Ni como regalo quiere a México el capital transnacional

El Capital Transnacional cuenta con capitalistas propiamente dicho, con capitalistas-rentistas, con capitalistas-funcionales o en funciones, con agentes operativos y, con asalariados. Los capitalistas, propiamente dicho, son una especie de condueños del gran capital y perciben la ganancia más el interés por su inversión; los capitalistas rentistas son los tenedores de acciones o títulos de deuda y perciben el interés vigente de la inversión; los capitalistas funcionales o en funciones son los altos ejecutivos empresariales que además de tomar decisiones, definen las políticas de la empresa; los agentes operativos son quienes se encargan de la operatividad de la empresa. El ingreso económico de todo este personal proviene única y exclusivamente de la plusvalía, aunque en algunos casos aparece como sueldo. El resto de trabajadores son los asalariados.

Fue necesario hacer esta digresión para señalar que los “ejecutivos” de las “empresas globales” son, en la mayoría de los casos, capitalistas-rentistas y a la vez, capitalistas funcionales o en funciones, de cierto “capital transnacional” ocultado con el camuflaje de “empresa global”. Por otra parte, el capitalismo transnacional cuenta con Instituciones Financieras, Económicas, Jurídicas, Políticas y Militares que le garantizan el bienestar de su libre inversión de capital, su ilimitada expansión, la exagerada apropiación de la plusvalía global de la humanidad y, el deterioro de la Naturaleza amenazada con el exterminio.

El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las empresas calificadoras, las empresas consultoras como AT Kerney, etc., son, todas ellas, Instituciones del capitalismo transnacional, hoy llamado globalización o capitalismo global.

Los éxitos del Capital Transnacional se deben, entre otras cosas, a los mecanismos de autorregulación y de autoevaluación que tiene. Por ejemplo, para saber el grado de Confianza que se tiene para la Inversión Extranjera Directa, la consultoría AT Kerney le pregunta a cierto número de ejecutivos de empresas globales que facturan, por lo menos, 500 millones de dólares al año, su opinión. Y de las respuestas formula sus conclusiones. De esa forma supimos que de 25 países, México ocupa el honroso último lugar del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa. Empero, la situación no es tan desalentadora, pues en 2019 la calificación del país subió de 1.47 a 1.49 puntos. Estados Unidos encabeza la lista con 2.10 puntos, y  somos el único país latinoamericano que se mantiene dentro del índice, no obstante que tanto en 2017 como en 2018, México se colocó en el sitio número 17 de los países con mayor confianza para invertir. El país recibió 31.6 mil millones de dólares de IED en 2018, y 32.1 mil millones registrados en 2017. Más no obstante, de las 10 naciones que perdieron posiciones, la caída de México fue la más pronunciada. Hoy Brasil quedó fuera.

Por su parte, el Ejército Popular Revolucionario, EPR, criticó al gobierno del Presidente López Obrador. La policía del actual gobierno federal “se encuentra férreamente alineada a las leyes que rigen al modo de producción capitalista; y AMLO alimenta las relaciones de producción burguesas de un país funcional y dependiente al imperialismo; administra la crisis del régimen; da mayor vida al estado de derecho oligárquico; afina al Estado policíaco militar; y se conduce con las formas burguesas de hacer política para imponer la voluntad oligarca”. En fin.