Todos coludos o todos rabones
Sergio Mejía Cano
21 de Mayo de 2019
Pareciera que fue un tema que pudo pasar sin pena ni gloria; sin embargo, el que se le haya prestado el Palacio de Bellas Artes a la Iglesia de La Luz del Mundo, supuestamente a través de una asociación denominada Asociación de Profesionistas y Empresarios de México, y la solicitud para el préstamo del recinto cultural hecha por el senador por el Partido Verde Israel Zamora Guzmán, no es poca cosa.
Y tan no es poca cosa porque ya se sentó el precedente y por lo mismo, podría darse el caso de que las demás Iglesias en el país soliciten también el Palacio de Bellas Artes para sus fines y propósitos aunque sean disfrazados, pues al fin y al caco podrían alegar que todos coludos o todos rabones, por lo que posiblemente no esté muy lejano el día en que veamos a cualquiera otra de las demás Iglesias celebrando el cumpleaños de alguno de sus dirigentes o la jubilación de otro de ellos, ya que al fin y al cabo se podría decir que todo es bajo un concierto sin ninguna connotación religiosa tal y como puso de pretexto la Luz del Mundo para justificase; pero la realidad fue muy distinta en este caso que a todas luces lo que se pretendía originalmente era homenajear al líder religioso de dicha Iglesia, Naasén Joaquín García, y así festejarle los 50 años de su natalicio.
Pero lo peor de todo y que más llamó la atención fue la presencia de algunos legisladores, aparte del senador Zamora Guzmán quien se dice fue el que promovió todo esto solicitando el Palacio para tal fin, ahí estuvo presente el diputado Sergio Mayer Bretón, quien ha sido muy cuestionado por sus dislates y mostrar poca cultura general a pesar de estar en la Comisión de Cultura precisamente en la Cámara de Diputados actual, y desde luego, la presencia ahí del senador, por Morena ambos, Martí Batres Guadarrama, quien dio más de que hablar por su supuesto anti misticismo y por considerarse un libre pensador. Y todo esto porque se entiende que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no permite a los servidores públicos hacer actos de presencia con su investidura en ningún acto de culto público o algo similar, y aunque se diga y alegue ahora a toro pasado que no hubo nada con tintes religiosos en este evento en cuestión, queda claro que no fue así, ya que carteles e invitaciones señalaban fehacientemente que se celebrarían los 50 años de vida del líder religioso de la Luz del Mundo; y el que de última hora se diera marcha atrás en todo esto, de acuerdo a la información en infinidad de medios informativos que señalan que al darse cuenta de las verdaderas intenciones de los organizadores, a las autoridades de Cultura y a los encargados del Palacio de las Bellas Artes al parecer se les prendió el foco de que se violaría flagrantemente el Estado Laico que nos rige, por lo que mejor todo quedó en el puro concierto, aunque en los intermezzos musicales se emitieron frases alusivas al buen comportamiento con mandamientos eclesiásticos disfrazados de proclamas universales de buenas costumbres.
El artículo 25 de la citada Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público señala claramente que las autoridades federales, estatales y municipales no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares; y si bien se podría decir que los legisladores ahí presentes estuvieron para escuchar el concierto que se denominó “El Guardián del Espejo”, es obvio que su asistencia fue por invitación expresa y que de entrada supieron muy bien quién los estaba invitando y para qué y con fines de festejar el cumpleaños de un líder religioso de una asociación religiosa de culto público, y que no era precisamente un acto plural; porque estaba inmiscuida una Iglesia en sí, y si bien la organizó una asociación de de profesionistas y empresarios, estos están plenamente identificados con dicha Iglesia. Y además la investidura de un servidor público dura mientras ostente el cargo o el encargo encomendado.
Sin embargo, esto de que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no se respete por parte de quienes tienen la obligación de hacerlo y hacerla cumplir es algo de práctica común, pues por lo regular nuestros representantes integrantes de los tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, muchas de las veces anteponen sus propias creencias y en ocasiones hasta tratan de imponerlas sin tomar en cuenta que gobiernan para una pluralidad de pensamientos y que mucha gente no cree ni piensa igual.
Sea pues. Vale.
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