Indolente el Ayuntamiento de Tepic
Leonardo Castañeda
10 de Julio de 2019
En Tepic, como de seguro en las 19 cabeceras municipales restantes del Estado de Nayarit, día con día se multiplican los puestos de venta callejeros, es decir, el comercio informal.
Lo anterior es a consecuencia de que en nuestra entidad hace falta empleo formal, pero también por la crisis económica de nuestro país.
Alrededor de escuelas, empresas, dependencias públicas y otros sitios nacen cada día nuevos puestos de venta de frutas, tostadas, tacos y productos elaborados a base de harina, entre otras muchas cosas que comer.
En la capital nayarita cualquier ciudadano toma un espacio público, ya sea en la banqueta o la vía de tránsito vehicular, en el primer cuadro de la ciudad o cualesquier colonia de la periferia, para establecer allí su puesto de venta y no hay autoridad municipal capaz de hacer que desista.
El actual Ayuntamiento de Tepic que preside Guadalupe Francisco Javier Castellón es tan permisivo e inoperante en este tema, que permite que comerciantes establecidos saquen sus productos de venta al portal Bola de Oro. Por tal motivo el espacio es tan reducido que el transeúnte encuentra serias dificultades en esa zona para desplazarse.
“Trabajando en la calle nadie se muere de hambre, sólo tienes que llegarle con tu cuota a los fiscales del ayuntamiento”, dice Teodoro Gutiérrez, quien de chofer de taxi pasó al comercio informal con la venta de fruta de la temporada.
En el periodo de Raúl Mejía González como presidente municipal de Tepic que comprendió de 1993 a 1996 se hizo un serio intento de organizar en aquel tiempo al llamado comercio ambulante.
Después de muchos encuentros y pláticas entre las partes, se llegó al acuerdo de que los comerciantes abandonarían la calle para establecerse en un local fijo. Fue así como nació el Pasaje México, ubicado precisamente por la avenida México entre las calles Morelos y Zapata.
También comerciantes de la calle fueron reubicados en otro pasaje que en Tepic se localiza por la calle Veracruz entre Allende y Morelos.
Pero muy poco tiempo después el comercio informal volvió a crecer como hongos. En la actualidad no hay quien lo frene, pero además cada nayarita tiene derecho a ganarse la vida con base en trabajo lícito.
Las cifras de la Organización Internacional del Trabajo indican que la tasa de informalidad en México es de alrededor del 58 por ciento de la población económicamente activa.
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