilidad de que llegue la sangre al río, debido a que como por ejemplo, en Saltillo, Coahuila, se puso un plantón sobre las vías férreas impidiendo el paso de los trenes y lo único que pasó primeramente fue que llegaron oficiales de la empresa ferroviaria a dialogar con los protestantes; sin embargo, y de acuerdo a imágenes de video y fotografía que se han trasmitido en las redes sociales, fue la policía estatal de Coahuila la que llegó a desalojar a quienes estaban en su plantón ayudados y apoyados por supuestos golpeadores mandados por el líder sindical.
Y ahora se da la noticia de que también en Chihuahua, Chihuahua, el tránsito de los trenes se vio interrumpido por grupos de exferrocarrileros exigiendo las mismas resoluciones a las demandas que existen en todo el gremio ferroviario.
Lo malo de todo esto es que el sindicato ferrocarrilero ha estado intimidando a los protestantes mediante grupos de choque leales a su secretario general, quien se aferra a su cargo a pesar de que haya hasta denuncias penales en su contra; pero hoy en día se dice que lo que más le duele es que ya no le lleguen las cuotas sindicales que malamente se les descontaba a los trabajadores jubilados que ya no tienen nada que ver con la organización sindical. Sin embargo, y así sea una resolución gubernamental el hecho de que ya no se les descontara dicha cuota, aun así hay personas que andan en todas las secciones y delegaciones del país intimidando a los jubilados para que firmen una carta poder para que se les vuelva a descontar esa cuota. Y la posibilidad de que la sangre llegue al río, es que esos grupos de choque al parecer quieren pasar de la violencia verbal a la física, y peor aún es que estos grupos están apoyados por policías locales tal y como ya se vio por medio de videos en Saltillo, Coahuila; y lo raro es que siendo un conflicto que podría degenerar en desgracias mayores no se ve que el Gobierno Federal actúe para poner las cosas en su lugar, y más extraño es porque así sea hoy en día una empresa ferroviaria privada la que tiene que ver por las demandas de los ferroviarios, al interrumpir la corriente de tránsito de los trenes, el comercio de las localidades en donde no están llegando los trenes se ve afectado en alguna forma.
Pero se dice también que por una parte se está gestando un problema ferroviario por parte de los trabajadores afectados en su economía desde hace muchos año porque jamás se respetó la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que dice claramente que al momento de la concesión los trabajadores no serán afectados en sus derechos laborales, y sin embargo, fue lo primero que ocurrió dejando en la calle a miles de ferroviarios que obviamente tenían que demandar esos derechos que contempla dicha Ley que hasta el día de hoy no se ha cumplido en lo absoluto. Por lo que muchos ferrocarrileros se han ido de este mundo con la esperanza de a ver cuándo se solucionaban sus demandas.
Sea pues. Vale.
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