Un juego mediático ilusorio y de distracción
Sergio Mejía Cano
10 de Julio de 2019
Muchas de las veces pareciera que las autoridades encargadas de impartir justica jugaran mediáticamente con el intelecto de buena parte de la ciudadanía cuando informan que determinado personaje será detenido, enjuiciado y llevado a prisión; o que fulanito de tal será llamado a declarar o que zutanito hará fuertes declaraciones, etcétera.
Tal y como es el caso ahora del exgobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, al aparecer en varios medios de comunicación la noticia de que tiene mucha información de algunos funcionarios y que está dispuesto a darla a conocer, y algo más: que negoció su detención únicamente para proteger a su familia.
No cabe duda de que la justicia en nuestro país no se imparte con el mismo rasero, ya que quien tiene dinero de algún modo la libra, no así el ciudadano de a pie, porque en nuestro país pesa más robarse una pieza de pan que hacer enormes fraudes a la nación, lavar dinero o simplemente por haber sido “servidor público” o alto funcionario de alguna de las pasadas administraciones. No por nada existe una frase que se le atribuye a José Revueltas o que tal vez aparece en la película “El Apando”, que reza más o menos que “En esta cárcel en donde reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza”; y es muy probable que así sea porque aunque esté encerrado un alto personaje de la vida pública que ha vivido del presupuesto en un penal dizque de “alta seguridad”, lo más probable es que no pase penuria alguna y que hasta se le permita Salir de vez en cuando o cuando lo solicite; sin embargo, se ha documentado que en los demás centros penitenciarios de nuestro país hay niveles en cuanto a las condiciones de las celdas, ya que está registrado que algunas de ellas han contado hasta con baño sauna o jacuzzi, televisión y en algunas ocasiones hasta barra de vinos y licores.
Y si bien se ha dicho muchas veces que gran parte de la ciudadanía no clama venganza sino justicia, tal vez en el fondo muchos de nosotros sí quisiéramos cierto tipo de venganza al menos quitándoles lo que se dice que robaron una vez que se les haya comprobado fehacientemente; pero no, esto al parecer es un sueño guajiro como en el caso de Raúl Salinas de Gortari que supuestamente le habían congelado sus cuentas en Suiza, pero que pasado un tiempo razonable se le devuelven y nomás faltó que le ofrecieran disculpas. Y algo similar ha ocurrido con la dizque maestra Elba Esther Gordillo a quien la han dejado disfrutar de su supuesta herencia; y esa especie de venganza menor que esperamos muchos ciudadanos es precisamente que se les decomisen todas sus propiedades y cuentas bancarias a todos esos políticos señalados como delincuentes de cuello blanco que en realidad, obvio que se necesitan pruebas para declararlos culpables; pero el caso es que qué más pruebas del cambio de vida que han dado muchos políticos y funcionarios que como se ha documentado llegan a mamar del presupuesto con una mano adelante y otra atrás y al cabo de un tiempo ya son potentados y hasta exitosos empresarios. Porque tal y como se ha dicho de algunos mexicanos que hoy ostentan grandes riquezas y que no son ricos de abolengo ni nada parecido, como cuando según se dijo que Raúl Salinas así haya ganado dinero desde el día que nació y que así no hubiera gastado en ropa, comida y abrigo y la manutención de una familia, no hubiera llegado a tener legalmente todos los millones que se dice le habían supuestamente decomisado.
Y esto desde luego que es en donde verdaderamente les dolería a quienes han saqueado al país: quitarles todo lo que se les comprobara que malversaron. Así de fácil.
Y en verdad que todo parece un juego mediático porque resulta que el abogado defensor del tan cuestionado Emilio Lozoya Austin, exdirector de PEMEX, declara muy ufano que llamaría como testigos de su cliente a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, pero ahora una jueza le da palo con esta petición al dar a conocer que no procede que estos personajes del sexenio anterior lleguen a testificar. Claro que algunos analistas desde un principio dijeron que esta petición del abogado de Lozoya sabía de antemano que esto no procedería, pero aun así lanza la noticia a los medios, quizás únicamente para hacer la mosca chillar e ilusionar a quienes se muerden las uñas esperando que pase algo que se asemeje a algo de justicia para calmar los ánimos de la población ávida de que suceda algo extraordinario y que ya no haya desconfianza en las autoridades.
Sea pues. Vale.
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