El planeta ya no aguanta más plásticos
Sergio Mejía Cano
12 de Abril de 2019
Hoy en día para la mayoría de las nuevas generaciones y otras no tanto, se les hace inconcebible que no les tengan que dar una bolsa de plástico por cualquier cantidad de productos que adquieran ya sea en una tienda de abarrotes, de conveniencia, en el mercado o en cualquiera otro tipo de negocio. Igual, que no se les proporcione un popote o pajilla cuando piden una bebida de cualquier tipo.
El plástico ha pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana, pues utilizamos bolsas prácticamente para todo uso del diario, y desde luego para usarlas como recipientes de la basura, guardar algo que posteriormente podríamos utilizar en casa, etcétera. Y es tanta la cantidad de bolsas de este material que se va acumulando en muchos hogares que a veces la gente las tiene que tirar y lo peor, es que en la mayoría de las ocasiones sin la conciencia del daño ecológico que se va a generar así sea en los basureros o en donde sea que caiga una bolsa o cualquier otro producto hecho con plástico debido al nivel de degradación que según los que saben, tardan muchos años en degradarse aunque no en desaparecer, debido a aquella máxima de que en el mundo nada se desintegra, sino que se transforma únicamente.
Ya tiene tiempo que han estado trasmitiéndose documentales o apareciendo artículos referentes al gran daño que ya causa al planeta todo el plástico que no nada más tiene contaminada la corteza terrestre, sino hasta los ríos y océanos. Y en verdad que son más que alarmantes las imágenes que se proyectan por medio de estos documentales y fotografías, ya que se dice que se ha descubierto en el océano Pacífico una “isla” compuesta con puro desperdicio de plástico del tamaño del estado de Coahuila.
Pero no es nada más que ande o esté ese plástico ahí, sino que se han detectado infinidad de habitantes marinos que al consumir plástico creyendo que es alimento de la cadena alimenticia han muerto, como una ballena que se encontró en determinado lugar y al abrirle la panza se descubrió que la tenía con muchos kilos de plástico; y se han detectado a otras especies flotando muertas posiblemente por haber consumido algo de este material. Lo extraño, es que desde siempre se ha sabido que el Mar expulsa para afuera todo lo que no tiene vida y lo que no le sirve, y así ocurre por lo regular con lo inerte; sin embargo, el plástico permanece no nada más a flote a merced de las corrientes y de sus seres vivientes, sino que se adentra en los mismos océanos en donde se han encontrado grandes cantidades de plástico.
Recuerdo un video que pasó por las redes sociales en donde una tortuga acuática se acerca a unos pescadores y trae un popote insertado en una de su fosas nasales, la que le extraen los pescadores pero no con facilidad, porque al parecer ya lo tenía encarnado pues les costó algo de trabajo sacar el popote de la nariz del quelonio que tuvo un poco de hemorragia al quedar fuera la pajilla.
Ahora que vienen las vacaciones de Semana Santa se estima que las playas nacionales quedarán para llorar. Desde luego que hay gente consciente que acumula su propia basura para después depositarla en los contenedores fuera de la playa; pero por desgracia también hay personas que les vale y dejan su basura en la arena sin importarles quizás el daño que están causando, porque así tengan depósitos para la basura cerca de donde están disfrutando de Mar, Sol y playa, aun así dejan su basura pensando tal vez que alguien más la tendrá que recoger por ellas.
Ya se ha empezado a legislar en algunas entidades del país para que se restrinja el uso de bolsas de plástico y que ya no de proporcionen sin ton ni son. Se dice que para empezar al menos se comiencen a cobrar por su uso y que poco a poco se irá formando conciencia en la gente para lleve su propia bolsa o canasta como se acostumbraba antaño para así, ir desestimando el uso de las bolsas de plástico. Igual, en algunas partes también ya se escuchan campañas en contra del uso de popotes en las bebidas y respecto a estas, que se limite su producción en botellas plásticas y se vuelva al vidrio únicamente como recipiente para toda clase de bebidas y líquidos. Claro que excepto los garrafones de agua de 19 litros, porque hasta ahora no se ha visto gente que les dé un solo uso y los ande tirando a diario; pero lo que sí es común que se arrojen a la basura o a veces en la calle, las dichosas botellas de agua de un litro o menos.
Lejos quedaron aquellos tiempos en que en los abarrotes se usaban cucuruchos de papel.
Sea pues. Vale.
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