Muy sucio fue el proceso electoral del SPAUAN
Oscar González Bonilla
09 de Julio de 2019
Sin pizca de duda, el catedrático Carlos Rafael Rea Rodríguez avizora será difícil que la Universidad Autónoma de Nayarit en breve se sacuda la crisis inmersa en varios renglones administrativos, vital el financiero. “En el horizonte no hay señales de que esto se modifique”, advierte.
Es introito para desglose de la pregunta sobre si van a mejorar las condiciones de los maestros integrantes del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Nayarit (SPAUAN) con el recientemente electo comité que encabeza Francisco Haro Beas.
Calcula Carlos Rea ser muy temprano para opinar sobre los lineamientos de trabajo a seguir por el comité central ejecutivo. Hay partes oscuras por falta de información de la dirigencia, pero confía que esta vez SPAUAN no opere como extensión de la administración central.
En esta parte de la entrevista, el docente de la UAN consideró que vale la pena hacer una reflexión, para él importante, referente al resultado de las elecciones para secretario general del sindicato: Haro Beas obtuvo más de mil 300 votos, Humberto Lomelí más de 800 votos y Beatriz Toscano 222.
“Hubo muchas irregularidades”. Cree necesario darlas a conocer para que en lo sucesivo se corrijan. Por ejemplo, sostiene que se debe garantizar la no intervención de los representantes de la administración central, esclarecer el uso de recursos en campaña con topes para que sean procesos equitativos. Asimismo explica que se tiene que reglamentar el conjunto del proceso, la comisión electoral debe tener dientes y no ser simple receptora de quejas ante las que no se hace absolutamente nada. Se debe certificar que se trata realmente de un proceso democrático.
“Otra lectura que sin duda se puede hacer, es que lamentablemente las estructuras corporativistas están vivas, muy vivas, sólidas, y son quienes tienen el manejo discrecional del ingreso de los profesores. Quien se encuentre en condiciones de autoridad tendrá de su lado recursos, no diré ilimitados, pero abismalmente asimétricos respecto a los demás contendientes que le permite orientar el voto y con ello afectar la calidad democrática del proceso”.
Carlos Rea también expone la urgencia de establecer reglas claras y democráticas, así como sanciones a faltas. Además se pronuncia por avanzar en el desmonte de las estructuras corporativistas encargadas del control discrecional de los recursos y promociones.
“Quiero hacer una tercera lectura: nosotros como corriente sindical acabamos de nacer. Ciertamente obtuvimos 222 votos, pero nuestra opinión nos permite pensar que Alternativa Sindical ya es una realidad dentro de la universidad. También autocríticamente nos indica que debemos trabajar bastante más para transmitir un mensaje a los docentes universitarios que haga eco a sus necesidades y trabajar por el cambio al interior del sindicato”.
¿Cuál es la experiencia, el provecho, que a usted en particular le deja haber participado como parte del movimiento de Alternativa Sindical?
“En primer lugar permitió que una serie de grupos que nos manifestamos en diferentes coyunturas de crisis de 2014 para acá, coincidiéramos y decidiéramos actuar juntos y le diéramos rostro a Alternativa Sindical. Elaboramos un diagnóstico de la situación de los docentes universitarios y generamos un programa de trabajo que llevamos a toda la universidad, escuchamos a las profesoras y profesores y pusimos a prueba nuestras ideas, corregimos algunas visiones, enriquecimos bastante nuestros planteamientos a partir de los que los profesores nos compartían respecto de la realidad de sus escuelas.
“Si esto lo traducimos a la cuestión numérica, es un logro muy importante el obtenido si tomamos en cuenta que nos enfrentamos al sistema de la universidad, que nos enfrentamos a la estructura de poder, a los grupos de poder que mueven recursos, la estructura de gente desde hace mucho tiempo. Nosotros fuimos víctimas al agredir a nuestra candidata (Beatriz Patricia Toscano de la Torre) con rumores tendientes a desinformar sobre nuestra posición. En las boletas de votación, Haro Beas apareció con su nombre, foto y logo de planilla, Humberto Lomelí no apareció foto, pero sí nombre y planilla, mientras que Beatriz Toscano ni nombre ni foto, sólo planilla Alternativa Sindical. Cosas lamentables, pero que dan cuenta perfecta del nivel y calidad democrática de los procesos en nuestra universidad.
“Si leemos en conjunto de factores, sin duda llegamos a la conclusión que debimos trabajar más, realizar un esfuerzo mayor. Pero obtuvimos resultados importantes porque existe ya la capacidad en numeroso grupo de profesores dispuesto a levantar su voz independiente, distinta, a los dos grupos que se disputan la universidad. Estoy seguro que poco a poco se abrirá esa brecha que permita que el sindicato y la universidad finalmente se transformen.
¿Cuáles son los principales problemas que afectan a los docentes y que debe atacar la nueva dirigencia sindical?
“Nosotros los destacamos en actividad de campaña. Hay problemas que ya nos estallaron en el rostro, como es el tema de la insuficiencia de recursos que reiteradamente nos lleva al no pago salarial. Por otro lado existe desvío de recursos en otras áreas como el IMSS, SAR, INFONAVIT, etcétera, que se destinan para cubrir la nómina. Y eso está descobijando, abriendo grandes agujeros que luego ocasionan problemas mayores a muchos docentes. Porque, por ejemplo, quien tiene un crédito de INFONAVIT, a algunos ya les están pidiendo la casa. Compañeros con necesidad de servicios médicos encuentran dificultades para acceder a ellos. Todo esto forma parte de la cotidianidad de los docentes.
“Por el otro lado tenemos el tema del fondo de pensiones y jubilaciones que está en una situación muy crítica y que no se avizora en el corto plazo una solución que permita brindar tranquilidad a quienes ya están en condición de pensionado o jubilado, o próximos a esa situación. Se trata de compañeros que trabajaron buena parte de su vida para la universidad, por tanto no merecen estar expuestos a esas circunstancias de abandono y hasta de vejaciones.
“Ante esto tenemos un sindicato que ha sido omiso, se ha comportado como extensión de la rectoría. Más bien ha funcionado como muro de contención de cualquier reacción de inconformidad. Se ha dedicado a convencernos que la medicina que propone la rectoría y la política federal es la única posible. Eso no es un sindicato, éste está para defender derechos de los trabajadores. Pero además una dirigencia que nos incluya, que nos haga participar, que abra el espacio de la deliberación democrática, que sintamos al sindicato verdaderamente nuestro.
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